Ya está abierto el plazo para que emprendedores y startups presenten sus proyectos de desarrollo de modelo de negocio dirigido a ayudar a reducir residuos o a convertir residuos en recursos, en las áreas de economía digital circular, reciclaje y prevención de residuos, a la edición 2019 del premio Green Alley. Las startups podrán enviar su candidatura hasta el 25 de junio de 2019. El Green Alley Awards, creado por el Grupo Landbell, matriz de European Recycling Platform (ERP), es el primer galardón europeo para emprendedores centrado en la economía circular.
Con ésta cumple ya seis ediciones, y ha sido diseñado para ayudar a compañías que están a punto de lanzar sus productos o servicios o en fase de crecimiento y también a aquellas que quieran expandirse a otros mercados europeos. Los participantes pueden presentar sus candidaturas hasta el próximo 25 de junio, de manera online, a través de la web.
El premio tiene una dotación económica de 25.000 euros para el ganador. Además del galardón en metálico, en esta edición, los finalistas tendrán también la posibilidad de ganar el Premio Seedmatch Crowd, que incluye un taller de un día para recaudar dinero mediante plataformas online y la ocasión de crear una campaña individual de crowdfunding. “Queremos impulsar nuevas ideas y puntos de vista sobre cómo ahorrar recursos y reducir residuos”, afirma Jan Patrick Schulz, CEO de Landbell Group. “Nuestro objetivo es fomentar y promover nuevas empresas y conectarlas con una red de expertos en economía circular en toda Europa”, añade.
Amplia variedad de conceptos en proyectos presentados
Tanto si se trata del desarrollo de materiales sostenibles, como de ideas para reducir residuos o herramientas digitales útiles, la economía circular tiene un enorme potencial de negocio para los emprendedores. Así lo demuestra la diversidad de conceptos presentados por los ganadores del Premio Green Alley en los últimos cinco años. El año pasado, la startup británica Aeropowder ganó el premio con un material de aislante para embalaje fabricado con plumas desechadas.
En 2017, la startup finlandesa Sulapac presentó una alternativa al envoltorio plástico, fabricada con madera biodegradable. Y el primer ganador del Premio Green Alley en 2014, la startup finlandesa Repack, propuso un servicio de embalajes reutilizables, para que los vendedores online redujeran sus envoltorios desechables.