El edificio ‘Adelfas 98’, cuya construcción ha finalizado recientemente en Madrid, es un edificio residencial compuesto por 98 viviendas que ha sido diseñado bajo estándares de sostenibilidad y baja demanda energética.
Se trata de viviendas pasantes con ventilación cruzada, con diseño en doble bloque para favorecer la iluminación y ventilación naturales. Se ha dispuesto aislamiento térmico y acústico adecuado en función de la orientación de la fachada, para garantizar la calidad interior.
La arquitectura pasiva llevada a cabo tanto en su diseño como en su construcción repercute directamente en el usuario y en el medio ambiente.
Diseñado por el estudio de arquitectura Ruíz-Larrea & Asociados, y promovido y construido por Acciona Inmobiliaria, se ha convertido en el segundo edificio residencial de España en obtener la certificación BREEAM, calificado como Muy Bueno, y el primero en toda la Comunidad de Madrid. Además, ha alcanzado el porcentaje más alto nunca conseguido en España en vivienda colectiva, con un 67,99%.
Envolventes y cubiertas
La firma de arquitectura estudió la envolvente térmica del edificio, introduciendo materiales y sistemas activos eficientes que han permitido reducir al máximo la demanda energética a la vez que su consumo energético, traduciéndose directamente en una reducción de las emisiones de CO2.
Todos los aislamientos, tabiques de cartón-yeso, pavimentos de urbanización y vidrios que se han usado disponen de Declaraciones Ambientales de Producto (DAP), etiquetas ecológicas que proporcionan datos ambientales cuantificados que permiten a los consumidores la comparación de productos que cumplen con una misma función, lo cual posibilita seleccionar el que menores emisiones tiene durante todo su ciclo de vida.
Para minimizar las pérdidas en fachada norte, se ha elegido un diseño arquitectónico que evita los puentes térmicos, carpinterías que garantizan la estanqueidad, captación solar en invierno y sombreamiento en verano.
Dependiendo de la ubicación de la fachada se han usado distintos materiales. Para las fachadas interiores, que dan al espacio interno comunitario, se ha dispuesto aislamiento térmico exterior tipo SATE de LR con 14 cm de espesor; mientras que para las exteriores, que dan a la calle, se ha dispuesto un tipo de fachada ventilada de chapa miniondulada de acero galvanizado, con 10 cm de aislamiento de lana de roca.
Para las cubiertas de los dos bloques de viviendas se han elegido cubiertas planas con acabado de grava (no transitable) y losa filtrada (transitable). En la planta baja se ha dispuesto una superficie ajardinada, con una cubierta plana de hormigón, y en la planta que soporta el tránsito de vehículos (hacia el garaje) la cubierta es plana transitable bicapa con acabado de baldosa hidráulica de punta de diamante.
Las cubiertas de las zonas comunes del residencial son cubiertas transitables bicapa con acabado de pavimento de hormigón poroso.
Cerramientos que otorgan baja demanda energética
Se ha prestado especial atención a la envolvente y los cerramientos, obteniendo como resultado un edificio con una demanda energética muy baja.
Para los cerramientos se han utilizado ventanas con sistemas Kömmerling, fabricadas e instaladas por OnVentanas. Estos sistemas ofrecen elevadas prestaciones de aislamiento térmico, acústico, resistencia al viento, estanqueidad al agua y permeabilidad al aire, garantizando así la eficiencia energética de las viviendas. De la envolvente de un edificio va a depender en gran medida su eficiencia energética, siendo las ventanas uno de los puntos débiles de la envolvente ya que por ellas se puede perder entre un 15 y un 25% de la energía, tal y como indican desde Kömmerling.
En total se han instalado 554 ventanas con el sistema Eurofutur Elegance. Dependiendo de la orientación de la fachada el sistema instalado es diferente. En la zona más fría las ventanas cuentan con vidrios de baja emisividad (que reducen las pérdidas de calor), y en la zona con más incidencia del sol se ha escogido este mismo vidrio, pero incluyendo control solar.
