«El gasto en calefacción para calentar un piso tipo de 90 m2 oscila entre los 1.800 y los 2.500 euros al año, y tras una rehabilitación de las principales zonas comunes esta cantidad podría reducirse hasta los 1.000 euros». Así lo afirman los datos de la Agencia para la Rehabilitación de Edificios (Rehare) recogidos por Danosa con motivo de la feria Rehabitar Madrid. Según indican, acometer una rehabilitación en las principales zonas comunes de un edificio como cubiertas y fachadas podría abaratar la factura energética en hasta 125 euros al mes o, lo que es lo mismo, hasta en 1.500 euros al año. Una cifra cuanto menos importante, pues indica que la inversión de la rehabilitación puede amortizarse en apenas 5 años.
Según estas investigaciones, las zonas comunes ocupan entre un 10% y un 15% del espacio de un edificio y son además, por ser las más expuestas al frío, al calor, a las lluvias o al sol, la principal vía de escape de los inmuebles, ya que por ellas puede perderse hasta un 70% de la energía. Para evitar derroches de consumo energético y para mantener el interior de los edificios en unas condiciones óptimas de temperatura será necesario renovar su aislamiento e impermeabilización, antes de que problemas como humedades y goteras puedan, además de afectar a su estética, dañar su estructura y necesitar una rehabilitación más compleja y costosa.
Aparte de cuidar la estética y el consumo energético de los edificios para hacerlos más eficientes, es también muy importante velar por la estanquidad al agua de otros espacios como fosos de ascensores, piscinas, aparcamientos o sótanos, además de preservar el confort acústico en el interior de los hogares ante ruidos externos, para lo cual existe una solución de aislamiento acústico que puede reducir el ruido hasta en un 70%.