La nueva Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura (UEX) será un edificio respetuoso con el medio ambiente y con una arquitectura de vanguardia. Las características del proyecto fueron presentadas en Badajoz la pasada semana por la consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez. El nuevo edificio de la Facultad de Medicina será de arquitectura bioclimática, que introduce novedosos conceptos de diseño, como son los sistemas de lamas y celosías en las fachadas, que protegen frente a los cambios térmicos y a la exposición solar directa.
Las obras de la nueva Facultad se iniciarán en abril de 2020 y se llevarán a cabo en dos fases. En global, supondrán unos 18 millones de euros, cofinanciados al 80 % por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El proyecto de obras es a cargo del estudio Matos Castillo Arquitectos SLP, al que ha sido adjudicado por 450.725 euros.
Iluminación y protección solar
Para la apertura de huecos en las fachadas se ha realizado un detallado estudio de las posiciones solares en las distintas estaciones y franjas horarias. Esto, unido a un moderno diseño, permite un mayor aprovechamiento de la energía lumínica y calorífica del sol que, a su vez, redunda en una menor demanda energética.
La utilización de materiales de gran inercia térmica en determinadas zonas del edificio permite que se acumule y mantenga el calor en invierno. En las plantas primera, segunda y tercera, la fachada del edificio de la fase I se resuelve en el proyecto con un sistema de huecos y una celosía cerámica al exterior. La dimensión de los huecos se ha diseñado para garantizar una correcta iluminación y protección solar. La fachada de la fase II sigue el mismo esquema, pero con un sistema de lamas verticales.
El uso de sistemas de captación de energía solar y acumulación de agua caliente en cubierta conllevará, a su vez, un mayor ahorro en cuanto a la demanda energética necesaria para suministrar el agua caliente.
Ventilación natural
También se ha procedido a un estudio de los vientos que soplan en el solar donde se construirá la nueva facultad. Así, se ha decidido cuál será la ubicación idónea de la edificación para ofrecer abrigo en condiciones de invierno, así como la disposición de barreras vegetales a los vientos dominantes y para asegurar una correcta ventilación natural por succión de forma controlada y constante en verano, con el consiguiente ahorro energético en ventilación y climatización del edificio.
Con el conjunto de medidas se estima una reducción del consumo energético del edificio, buscando así la consecución de la certificación energética A.
El edificio dispondrá del denominado sistema “free-cooling”, para conseguir el máximo aprovechamiento de la temperatura del aire exterior y minimizar el consumo de energía. Tendrá bombas de calor de alta eficiencia y dispondrá de un sistema de aerotermia, un método de climatización eficiente con recuperación de calor para producir agua caliente sanitaria. Además, contará con iluminación LED de bajo consumo, así como una protección acústica especial para conseguir un mínimo impacto del ruido en las aulas y en las zonas comunes.