La Cátedra Aquae de Economía del Agua ha desarrollado un estudio estableciendo cinco clases de indicadores para evaluar el estado actual, la evolución en los últimos años y las posibilidades de mejora de la economía circular en materia de agua en España. El objetivo es promover la economía circular, sostenible y competitiva para 2030. La Cátedra Aquae está impulsada por Fundación Aquae y la UNED.
La Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) establece sucesivos planes de acción, a corto y medio plazo, centrados en la producción, el consumo, la gestión de residuos, las materias primas secundarias y la reutilización del agua, con el objetivo de conseguir que la economía circular sea una realidad en nuestro país en 2030. Para evaluar estas acciones, la EEEC ha identificado, a partir de estadísticas oficiales, una serie de indicadores para los distintos ejes de actuación.
Clases de indicadores
Este estudio, elaborado en el marco del Grupo de Trabajo Nº12 Agua y Economía Circular del último Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), establece indicadores de captación, que miden si la asignación del agua, según su uso y origen, se realiza de la forma más eficiente posible; indicadores de abastecimiento, incluyendo transporte, tratamiento, almacenaje y distribución, así como la eficiencia de este servicio; indicadores de uso de agua, que analiza la utilización de este recurso por parte de distintos usuarios; indicadores de saneamiento y reutilización, que evalúa la incidencia y eficiencia de estas fases y la inversión en este tipo de infraestructuras; e indicadores de estado ambiental, que miden el estado cuantitativo-cualitativo de las masas de agua.
Evolución de la captación de agua
Los indicadores de captación muestran que en el periodo 2000-2014, el principal destino del agua captada en España fue la agricultura (70% del total), seguido del agua urbana (17%) y del agua captada directamente por las empresas, utilizando sus instalaciones y equipamientos (13%). Estos datos indican que, del total del agua captada en España, solo el 17% es tratada y potabilizada para su posterior uso; mientras que el 83% restante es captada por los propios usuarios (agrícolas e industriales).
En cuanto a la evolución de dicha captación de agua, se aprecia una tendencia decreciente, especialmente en la captación de agua para riego agrícola (-11%), seguida de la captación realizada directamente por las empresas (-10%) y de la captación para el suministro de las redes públicas (-7%).
Uso del agua
Los indicadores de uso del agua revelan que, en general, los usuarios han realizado importantes esfuerzos para mejorar su eficiencia en el uso del agua. Las empresas redujeron su intensidad en el uso del agua en un 40% en 2000-2014; seguidas por los hogares, que disminuyeron el uso de agua por persona en más de un 20%, hasta alcanzar los 132 litros por habitante y día (2014). Por el contrario, los usuarios agrícolas son los que han realizado un menor esfuerzo ya que los datos de 2000 y 2014 son prácticamente iguales.
Saneamiento y reutilización
Los indicadores de saneamiento y reutilización muestran el volumen de agua residual que es tratada o depurada. En 2014, el 10,74% del agua tratada en las más de 2.000 Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) que hay en España se regeneró para su posterior reutilización en la agricultura (62%), el riego de zonas verdes (20%) o la industria (7%). La Comunidad Valenciana (59%), Murcia (50%) y Baleares (45%) son las regiones donde mayor porcentaje de agua tratada se reutilizó en 2014. «Este dato sitúa a España a la cabeza en materia de reutilización de aguas residuales ya que en Europa la media se sitúa en un 2,4%», subraya la directora de la Cátedra Aquae.
Estado ambiental
Respecto a los indicadores de estado ambiental de las masas de agua, tanto cuantitativo como cualitativo, este estudio de la Cátedra Aquae destaca un dato: el 54,8% de las masas de agua superficiales en España ha alcanzado el buen estado ecológico, un 14,8% más que la media europea (según el informe europeo WISE Water Framework Directive de 2018). En cuanto a las masas de agua subterráneas, el 81,5% están en buen estado cuantitativo en nuestro país. Sin embargo, el estado químico de estas masas (el 69,1% están en buen estado cualitativo) es muy inferior al estado de las masas superficiales (el 87,4% están en buen estado).
«Estos resultados muestran que aún hay importantes avances que hacer para lograr el buen estado de las masas de agua, especialmente en la mejora cuantitativa de las masas superficiales, sobre todo en las cuencas del Duero, el Guadiana y el Júcar, que son las que tienen un mayor porcentaje de masas que no alcanzan el buen estado» señala Amelia Pérez Zabaleta, directora de la Cátedra Aquae. «También hay que mejorar el estado cualitativo de las masas subterráneas, sobre todo en las cuencas del Guadiana y las cuencas mediterráneas andaluzas, que presentan un menor porcentaje de masas en buen estado químico».