El nuevo Campus Administrativo de la Generalitat de Catalunya, ubicado en la Zona Franca de Barcelona, ha sido el primer edificio de gran escala en España en conseguir el certificado LEED Platinum y WELL, según indica el estudio encargado de su diseño, Batlle I Roig Arquitectes. Es también el inmueble de oficinas más grande de toda Europa con este sello y el primer edificio en Cataluña que posee esta doble certificación.
Se trata de un diseño enfocado en conseguir la máxima eficiencia energética, que se maximizará al conectarse a la red de eco-energía del distrito. La obtención de la certificación LEED Platinum implica las más altas calificaciones a nivel de ahorro energético y reaprovechamiento de recursos, la calidad ambiental de los espacios y su uso, el análisis del ciclo de vida del edificio y la calidad ejecutiva y el control de los procesos de construcción (BIM).
Aislamiento de lana mineral
El aislamiento ha sido el material clave para obtener la certificación WELL. Según indican los consultores de la certificación, se optaba por WELL v1, que es una versión en la que uno de sus requisitos es que el 100% de los aislantes tengan un sello que garantice un máximo de emisiones de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV). La elección de los diferentes materiales y productos utilizados, sobre todo aislantes, fueron importantes para minimizar dichos contaminantes y garantizar el éxito del test de calidad de aire final. Por ello fue elegida la lana mineral fabricada con E-Technology de Knauf Insulation, ya que cumplía estos criterios.
La solución utilizada ha sido 10.000 m2 de E-Technology TP138, una innovadora bio-tecnología de resina libre de fenoles y formaldehídos, basada en materiales de origen natural renovables.
Fachada aislante, luz y ventilación naturales
La configuración de las fachadas se concibe como una doble piel que ofrece protección solar adaptada a cada orientación y un fácil mantenimiento y limpieza de los vidrios. Se han empleado más de 14.000 m2 de fachada modular acristalada, instalada por Wicona. Las zonas de visión están compuestas por un acristalamiento de dobles vidrios laminares con cámara de aire o argón y capas selectivas para el control solar y la transmisión térmica con la finalidad de mejorar el confort de los usuarios del edificio. Las zonas opacas se conforman sobre un marco en poliamida, barrera de vapor y aislamientos térmicos de lana de roca mineral y chapa de remate interior.
La protección solar en las fachadas para controlar la temperatura interior, la optimización y el uso de la ventilación natural dentro del edificio, son las cualidades que han hecho que el edificio consiguiera la certificación WELL, así como el sistema de recogida y reaprovechamiento de aguas grises y de lluvia.
A nivel energético, el edificio es un 70% más eficiente que los edificios de oficinas que se construyen hoy en día en Barcelona. La cubierta del edificio incluye una instalación fotovoltaica que generará 333.000 kWh de energía renovable al año, que representa el 11% del consumo total del edificio.