El edificio residencial de lujo llamado Agora Garden Tower, o Tao Zhu Yin Yuan, está ubicado en Taipéi (Taiwán, China) y actualmente se encuentra en sus últimos meses de la fase de construcción. Los principales objetivos del proyecto se centraban en crear una torre sostenible, verde, flexible y anti seísmos. Se caracteriza por su fachada verde, la optimización de la luz y la ventilación, el bajo consumo energético, el uso de materiales sostenibles y la gestión de residuos y agua. Además dispone de placas fotovoltaicas en la parte más alta de la torre.
El diseño del proyecto se ha llevado a cabo por la firma de arquitectos Vincent Callebaut Architectures, en París, que fue ganadora del concurso internacional que se lanzó en 2010 para desarrollar la arquitectura de este edificio sostenible.
Ubicada en el corazón del distrito Xinyin, en pleno desarrollo, la torre Agora Garden presenta un concepto pionero de construcción residencial sostenible. El estudio de arquitectura pretendía con este diseño limitar la huella ecológica de sus habitantes mediante «la investigación de la correcta simbiosis entre el ser humano y la naturaleza».
Los arquitectos afirman que los análisis de luz solar, temperatura y viento han permitido mejorar el diseño bioclimático del proyecto. Durante los estudios llevados a cabo, el reto más importante fue desarrollar con todo el equipo los conceptos estructurales, paisajísticos, las instalaciones mecánicas, eléctricas e hidrosanitarias, el estudio sísmico y el diseño interior. Según el estudio de arquitectura que ha diseñado este edificio, puede soportar terremotos de grado 7 en la escala Richter, permaneciendo el edificio elástico sin sufrir daños.
El concepto del diseño consistía en construir un verdadero paisaje verde vertical con un bajo consumo energético. La firma de arquitectura subraya que este proyecto representa ,además, la fusión entre la tecnología y la cultura oriental y occidental.
Torres helicoidales
La torre tiene 20 pisos de altura y está formada por dos bloques que dibujan una geometría helicoidal, inspirada en la estructura en doble hélice del ADN. Cada nivel rota 4,5º respecto al anterior, lo cual hace que la torre realice un giro de 90º desde su base hasta la parte más alta. Se caracteriza, además de por su forma geométrica, por tener una fachada verde, envuelta en jardines en cascada. Ambos bloques están unidos mediante un núcleo central que es el principal elemento estructural desde el que parte cada apartamento en direcciones opuestas.
Los apartamentos cubren una superficie de 540 m2 de media, se disponen dos por cada nivel y están separados entre sí mediante el núcleo central. Todos los pisos están conectados a ambos lados por dos grandes columnas en espiral cubiertas por muros verdes. El diseño helicoidal permite una gran flexibilidad del espacio interior, además de permitir una visión óptima hacia los jardines suspendidos y vistas hacia la ciudad. Todos los apartamentos están libres de columnas.
El núcleo central ha sido diseñado para separar totalmente las circulaciones verticales en dos unidades de vivienda en el mismo nivel. Por cada piso, el núcleo central reúne 2 escaleras, 4 ascensores de alta velocidad par 24 personas (1.800 kg) y 1 elevador de automóviles, que también está pensado para transportar grandes piezas de arte, vehículos antiguos de lujo o incluso grandes pianos.
Este grupo arquitectónico ofrece un núcleo hipercompacto y una máxima flexibilidad de los apartamentos, con la posibilidad de unificar dos apartamentos en uno.
Debido a su forma arquitectónica, ya que la estructura no puede trabajar solamente en ménsula, las plataformas se apoyan en una mega columna curva dispuesta en los extremos, mientras que el resto de la estructura es un sistema de vigas vierendeel y soportes apoyados en pisos pares.
El giro de 90º de la geometría de los edificios tiene varios objetivos. Uno de ellos es generar un máximo de cascadas de jardines suspendidos en el aire que no formen parte de la superficie construida. Esta disposición helicoidal permite ofrecer a los residentes vistas panorámicas excepcionales sobre el horizonte de Taipei, y generar una geometría progresiva con ménsulas que garantice la intimidad de cada apartamento ya que se reducen los ejes de visión de un apartamento a otro. Además, esta estructura consigue que desde cada apartamento se tenga una vista exterior hacia el jardín vertical.
Fachada y jardín vertical
El proyecto responde a cuatro objetivos ecológicos principales: La reducción del calentamiento global (ya que puede verse reducido mediante los hábitos del uso de la energía en los hogares), la protección de la naturaleza, la biodiversidad, el medioambiente y la calidad de vida, y la gestión de los recursos naturales y de los residuos.
