El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo provisional sobre las nuevas medidas propuestas por la Comisión para hacer frente a la basura marina, trabajando el problema desde su origen. Los principales objetivos son los 10 productos plásticos que se encuentran con mayor frecuencia en nuestras playas, así como los aparejos de pesca abandonados. La nueva directiva de la UE sobre plásticos de un solo uso será el instrumento legal más ambicioso a nivel mundial que aborda la basura marina.
El acuerdo, firmado el 19 de diciembre, se basa en la propuesta de plásticos de un solo uso presentada en mayo por la Comisión como parte de la primera estrategia mundial de plásticos, adoptada a principios de este año, para proteger a los ciudadanos y al medio ambiente de la contaminación plástica al tiempo que fomenta el crecimiento y la innovación. La nueva normativa contribuye a un mayor esfuerzo de convertir a Europa hacia una economía circular más sostenible, que se refleja en el Plan de Acción de Economía Circular adoptado en diciembre de 2015. Situarán a las empresas y consumidores de Europa como líderes mundiales en la producción y el uso de alternativas sostenibles que evite la basura marina y la contaminación de los océanos, abordando un problema con implicaciones internacionales.
Medidas para diferentes productos
Se prevé diferentes medidas para aplicar a diferentes categorías de productos. Donde haya alternativas fácilmente disponibles y asequibles, se prohibirán en el mercado productos de plástico de un solo uso, como bastoncillos de algodón, cubiertos, platos, pajitas, agitadores para bebidas, palos para globos, productos de plástico oxodegradables y alimentos y bebidas, y recipientes hechos de poliestireno expandido. Para otros productos, el objetivo es limitar su uso a través de una reducción nacional del consumo; en requisitos de diseño y etiquetado; y obligaciones de gestión de residuos / limpieza de los productores.
Próximos pasos
El acuerdo provisional alcanzado debe ser aprobado formalmente por el Parlamento Europeo y el Consejo. Tras su aprobación, la nueva Directiva se publicará en el Diario Oficial de la UE y los Estados miembros deberán adaptarla después de dos años.
Esta iniciativa cumple con el compromiso asumido en la Estrategia Europea de Plásticos para abordar el derroche y el peligro que genera la basura plástica, mediante la acción legislativa. Las medidas propuestas contribuirán a la transición de Europa hacia una economía circular y al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y los compromisos climáticos de la UE y los objetivos de la política industrial.
Directiva de 2015
En diciembre de 2015, la Comisión Juncker adoptó un nuevo y ambicioso paquete de economía circular para ayudar a las empresas y los consumidores europeos a hacer la transición hacia una economía más sólida y circular, donde los recursos se utilizan de una manera más sostenible. El paquete ha roto los silos en la Comisión y contribuye a las prioridades políticas generales al abordar el cambio climático y el medio ambiente al tiempo que impulsa la creación de empleo, el crecimiento económico, la inversión y la equidad social. Ha sido preparado por un equipo de proyecto central copresidido por el Primer Vicepresidente Frans Timmermans y el Vicepresidente Jyrki Katainen con la estrecha participación de los Comisionados Karmenu Vella y Elżbieta Bieńkowska. Muchos otros comisionados también participaron en su preparación y ayudaron a identificar las herramientas más efectivas que cubren una amplia gama de áreas políticas.
La Directiva propuesta sigue un enfoque similar a la exitosa Directiva de bolsas de plástico de 2015, que provocó un rápido cambio en el comportamiento del consumidor. Las nuevas medidas traerán beneficios tanto ambientales como económicos, como por ejemplo evitar la emisión de 3,4 millones de toneladas de CO2 equivalente; evitar daños ambientales que costarían el equivalente a 22.000 millones de euros para 2030; y ahorrar a los consumidores un proyectado de 6.500 millones de euros.