El mercado financiero sostenible aumentó en 2018, con un récord de 247.000 millones de dólares en instrumentos de deuda sostenible recaudados durante el año, según la empresa de investigación BloombergNEF (BNEF). La emisión de bonos verdes ascendió a 182.200 mil millones de dólares en 2018, mientras que un nuevo producto, los préstamos vinculados a la sostenibilidad, alcanzó los 36.400 mil millones de dólares.
El mercado de deuda sostenible está compuesto por bonos y préstamos etiquetados que financian proyectos con beneficios ecológicos, beneficios sociales o una combinación de ambos. Muchos inversores abordan estas ofertas de deuda para cumplir con sus propios objetivos sobre impacto ambiental y social.
Aumento de préstamos sostenibles
El mercado ha estado enfocado históricamente en bonos verdes, que fueron utilizados por primera vez por los bancos europeos alrededor de 2007 para financiar proyectos de energía limpia, y desde entonces también han sido emitidos por gobiernos y una amplia gama de empresas industriales. Si bien los bonos verdes siguen constituyendo la mayor parte del mercado, la atención ahora está cambiando hacia una gama más amplia de bonos y préstamos sostenibles.
Como resultado, el crecimiento de los bonos verdes se desaceleró un 5% en 2018 comparado con el 68% en 2017, mientras que los préstamos vinculados a la sostenibilidad aumentaron un 677%. Los préstamos vinculados a la sostenibilidad son préstamos a plazo o facilidades de crédito que vienen con un mecanismo de precios de sostenibilidad. El mecanismo de fijación de precios está típicamente vinculado a la puntuación de sostenibilidad o al rendimiento del prestatario, que puede aumentar o disminuir.
Instrumentos de deuda sostenible de los gobiernos
Las empresas no son las únicas pioneras en deuda sostenible: un número creciente de gobiernos están emitiendo sus propios instrumentos de deuda con una etiqueta sostenible, lo que significa que el dinero recaudado se destinará a proyectos ambientales o sociales.
Las nuevas políticas para escalar las finanzas sostenibles proliferaron en 2018, a medida que los gobiernos competían para convertirse en centros internacionales para estos productos de inversión. Durante el año, Hong Kong y Japón establecieron programas para incentivar el crecimiento del mercado, mientras que la Comisión Europea avanzó para crear un estándar de bonos verdes.
Los dos líderes en emisión de deuda sostenible en 2018 fueron Estados Unidos y China. En Estados Unidos, llegaron al mercado alrededor de 45.400 millones de dólares de productos de deuda sostenibles, superando con creces los 25.500 millones de dólares de China. El gigante hipotecario Fannie Mae representó la gran mayoría de las emisiones de Estados Unidos, gracias a sus ambiciosos programas de financiamiento verde. Al eliminar de la imagen los valores respaldados por hipotecas comerciales verdes, el total de Estados Unidos para 2018 es de 25.600 mil millones de dólares, notablemente similar a los volúmenes observados en China.