El pasado 29 de marzo, Sestao Berri, sociedad pública que nació para articular la regeneración urbanística de Sestao (Bilbao), presentó el balance de la rehabilitación energética eficiente realizada en el municipio de Sestao en el marco del proyecto EU-GUGLE, coordinado por el Centro Nacional de España para las Energías Renovables (Cener). Cinco han sido los edificios donde se han llevado a cabo las actuaciones de mejora de eficiencia energética bajo este proyecto que comenzó en 2013.
El proyecto europeo EU-GUGLE tiene la finalidad de demostrar la viabilidad de llevar a cabo rehabilitaciones de “energía casi cero” en 6 ciudades piloto a gran escala con modelos que puedan ser replicados en toda Europa, en comunidades y ciudades inteligentes, para el año 2020. Para ello, las ciudades piloto de Viena (Austria), Aquisgrán (Alemania), Milán (Italia), Sestao (España), Tampere (Finlandia) y Bratislava (Eslovaquia) se comprometieron a renovar un total de 226.000 m² de espacio habitable durante los 5 años de duración del proyecto.
Intervenciones realizadas en Sestao
La rehabilitación con criterios de eficiencia energética desarrollada en Sestao suma una superficie de 20.000 m2, distribuidos en cinco actuaciones en el área Txabarri-El Sol.
EU-GUGLE ha destinado 1,36 millones de euros para estas intervenciones, entre las que resalta, por su complejidad, la rehabilitación integral de la Casa del Arco, en la calle Txabarri, un edificio del siglo XIX protegido por su valor arquitectónico. La rehabilitación ha permitido la creación de 47 viviendas. El resto de las intervenciones se han realizado en otros cuatro edificios de construcción más reciente, de los años 90, todos ellos habitados durante los trabajos de rehabilitación. El ahorro energético conseguido se sitúa entre el 83,2% y el 87,1%, acreditados por los certificados de eficiencia energética.
Mediante estas intervenciones se ha permitido abordar el confort y la calidad de vida de casi 1.300 personas.
La Casa del Arco (Txabarri)
La intervención en este edificio, construido en 1890, ha consistido en una rehabilitación integral en la que únicamente se han mantenido sus fachadas, calificadas como fachadas protegidas por su interés arquitectónico y su estructura de madera. La rehabilitación se ha realizado bajo las premisas de una rehabilitación energética, con aislamiento por el exterior, materiales sostenibles, calderas de biomasa, ventilación con recuperación de calor, consiguiendo una calificación energética A.
Los materiales que se han utilizado tienen el menor impacto ambiental posible en todas las etapas de su ciclo de vida, desde la fabricación, transporte, uso y destrucción, como la lana de roca, y materiales de algodón reciclado. Una parte importante ha sido la instalación de las calderas de biomasa para el sistema central de calefacción y agua caliente, la ventilación mecánica con sistema de recuperación de calor, además del uso de los materiales reciclables. Las calderas usan pellets como combustible ecológico, generado por la recuperación de subproductos derivados de la industria de la madera. Con todo ello se consigue una reducción de emisiones de CO2 del 93%.
Entre las intervenciones también se encuentra la recuperación de aguas grises, alargando así su ciclo de vida añadiendo valor a su uso. Una vez tratadas son impulsadas a los inodoros.
Restauración en fachada, cubierta y carpinterías
La estructura principal de madera de roble se ha restaurado en su totalidad, a excepción sólo de unas pocas piezas nuevas de madera local con certificado PEFC. La solivería existente de pino en mal estado se ha sustituido por forjados de panel industrializado CLT de madera de 12 cm de espesor. Las zancas de las escaleras también se han resuelto mediante estructuras de madera prefabricadas, con paneles CLT de 10 cm.
La estructura de la cubierta se ha sustituido en su totalidad. Se ha mantenido la estructura principal, tratando la superficie y el interior mediante válvulas por inyección anti-xilófagos, y se ha protegido frente al riesgo de incendio. Bajo cubierta están ubicados los grupos de ventilación y recuperadores de calor con un rendimiento del 60% para el sistema de ventilación mecánico de doble flujo.
La carpintería es de madera laminada que cumple con las prestaciones de permeabilidad al aire, estanqueidad al agua, resistencia a la carga del viento y transmitancia térmica. Dispone de sello FSC que además de criterios ambientales incorpora criterios sociales.