Por un lado, se consigue aumentar la eficiencia energética mediante el aislamiento de las fachadas con el sistema de doble piel. La eficiencia energética conseguida reduce la cantidad de energía que necesitan el sistema de aire acondicionado y la iluminación.
Por otro lado, una de las cualidades más características con las que se quería otorgar a este edificio es la creación de un jardín vertical, que fuera habitado y cultivado por sus propios residentes. Se pretendía conseguir un diseño vanguardista que permitiera un estilo de vida acorde a la naturaleza y al clima.
El jardín vertical envuelve toda la torre, ya que en todos los balcones a lo largo de los 20 pisos de altura se plantarán huertos suspendidos, huertos orgánicos, jardines aromáticos y otros jardines medicinales. Es una forma de producir los propios alimentos para los residentes del edificio. Los diseñadores prevén plantar 23.000 árboles, distribuidos entre jardines y balcones. Se estima que todo el conjunto plantado puede llegar a absorber hasta 130 t de CO2 anualmente.
Los muebles de jardín, los espacios de compost, desde los desechos hasta los fertilizantes orgánicos, las celdas de combustible, los tanques de agua de lluvia para el riego de las plantas y los nidos ecológicos para las aves se integrarán directamente en el diseño de las jardineras exteriores. Para proteger los tanques de sustrato orgánico del calor proveniente de la radiación solar, las camas de cultivo se cubrirán con una capa de granito blanco Bethel, en nido de abeja.
Energía solar y gestión de residuos
El ecodiseño del edificio incorpora el reciclaje de residuos orgánicos y el reciclaje del agua utilizada, el uso de energías renovables y otras nuevas nanotecnologías de última generación como la integración de energía fotovoltaica (BIPV), sistema de recogida y reciclado de las aguas pluviales, y producción de compost.
Situada a 100 m de altura, en lo alto de la torre, se encuentra una enorme pérgola fotovoltaica de 1.000 m² que transforma la energía solar en energía eléctrica. La energía generada se introduce directamente en la red del edificio. Bajo estas placas fotovoltaicas, en la misma azotea de la torre, se encuentran los «clubes» de uso común para los residentes del edificio, que están rodeados por jardines panorámicos que filtran y purifican el agua de lluvia. Este agua luego es reinyectada por gravedad en la red de distribución de agua sanitaria. Desde esta terraza hay una extraordinaria vista panorámica sobre la torre Taipei 101.
Todos los materiales de construcción y mobiliario son seleccionados con etiquetas de materiales reciclados o reciclables. Imitando los procesos de los ecosistemas naturales, el proyecto trata de reinventar los procesos industriales y arquitectónicos en Taiwán para generar soluciones limpias y crear un ciclo industrial en el que todo se reutilice. Tal y como indica el arquitecto Vincent Callebaut, «Agora Garden es un prototipo biotecnológico que pretende revelar la simbiosis de las acciones humanas y su impacto positivo en la naturaleza».
El sistema constructivo aporta una flexibilidad total al nivel de la distribución técnica de los flujos. Los flujos verticales adicionales se organizan en «ejes oblicuos» a lo largo de la fachada de cristal. La red de fluidos, como el agua de lluvia, el agua utilizada, agua caliente, electricidad, calefacción por suelo radiante, aire frío, aire caliente, y fibra óptica, que atraviesa el núcleo central puede irrigar sin dificultad en forma horizontal.
Iluminación y ventilación naturales
En el núcleo cilíndrico existe un pozo de luz que hace que ésta llegue hasta el sótano más profundo. Los aparcamientos, la piscina y el gimnasio están naturalmente iluminados y ventilados.
Se ha optimizado la entrada de luz natural y ventilación. Para aumentar la iluminación natural la torre está cubierta por una fachada de cristal. Un vidrio multicapa, o fachadas de doble capa con persianas integradas, se asocian directamente para proteger los espacios interiores de la radiación solar en verano y limitar la pérdida de calor en invierno. El muro cortina del núcleo central es de doble capa, facilitando un control climático pasivo. Todos los vidrios son de baja emisividad térmica.
La planta baja, en doble altura, establece a través de sus grandes fachadas transparentes una alta conectividad entre los espacios comunitarios interiores y el jardín exterior.
Este proyecto ha conseguido las certificaciones LEED Gold del U.S. Green Building Council, y Diamond Level de Low Carbon Building Alliance. El proyecto tiene como uno de los objetivos conseguir la aprobación oficial de Green Building Label, el sistema de evaluación de edificios sostenibles que otorga el Ministerio de Asuntos Internos de Taipei, conforme a la eficiencia energética del edificio. Está previsto que finalice su construcción para verano de 2019.