La primera ciudad flotante sostenible del mundo, Oceanix City, se presenta ante ONU-Hábitat

Oceanix City

El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, ONU-Hábitat, se reunió recientemente con una amplia gama de socios en la Primera Mesa Redonda de Alto Nivel de la ONU sobre Ciudades Flotantes Sostenibles, para explorar soluciones innovadoras ante la situación a la que se enfrentan muchas ciudades y países costeros debido al aumento del nivel del mar. La mesa redonda, convocada conjuntamente con Oceanix, el Centro de Ingeniería Oceánica del MIT y la asociación internacional The Explorers Club (que promueve la exploración científica y el estudio de campo), reunió a innovadores, exploradores, ingenieros marinos y científicos en la sede de la ONU para compartir ideas de vanguardia. El diseño de Oceanix City, el proyecto de la primera ciudad flotante sostenible del mundo, se dio así a conocer, en apoyo a la Nueva Agenda Urbana de ONU-Hábitat: una visión para la primera comunidad flotante resistente y sostenible del mundo, diseñada para 10.000 residentes en una superficie que abarca 75 hectáreas.

Infografía de Oceanix City. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Cerca del 50 % de las personas en el mundo viven en áreas costeras: dos de cada cinco personas en el mundo viven a menos de 100 km de la costa y uno de cada diez vive en zonas costeras a menos de 10 m sobre el nivel del mar. El aumento del mar y el cambio climático puede provocar que el 90 % de las ciudades más grandes del mundo estén expuestas al aumento de los mares para 2050. La gran mayoría de las ciudades costeras se verá afectada por la erosión e inundaciones costeras, que desplazarán a millones de personas y destruirán viviendas e infraestructuras.

Oceanix City iluminada de noche. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

La Mesa Redonda que llevó a cabo la ONU exploró las posibles soluciones para evitar esta catástrofe, incluidas las ciudades flotantes autosuficientes, que producen sus propios alimentos, energía, agua dulce y cero residuos. «Nueve de cada 10 de las ciudades más grandes del mundo estarán expuestas al aumento de los mares para 2050.

La primera comunidad flotante sostenible y autosostenida está diseñada como un ecosistema que canaliza flujos circulares de energía, agua, alimentos y residuos. Es un proyecto para una metrópolis marítima modular anclada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La arquitectura aditiva puede crecer, transformarse y adaptarse orgánicamente a lo largo del tiempo, evolucionando de un vecindario de 300 residentes a una ciudad de 10.000, con la posibilidad de escalar indefinidamente para proporcionar comunidades náuticas prósperas para las personas que se preocupan entre sí y con nuestro planeta», señala Bjarke Ingels, socio fundador del Grupo BIG-Bjarke Ingels y diseñador de este concepto.

Distribución del espacio urbano

Este proyecto contempla la construcción modular de barrios que cubren una superficie de 2 hectáreas. Se pretende crear con ello comunidades prósperas y autosuficientes de hasta 300 residentes con espacios de uso mixto para vivir, trabajar y reunirse. Todas las estructuras construidas en este barrio alcanzarían un máximo de 7 pisos de altura. Esta limitación se establece para crear un centro de gravedad bajo y aumentar la resistencia al viento.

Cada recinto de la plataforma está destinado a un fin, como la vivienda, el laboratorio de investigación, el mercado o el lugar de trabajo. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Todos los edificios están abiertos, y disponen de espacios interiores de auto-sombra que favorezcan el confort y disminuyan los costos de refrigeración. También se maximiza el área del tejado para disponer de placas que capturen la energía solar.

En la ciudad prima el uso de materiales sostenibles para la edificación y la agricultura comunitaria. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Al agrupar seis barrios alrededor de un puerto central protegido, se forman las aldeas. Las aldeas más grandes, con una superficie de 12 hectáreas, pueden alojar hasta 1.650 residentes. Las funciones sociales, recreativas y comerciales se colocan alrededor del anillo interior protegido para alentar a los ciudadanos a reunirse y moverse alrededor de la aldea. Los espacios están distribuidos de manera que los residentes puedan fácilmente caminar o navegar por la ciudad.

Concepto de barrio, aldea y ciudad de Oceanix City. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Agrupando seis aldeas se formaría una ciudad de 10.000 residentes, con la idea de crear un fuerte sentido de comunidad e identidad. En el corazón de esta ciudad se ubicaría un puerto protegido aún más grande.