La instalación de las ventanas se ha realizado sobre un premarco de madera integrado en la fachada ventilada. La fijación se ha llevado a cabo mediante tornillos de acero y espuma de poliuretano impregnada de resina, asegurando así la estanqueidad del hueco al aire y la lluvia.
Luz y ventilación naturales
El diseño y construcción del edificio ha seguido parámetros que garantizan la sostenibilidad y eficiencia de cada una de las viviendas, aprovechando al máximo la luz natural y el resto de los recursos naturales. Uno de estos parámetros es la creación del pasillo interior que divide los dos bloques del edificio, permitiendo así una mayor entrada de luz natural a todas las viviendas.
Se plantea como dos edificios a distintas alineaciones separadas por una calle interior o grieta abierta hacia el asoleamiento y ventilaciones para garantizar las mejores condiciones pasivas de las viviendas. Este pasillo se convierte en el espacio público compartido entre los vecinos.
La madera construye la piel interior del edificio, que contrasta con la solución industrial y genérica de sus cerramientos exteriores.
Respecto a la ventilación natural, todas las estancias principales tienen ventanas que permiten la renovación de aire, estudiándose la superficie practicable del hueco en relación a la superficie útil de la estancia. La superficie de ventilación según el CTE debe ser como mínimo 1/20 de la superficie útil de la estancia que ventilan, mientras el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid limita ese dato a 1/12. El estudio redujo la cifra a 1/8, mejorando la calidad del aire interior de las viviendas y potenciando la disminución de temperatura en las temporadas cálidas.
Emisiones contaminantes
Se han computado, entre otras, las emisiones derivadas del transporte comercial de los materiales a y desde la obra, con la misión de reducir al máximo en futuras construcciones esas emisiones de CO2, poniendo el foco no sólo en la vida útil del edificio sino también en su proceso constructivo. Además, se ha reciclado un 90,73% de los residuos de la obra.
Todas las estancias principales de las viviendas han sido estudiadas para potenciar la iluminación natural, y se han estudiado los componentes de todos los materiales de acabado interiores de las viviendas están libres de COVs (compuestos orgánicos volátiles).
Se han reducido las emisiones de NOx derivadas de la fuente de calefacción por medio del uso de 4 calderas de combustión cuyos valores de concentración de NOx son de 31 mg/kWh en seco para un exceso de O2 del 0%, lo que produce una disminución anual de éstas en un 55% en comparación con un edificio convencional (Clase 5).
Ahorro energético mediante instalaciones
El edificio proporciona elevados niveles de eficiencia energética, lo que supone un menor gasto económico tanto en calefacción como en aire acondicionado. Este ahorro energético reduce el porcentaje de gases contaminantes que se emiten a la atmósfera.
Se han implementado medidas que permiten la reducción del consumo de agua potable. Para ello todos los grifos y duchas del residencial disponen de limitadores de caudal con aireadores, todos los inodoros son de doble descarga, y se ha realizado un estudio de las plantas que se deberían de introducir en las zonas verdes del edificio, seleccionando aquellas que no requieren de sistemas de riego, sobreviviendo únicamente con los aportes de agua de la lluvia.
Para reducir el porcentaje de energía eléctrica dedicado a la iluminación, en las zonas comunes interiores del edificio se han usado luminarias LED con una eficacia luminosa superior a 100 lm/W, controladas por medio de sensores de iluminación natural y sistemas de detección de presencia.
El sistema de calefacción utilizado es de suelo radiante, con una producción de calor compuesta por 4 calderas a gas natural de condensación, y la climatización del residencial se realiza a través de unidades interiores y exteriores.
La ventilación utilizada en este residencial es mecánica, con caudales de renovación de aire en función a lo que establece el CTE en cada una de las estancias.
El ACS del residencial se obtiene a partir de 4 calderas centralizadas de gas natural, apoyadas por una instalación de paneles solares térmicos. Además, existen paneles solares localizados en la cubierta para cubrir parte de la demanda de ACS y calefacción.