El proyecto ‘Zure-tokia’ es una experiencia piloto de una promoción pública de un bloque de 32 apartamentos con importantes factores innovadores en el ámbito de la edificación sostenible, cumpliendo con los estándares de vivienda de consumo casi nulo, construcción en madera, uso de energías renovables y techo fotovoltaico. Los apartamentos son de alquiler y están destinados a personas mayores de 65 años. El bloque se encuentra integrado en un entorno urbano en el barrio pamplonés de Azpilagaña.
El proyecto ‘Zure-tokia’, que significa ‘lugar de madera’ y ‘tu lugar’ al mismo tiempo, fue presentado por el alcalde de Pamplona-Iruña, Joseba Asiron, y el vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Miguel Laparra, la pasada semana. El objetivo es ofrecer nuevas fórmulas de vivienda accesible que respondan ante los retos arquitectónicos actuales y las necesidades del envejecimiento activo.
Edificación sostenible, construcción en madera y tecnología BIM
Estos apartamentos dotacionales destacan por haber introducido importantes factores innovadores en el ámbito de la edificación sostenible, tales como la edificación bajo el estándar de eficiencia energética en Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN) Passivhaus; la construcción en madera, tanto en estructura como en cerramientos, y por ser la primera promoción pública en aplicar la metodología Building Information Modeling (BIM), tanto en el diseño del edificio y en la dirección de obra como en su posterior mantenimiento.
En cuanto a las innovaciones en la utilización de energías renovables, el edificio Zure-tokia incorpora la biomasa para la alimentación de calor -con una combinación de energía eléctrica y térmica- y un llamado techo fotovoltaico Plug&Play, acompañado por un novedoso sistema de almacenamiento de energía, una solución industrializada que forma parte del proyecto europeo ‘Stardust’ de la Smart Community of Pamplona.
Los apartamentos se caracterizan por ser totalmente accesibles, versátiles y adaptables a una o dos habitaciones, según necesidades.
Una vez concluida la redacción del proyecto de ejecución por su propio equipo de arquitectos, la sociedad pública Nasuvinsa se encargará de sacar a licitación próximamente las obras de construcción del edificio y, posteriormente, gestionará el alquiler protegido de los apartamentos a precios asequibles, cuyas rentas servirán para amortizar la inversión en el edificio.