La madera de pino y abeto, termotratada y sin aditivos químicos, es adecuada para construcciones en madera y puede ser utilizada en diversas aplicaciones, como la madera de la marca escandinava Lunawood, que a día de hoy cuenta con varias aplicaciones en proyectos de construcción de viviendas. Las soluciones constructivas que ofrece son respetuosas con el medio ambiente, sostenibles y con un envejecimiento natural a través de los años.
La madera termotratada de Lunawood, distribuida en España por Gabarró, aporta prácticas soluciones para la construcción de proyectos residenciales. El tratamiento al cual es sometida determina su uso para exteriores o interiores. Así, puede usarse para revestimientos de fachadas, suelos, techos, vallas, terrazas, saunas, barreras anti-ruido, mobiliario de jardín e incluso cubiertas y bordes de piscinas. Además, estos productos sostenibles disponen del certificado internacional PEFC® (Programme for Endorsement of Forest Certification Schemes).
Tratamientos de la madera
La marca escandinava realiza una modificación térmica de la madera, sometiéndola a un ciclo combinado que alterna altas temperaturas (entre 190 y 212°C) y diferentes grados de humedad, según la gama de producto. Los tratamientos térmicos intensivos realizados consiguen transformar la estructura y las propiedades de la madera. En el caso del pino, se logra reducir en un 50% la tendencia natural de la madera a doblarse, hincharse o encogerse a causa de la humedad. Todo este proceso da como resultado una madera mucho más estable y duradera, capaz de equilibrar los cambios de calor y frío. Por otro lado, su resistencia a los xilófagos es equivalente a la del alarce, el roble e incluso la de la teka, en función de su grado de tratamiento.
Los revestimientos de fachada de madera termotratada son una solución óptima para revestir tanto viviendas como edificios de madera de obra nueva. También son muy útiles para reformar construcciones antiguas, ya que ofrecen una protección adicional a la pared existente y aíslan el edificio sin perder superficie interior.
Aplicación de madera termotratada en viviendas
La vivienda prototipo B Home Box, del estudio de Sergio Baragaño, es una vivienda ecológicamente responsable en todo su proceso constructivo, que cumple con el CTE (Código Técnico de Edificación) y con los nuevos requisitos más altos de eficiencia energética. Se trata de un espacio versátil de 39 m2 que puede funcionar como lugar de trabajo, vivienda o la combinación de ambas cosas. Está formada por dos volúmenes y cuenta con la posibilidad de tener la cubierta transitable para poder crecer en el futuro. El proyecto cuenta con madera termotratada Lunawood para su revestimiento de fachada y para los falsos techos interiores.
Este tipo de material también puede combinarse con otros materiales como el hormigón, el ladrillo, la pizarra, el hierro, el acero, etc. Un ejemplo lo vemos en otro proyecto de Baragaño, una casa de montaña ubicada en Asturias que combina un revestimiento de madera termotratada con un techo de pizarra.
Otro de los ejemplos de aplicación es una moderna casa privada en Taiwán. Ubicada en medio de un bosque, tiene su fachada y su techo de madera Thermowood, que es una solución resistente a la intemperie y consigue mantener la comodidad y el bienestar en el hogar.
Además de ser útil para revestimientos de fachadas, suelos y techos, la madera termotratada también es una solución ideal para revestimientos de paredes interiores. Este es el caso de un apartamento en Vilnius (Lituania) del estudio DO Architects, con una combinación de hormigón rugoso, cristal, acero y este tipo de madera.