La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, ha presentado esta semana el anteproyecto de rehabilitación del antiguo colegio San Bernabé para que se convierta en Centro Cívico para el Casco Antiguo, dentro de la Estrategia de regeneración de La Villanueva, que incide en un planteamiento novedoso de “reciclaje” urbano. «Las instalaciones serán sometidas a una recuperación dando lugar a uno de los primeros ejemplos de reciclaje urbano en la ciudad», según indicó la alcaldesa. Incluye entre otras cosas, cubierta verde, aislamiento de fachada, zonas ajardinadas, reciclaje de materiales, y ventilación e iluminación naturales.
El proyecto combina el aprovechamiento de edificios que quedaron en desuso utilizando elementos preexistentes y combinándolos con nuevas propuestas de sostenibilidad y soluciones tecnológicas.
El conjunto de actividades que se ofrecerán serán diversas, incluyendo ludoteca, áreas de formación, sala de videoconferencias, auditorio, vivero de empresas, y un bar. En total, la intervención se producirá sobre una superficie construida de 1.283,36 m2, 1.072,60 m2 útiles que se reparten en planta baja, entreplanta, primera planta y una planta de cubierta verde. En principio, el presupuesto orientativo calculado en el anteproyecto es de 886.500 euros.
Cubierta verde y zonas ajardinadas
Una cubierta ajardinada es uno de los elementos singulares de la propuesta. Según se indica en el anteproyecto, cubriendo con una malla metálica expandida la cubierta verde se evitan sus vistas desde el exterior, se admite la entrada del agua de lluvia y se consigue una ventilación e iluminación natural permanente que posibilita la prosperidad de las plantas.
La reconversión del patio interior en jardín es también un elemento relacionado con la sostenibilidad y acorde con los objetivos temáticos de la Estrategia de La Villanueva. Convertirá así lo que ahora es una mera solera de hormigón fría en un espacio ajardinado interior pero con gran permeabilidad con el exterior.
Se plantea una reserva de espacio coincidente con la fachada para un acceso exclusivamente peatonal de carácter estancial. A ambos lados de esta plataforma se redistribuirá el arbolado, creando una pantalla visual y una barrera física que impida el acceso lateral rodado.
Fachadas y carpintería
La adecuación a las condiciones técnicas exigidas actualmente obligará a reponer la solera por completo de la planta baja y a construir un nuevo forjado techo de la planta primera, ambos con un correcto aislamiento.
Al conjunto se le dotará de “una nueva piel” en la que se mejoren las condiciones térmicas, un nuevo revestimiento con un tratamiento especial en el perímetro de los huecos de fachada (alfeizar, jambas y dintel). Las carpinterías exteriores también se cambiarán prácticamente en su totalidad.
Interior del edificio
Se dispondrá de todas las dependencias de planta baja a nivel de la rasante de la calle. En total se abrirán en el perímetro siete portones, que darán a las tres calles colindantes.
En la misma línea de reciclaje que se somete al edificio, el mobiliario deberá provenir en buena medida de la reutilización. Algunos de los elementos que han quedado en el interior del colegio podrían volverse a ubicar en él, acompañados por otros que pudieran estar en los almacenes municipales o de similar procedencia. Como se indica en la memoria del anteproyecto: “La diversidad de mobiliario aportará carácter singular al edificio”.