El proyecto arquitectónico Villas Dolce Vita, en Lanzarote, será el primer complejo de viviendas que se construye en Canarias con paneles contralaminados de madera. La elección de la madera como material de construcción, al tratarse de un material natural, renovable, cuya producción tiene un impacto negativo en términos de emisiones CO2, completamente reciclable y que mejora la calificación energética de la viviendas, representa el compromiso ecosostenible para el futuro de la construcción en Lanzarote.
El complejo constará de 32 duplex independientes, repartidos en 8 módulos de 4 viviendas, aparcamientos privados, zonas comunes, jardines y piscina comunitaria. Las viviendas se encuentran en Costa Teguise, Lanzarote.
Las ventajas de la construcción en madera
El sistema de construcción utilizado se centra en sustituir el hormigón armado y los bloques, que son materiales con alto impacto a nivel medioambiental, por materiales sostenibles y renovables que tengan mejores cualidades a nivel estructural y constructivo.
Concretamente los paneles contralaminados de madera son paneles de maderas maciza con capas cruzadas. Los paneles pueden tener un mínimo de 3 hasta 8 capas, con grosores de 60 mm a 320 mm, de 2,5 m a 16 m de largo, y entre 245 cm y 275 cm de ancho. Una vez terminados, se comportan como muros macizos de madera.
Se trata esencialmente de paneles de madera cruzados, presados y encolados, siendo un recurso renovable, con bajo consumo energético en el proceso de fabricación y es el único material de construcción con balance positivo de energía y clima. La madera contralaminada puede almacenar C02 actuando como un “sumidero natural”, es decir, lo absorbe y almacena haciendo que se disminuyan las emisiones de CO2. La madera contralaminada tiene una elevada resistencia a la presión y a la flexión, según indica la fuente, y es un aislante natural gracias a su estructura celular.