El Hotel Arima, ubicado en el bosque Miramon en Donostia-San Sebastián, ha sido diseñado con características de edificios de consumo casi nulo (ECCN), y acaba de recibir la precertificación del sello internacional Passivhaus, que reconoce el carácter pionero del edificio en la reducción de la huella ecológica durante la fase de uso del edificio.
El diseño se ha basado en soluciones pasivas como por ejemplo un alto aislamiento térmico, entre 14 cm y 16 cm en la envolvente térmica, ventanas con cristal triple y perfiles de madera con una transmitancia térmica total Uw de 1,1 W/m2K.
El edificio ha conseguido reducir los gastos energéticos hasta los valores más exigentes a nivel internacional, coincidiendo con una demanda para calefacción de 7 kWh/m2 anuales y otra de refrigeración de 6 kWh/m2 anuales. Estos valores se sitúan con un factor 10 por debajo de consumos energéticos de hoteles convencionales, logrando así una autonomía energética muy alta del edificio.
Calidad del aire y energías limpias
Para garantizar una alta calidad del aire interior, se ha instalado un sistema de ventilación controlada con recuperación de calor, y se han reducido las infiltraciones de aire, comprobándolas mediante un ensayo de hermeticidad al paso del aire Blowerdoor. El valor n50 conseguido ha sido 0,4 renovaciones/hora.
En el proceso de auditoría de certificación, llevado a cabo por Energiehaus Arquitectos, se han realizado ensayos acústicos en habitaciones tipo del hotel, para garantizar niveles acústicos inferiores a 30 dbA, valor límite marcado por el estándar Passivhaus.
El hotel incorpora además tecnología de última generación que utiliza energía limpia como la geotermia y aerotermia, sistemas de recogida de agua para limpieza, filtros de reducción del flujo de agua y gestión selectiva de residuos, entre otros sistemas.