Gestión de residuos, agua y energía

La gestión de los materiales está basada en la economía circular para evitar la creación de residuos. Por ejemplo, los embalajes será reutilizables, y los objetos domésticos serán compartidos y arreglados a través de un ‘núcleo de intercambio’, un espacio creado para los residentes donde poder intercambiar cualquier objeto. Los residuos de los alimentos serán recolectados a través de tuberías neumáticas y serán convertidas posteriormente en energía eléctrica y compostaje.

Los ciudadanos intercambiarán materiales para promover la reutilización y la economía circular. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Los sistemas de la plataforma recolectarán el agua de la lluvia, de la humedad del aire y del agua del mar. Las aguas grises serán capturadas y recicladas para ser reutilizadas, y se evitará cualquier vertido al mar. La plataforma de 5.700 m2 albergará un almacén de agua, un sistema de tratamiento de agua, y una desaladora que funcionará mediante energías renovables. En los tejados de los edificios se recolectará el agua de la lluvia utilizando un espacio que suma un total de 10.400 m2. Los tejados también dispondrán de deshumificadores.

La plataforma contendrá dispositivos para capturar la energía eólica, solar, mareomotriz y undimotriz. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Las plataformas están diseñadas para optimizar la eficiencia energética. Se captará energía de todas las fuentes renovables: solar, eólica, maeromotriz y undimotriz, para ser transformada en energía eléctrica. Se utilizará la construcción pasiva de los edificios de forma que se maximice la captura de energía solar en los tejados, además de crear espacios confortables tanto de interior como de exterior.

Construcción sostenible prefabricada

Todas las comunidades creadas con estas plataformas, independientemente del tamaño, darán prioridad a la utilización de los materiales de origen local para la construcción de los edificios, incluido el bambú, que es de rápido crecimiento, tiene seis veces la resistencia a tracción del acero, una huella de carbono negativa, y se puede cultivar en las plataformas.

Todos los espacios se diseñan abiertos e instan a reunirse y socializar. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Las ciudades flotantes pueden prefabricarse en la costa y remolcarse hasta su ubicación final, lo cual reduce los costos de construcción. Esto, junto con el bajo costo de arrendamiento de espacio en el océano, crea un modelo de vida asequible.

Infografía de cómo sería el puerto central. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Estos costes indican asimismo que si estas viviendas son asequibles, se podrían implementar rápidamente en las grandes ciudades costeras en caso de que hubiera una necesidad extrema en un momento dado. Las primeras ciudades de Oceanix están pensadas para las regiones tropicales y subtropicales más vulnerables de todo el mundo. Se trata de un proyecto asequible y dirigido a todo el mundo.

Agricultura comunal y arrecifes de Biorock

La plataforma tiene una organización perimetral de forma que crea espacios de producción cubiertos en el centro de los barrios, es decir granjas donde se cultive el alimento.

La granja cubierta se ubica en el centro de la plataforma. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Se establece como modelo socio-económico la agricultura comunal, en el centro de cada plataforma, de manera que los residentes son los que se encargan de producir el alimento. El proyecto también establece sistemas de gestión de residuos para conseguir residuos cero.

Interior de la granja, que es trabajada por los residentes de la ciudad. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Bajo las plataformas se crearán arrecifes mediante la tecnología de Biorock, que regenerarán el hábitat y crearán maricultura sostenible. Mediante la tecnología Biorock se aplica una descarga de corriente continua de bajo voltaje a estructuras de acero colocadas en el fondo del mar. Esto hace aumentar el volumen de roca caliza y acelerar el desarrollo del coral, haciendo que se restablezcan con mayor rapidez los ecosistemas marinos. Biorock regenera rápidamente los arrecifes de coral, ostras, pastos marinos, marismas, manglares, dando lugar a la recuperación de pesquerías y ecosistemas costeros donde no hay recuperación natural, y además es capaz de sobrevivir a fuertes huracanes. Además, los arrecifes flotantes de Biorock filtran y limpian las aguas costeras contaminadas.

Los arrecifes activarán y regenerarán el hábitat marino, dando lugar a una pesquería sostenible. Imagen de Oceanix/BIG-Bjarke Ingels Group.

Oceanix City no sólo es sostenible, sino que también está diseñada para sobrevivir a inundaciones y grandes tormentas. En el caso de un cambio importante a largo plazo en los patrones climáticos, toda la ciudad flotante puede ser desmontada y remolcada a un lugar más adecuado.

 
 
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