Se han recuperado los miradores originales mediante unos trabajos desarrollados con criterios de reutilización, valorización y reciclabilidad.
Aislamiento térmico y acústico
En el edificio Txabarri se ha añadido un ático con nuevas aperturas en la cubierta y fachada. El aislamiento térmico de la fachada protegida se ha resuelto por dentro con 8 cm de espesor, consiguiendo una transmitancia térmica de 0,35 W/m2K. El aislamiento de las fachadas no protegidas es de 14 cm mediante sistema SATE por su cara exterior consiguiendo una transmitancia térmica de 0,2 W/m2K.
La transmitancia térmica del cerramiento se ha reducido un 75% respecto a lo exigido en el CTE, mientras que la de la cubierta se ha reducido en un 55%.
En cuanto al aislamiento acústico, los portales 25 y 27 tienen instalado en todas sus viviendas el material Koopmat-Acustic en tabiquería interior dentro de las viviendas y en falsos techos.
Para eliminar la transmisión de ruidos aéreos y de impacto se ha ejecutado un recrecido con mortero autonivelante a base de anhidrita, un conglomerante derivado de un residuo de la industria del flúor que supone una reducción del impacto ambiental superior al 80% respecto al uso de morteros tradicionales.
El resultado final es de un edificio de consumo energético casi nulo con certificación energética A, con un consumo de energía de 21 kWh/m² y una aportación de renovables mayor del 70%. El Ihobe reconoce el edificio como un caso práctico de excelencia ambiental en edificación y rehabilitación ambientalmente sostenible con una puntuación de 67,04 (nivel III).
Actuaciones en los 4 edificios de construcción reciente
Los cuatro edificios de construcción de los años 90 se sitúan en la calle Bariega 2, Autonomía 21, los Baños 22, y la manzana del antiguo Patronato conformada por los portales 19, 21 y 23 de la calle Txabarri, 22 y 24 de la calle Autonomía.
La rehabilitación de estos edificios, que se ha llevado a cabo con los vecinos viviendo dentro, se ha realizado bajo criterios de eficiencia energética, aislando la envolvente por el exterior e incluyendo una nueva instalación de agua caliente y calefacción, para el uso del sistema district heating, es decir un sistema de calefacción de barrio que tiene sus calderas bajo tierra en el Parque Vicente Díez, y abastece a las viviendas de este proyecto. Se consigue así que se gane dos letras en calificación energética.
En el edificio de la manzana del Patronato, con 115 viviendas, destacan las fachadas exteriores ventiladas con acabado cerámico y patios con acabado acrílico, aislamiento exterior en fachadas y cubierta, y la instalación de tres calderas de biomasa.
Tanto en el edificio de Autonomía 21 que cuenta con 10 viviendas, como en Los Baños, de 20 viviendas, se ha aislado exteriormente la fachada y se han cambiado las ventanas por unas de doble acristalamiento con cámara de aire, además de instalar una caldera de biomasa.
En el edificio de la Bariega, de 20 vecinos, se ha dispuesto aislamiento exterior en fachada y cubierta e instalado una caldera de biomasa.
Mediante las actuaciones se perseguía conseguir una tipología de viviendas con ventilación natural cruzada y utilizar la iluminación natural y un diseño de espacios naturales para conseguir habitaciones luminosas. Se ha introducido materiales sostenibles como la madera, paneles prefabricados de yeso, y carpintería de madera. Los objetivos eran eliminar puentes térmicos, reducir la transmitancia térmica de la envolvente, mejorar la ventilación de las viviendas y la certificación energética para cumplir con los requisitos mínimos (D) exigidos en las regulaciones del CTE en España.
Objetivos de EU-GUGLE
La combinación de conocimientos en materia de investigación sobre rehabilitaciones en edificios permitirá implementar una combinación de soluciones técnicas, socio-económicas y financieras adaptadas a las necesidades locales. Todos los elementos del proceso de rehabilitación han sido monitorizados y evaluados, desde la eficiencia energética de los edificios rehabilitados, hasta los esquemas de financiación elegidos por los municipios.
El proyecto forma parte de la iniciativa Ciudades y distritos inteligentes de la Comunidad Europea cuyo objetivo es favorecer la difusión en toda la UE de los modelos y estrategias más eficientes para lograr una reducción de las emisiones de gases invernadero del 40% para el año 2020.