El Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, ubicado en Madrid y que abrió sus puertas el pasado mes de abril, se ha convertido en una de las referencias en construcción sostenible. Su uso de materiales no contaminantes, eficiencia energética, confort, uso de renovables, gestión de residuos, disminución de la huella de carbono y prioridad en el uso de recursos regionales, ha hecho que recibiera recientemente el Certificado LEED Healthcare Platino.
El ahorro energético, con relación a un edificio de referencia, equivale a un 43%, con respecto a un edificio de referencia (metodología ASHRAE) que no hubiera implantado las mejoras en eficiencia energética.
Sus 600 m2 de paneles fotovoltaicos situados sobre la cubierta de las instalaciones suponen un ahorro del 10% de electricidad. Cuenta con certificado de eficiencia energética Clase A, tanto en consumo de energía primaria no renovable como en emisiones de CO2.
Certificado LEED Healthcare Platino
LEED Healthcare Platino es la máxima certificación otorgada por el US Green Building Council (USGBC), que acredita la sostenibilidad del centro, y la excelencia en el diseño y construcción desde un punto de vista ambiental. Desde el inicio del proyecto, se pretendía construir un edificio singular en el ámbito medioambiental.
El Hospital Fraternidad-Muprespa Habana ha conseguido 86 puntos, y según indica el propio Hospital, es el máximo obtenido por un centro hospitalario hasta la fecha, y el primero en Europa en conseguir la certificación LEED para Hospitales. Esta certificación incluye aspectos muy exigentes en relación con la calidad del aire, con el confort y la accesibilidad.
Según indican fuentes del Hospital, sólo otros tres hospitales del mundo (dos en Asia y uno en América) cuentan con este mismo certificado.
Las principales categorías evaluadas son el desarrollo sostenible de la parcela, la eficiencia energética y reducción de emisiones a la atmósfera, uso de energías renovables, la eficiencia en el consumo del agua, la selección de materiales sostenibles y gestión de residuos durante la construcción, y la mejora de la calidad ambiental dentro del edificio.
Cubiertas vegetales y energía fotovoltaica
Existen tres cubiertas vegetales con 660 m2, que contribuyen a reducir la huella de calor del edificio, situadas en las plantas baja, y las plantas 3ª y 4ª del hospital.
Para reducir el efecto isla de calor, para minimizar el impacto en los microclimas y los hábitats humanos y naturales, se ha situado el aparcamiento en plantas del sótano y se ha dotado al edificio de tres cubiertas vegetales.
Se ha instalado sistemas de producción de energía renovable en el edificio equivalentes al 10% del consumo anual de electricidad del centro mediante la instalación de paneles fotovoltaicos en la cubierta. Los 600 m2 de paneles fotovoltaicos situados en la cubierta producirán 137.000 kWh anuales.
Además, el Hospital garantiza la compra del 35% de la electricidad del edificio de una fuente con certificado verde durante dos años.
Se ha realizado una simulación energética con Energy Plus y el ahorro económico aproximado en gasto energético es del 42% con respecto a un edificio de referencia similar. Así, el hospital será capaz de ahorrar un 88% de la climatización de invierno, el 32% en iluminación interior y el 69% en iluminación exterior, así como el 52% de gas natural consumido en la generación ACS (agua caliente sanitaria).
Gestión de residuos
Para la construcción de este hospital, llevada a cabo por la empresa Ferrovial Agroman, se han seleccionado materiales regionales, con contenido reciclado, rápidamente renovables y con madera certificada.
Se han reutilizado los materiales y productos del edificio para reducir la demanda de materias primas y disminuir la cantidad de residuos, y de esta forma reducir el impacto asociado a la extracción y el procesamiento de materiales.
Se han utilizado materiales y productos extraídos y fabricados dentro de la región. De esta forma, se apoya el uso de recursos autóctonos y se reducen los impactos ambientales que surgen del transporte. El mobiliario que se ha suministrado al Hospital mantiene una composición de materiales regionales, con contenido reciclado, rápidamente renovables y con madera certificada.
Durante la obra se desarrolló un plan de gestión de desechos de la construcción, desviando los escombros de las construcciones y demoliciones en vertederos e instalaciones de incineración.
Fachada ventilada
Uno de los elementos más característicos del edificio, y que supera con creces los estándares de un edificio convencional, es la envolvente, responsable de garantizar el aislamiento térmico y acústico del edificio. El aislamiento utilizado está muy por encima de lo que establece la normativa, y ello permite conseguir los créditos LEED que tienen que ver con eficiencia energética. Los valores de resistencia al aire, al agua, a la carga de viento, al ruido, y de transmitancia térmica, permiten contrastar el nivel de calidad que se ha mantenido en el diseño y construcción del edificio.
El aislamiento térmico instalado en la envolvente es óptimo para reducir el consumo energético en calefacción y refrigeración. Además, se instalaron acristalamientos optimizando sus características físicas de transmitancia térmica y factor solar según orientación, y teniendo en cuenta el coste del ciclo de vida del edificio.
Para la fachada ventilada Knauf Insulation ha aportado sus productos de lana mineral de vidrio como aislamiento termo-acústico no combustible y que garantizan una excelente calidad del aire interior. Este aislamiento está fabricado con eTechnology, ligante de origen vegetal sin formadehídos ni fenoles, en el que un 85% de sus materiales son renovables.
La permeabilidad al aire según la norma UNE-EN 12207 es la Clase 4, siendo esta la de mayor estanqueidad, e indicando que las ventanas son de la máxima hermeticidad y calidad. La estanqueidad al agua es Clase E 1200 según la norma UNE-EN 12208, que de nuevo corresponde a las ventanas de mayor nivel de estanqueidad. La resistencia a la carga de viento según la norma UNE-EN 12210 es Clase C5, con capacidad de soportar presiones superiores a 2.000 Pa y velocidades de viento superiores a 206 km/h. El aislamiento acústico normalizado es de R = 33,9 ± 1,2 dBA, y la transmitancia térmica es de U= 3,0 W/m²K.
Gestión del agua y calidad del aire
Se ha hecho uso de la energía termosolar, con la instalación de 120 m2 de paneles solares térmicos, para producir el 90% del consumo diario de agua caliente sanitaria del hospital.
Se han seleccionado equipos, instalaciones y sistemas de control específicos para la reducción del consumo. Entre las medidas adoptadas, se encuentra el uso de aparatos sanitarios de consumo de agua muy reducido, equipos de climatización del edificio con circuitos cerrados de agua, sin pérdidas, y sin sistemas de evaporación de agua potable. Se han seleccionado para las cubiertas vegetales especies autóctonas de bajo consumo de agua, que no requieren riego más allá de la lluvia natural.
El edificio cuenta con un sistema de recuperación de aguas grises, que son almacenadas, tratadas y utilizadas en un circuito de aguas recicladas para inodoros. El volumen de agua de lavabos y duchas recuperado diariamente es de 8.000 l, y las necesidades diarias de agua reciclada son de 13.800 l. La reutilización de los 8.000 l de agua “nueva” permite un ahorro anual de casi 3 Ml de agua, que suponen el 57% de las necesidades de las descargas de los inodoros.
En cuanto a la calidad del aire interior, se ha conseguido mediante el uso de filtros de polarización activa. Además, se ha instalado más de 2.000 m2 de pavimento fotocatalítico biocida, que contribuye también a la calidad del aire interior.