El nuevo complejo deportivo de Meicende (municipio de Arteixo, A Coruña) y la construcción del campo de fútbol de Pastoriza contarán con medidas de eficiencia energética, gestión de residuos y de reutilización de aguas pluviales, materiales sostenibles y reciclados, energía fotovoltaica y calificación energética A. Entre las medidas que se establecen relativas a la eficiencia ambiental se encuentran el ahorro en el consumo de materiales, agua, energía y minimización de los residuos, medidas contra la contaminación lumínica y acústica.
Las obras sumarán más de 8 millones de euros de inversión y responderán a la demanda histórica de los residentes de la zona en cuanto a infraestructuras deportivas. El alcalde de Meicende, Carlos Calvelo, presentó la pasada semana el proyecto constructivo de estas instalaciones, que comenzará a construirse este mismo año y tendrá un tiempo de ejecución de aproximadamente un año y medio.
El complejo deportivo se situará en un punto intermedio entre Meicende y Pastoriza. El terreno abarca una superficie de 22.698 m2 donde se incluyen la zona de la piscina, la zona verde y el edificio de instalaciones deportivas. La integración en el entorno ha sido una de las premisas del proyecto para la construcción del edificio. En su construcción se ha buscado implementar sistemas para obtener la máxima eficiencia energética.
El proyecto contempla minimizar los costes de ejecución de mantenimiento del edificio, el buen comportamiento bioclimático del edificio, considerando las mejores posibilidades de orientación de la luz natural, y soluciones constructivas de la envolvente que permitan un uso racional de la energía y la reducción de riesgo de aparición de humedades a lo largo de la vida útil del edificio.
Gestión de residuos, agua y energía
Una parte de las necesidades térmicas del edificio serán cubiertas mediante la incorporación de sistemas de aprovechamiento de calor renovable o residual (energía solar, termoeléctrica, biomasa). Una parte de las necesidades eléctricas del edificio serán cubiertas por energía solar fotovoltaica.
Los cerramientos del edificio incluyen una parte de prefabricado de hormigón y otra parte de paneles de corcho. Todo el pavimento exterior tiene una calificación energética A.
En la edificación se integran estrategias de ecoarquitectura que conllevan la reducción de los consumos energéticos y de agua, así como el uso de energías renovables. Se impulsará un cierto nivel de autosuficiencia hídrica, fomentando el uso de agua a través de la recogida de aguas pluviales y sistemas de aprovechamiento de aguas grises. Parte de esa agua se aprovechará para el riego.
Medidas de eficiencia energética en las obras
Las obras de acondicionamiento de la parcela y la edificación tendrán en cuenta procedimientos, técnicas y herramientas que supongan un ahorro energético de agua y reducción de emisiones de CO2, así como la reducción de generación de residuos y ciclo de vida de los materiales. Se tendrán en cuenta materiales con etiquetas ecológicas, naturales, renovables, de menor consumo energético para su fabricación, reciclados o reutilizados.
El plan de gestión de los residuos durante la obra debe llevarse a cabo de manera que se maximice la reducción de la generación de residuos, la reutilización de materiales, el reciclaje y valorización de los mismos, y se velará por una correcta separación y limpieza de la obra. Entre las técnicas constructivas se utilizarán aquellas que posibiliten el reciclaje y desmontaje.