La 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), presidida por Chile, se ha celebrado en Madrid del 2 al 13 de diciembre, bajo el lema ‘Tiempo de actuar’. Han participado delegaciones de 197 países y los más altos representantes de la Unión Europea y otras instituciones internacionales como la OCDE o el BID, además de contar con la asistencia de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno.
En estas dos semanas ha habido encuentros de alto nivel en el ámbito de las finanzas, la ciencia, la industria, la energía, el transporte, los bosques y la agricultura, entre otros. Los 7 pabellones de Ifema donde se ha celebrado la Cumbre del Clima se han dividido en dos áreas: la Zona Azul y la Zona Verde.
La Zona Azul ha sido el espacio administrado por las Naciones Unidas para dar cabida a las sesiones de negociación de la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), la décimoquinta reunión de las Partes en el Protocolo de Kioto (CMP15) y la segunda reunión de las Partes del Acuerdo de París (CMA 2), así como los actos y eventos paralelos de la agenda oficial de Naciones Unidas.
En esta zona se encontraban los dos plenarios y las salas de reuniones para la negociación y las salas y pabellones de las delegaciones, como el caso del Pabellón España, un espacio creado para situar la experiencia española en el contexto internacional siguiendo la agenda y los días temáticos de la COP25.
En total, han pasado por el Pabellón España 340 ponentes que han participado en más de 70 actos. Las discusiones han ido desde la justicia intergeneracional, las ciudades más sostenibles, tecnologías innovadoras en sectores clave de descarbonización, océanos y gestión de riesgos en zonas costeras, género, salud, electromovilidad, la evidencia científica como vector de acción climática, hasta las finanzas sostenibles o la transición justa.
Por otro lado, la COP25 contaba con la Zona Verde, un espacio abierto al ciudadano, lleno de actividades cuyas temáticas versaron sobre transición justa, salud, género, finanzas sostenibles, innovación, bosques, ciencia y cambio climático o soluciones basadas en la naturaleza.
Balance de acuerdos alcanzados
La COP25 tenía 8 grandes objetivos, de los que se han alcanzado 7. El primer objetivo, logrado por unanimidad, ha sido el acuerdo global de la Alianza de Ambición Climática. Es decir, que los 197 países que forman parte se han comprometido a exigirse más y presentar mejores compromisos respecto a sus contribuciones nacionalmente determinadas (NDC en sus siglas en inglés). En concreto, 114 países manifestaron su compromiso a trabajar en la actualización de sus NDC para el 2020 aumentando la ambición, y 121 países a trabajar en estrategias de largo plazo considerando la neutralidad del carbono para el 2050 como meta a alcanzar.
El acuerdo ‘Neutralidad del Carbono para 2050’ ha sido suscrito por 121 de los 197 países. En referencia a la desigualdad de los países, se ha alcanzado un consenso sobre el mecanismo para abordar las pérdidas y daños que sufren los países más vulnerables frente al cambio climático. Se ha logrado aumentar el compromiso del sector privado y actores no estatales, con el compromiso de 400 ciudades y 800 empresas internacionales. Se ha conseguido también transversalizar la acción climática, involucrando por primera vez a autoridades de los principales sectores productivos: ministros del mundo en Energía, Agricultura, Transporte y Finanzas buscarán, a partir de esta COP25, soluciones y caminos para emitir menos y capturar más. Por otro lado, también se ha logrado el Acuerdo Global para la protección de los océanos, y se ha llegado a un acuerdo para establecer el Plan de Equidad de Género.
El objetivo que no se pudo lograr es uno de los más relevantes que tenía esta Cumbre, y que se ha intentado solucionar durante las últimas 4 COPs, que es la regularización de la compra y venta de los bonos de carbono. Alcanzar este acuerdo habría permitido llevar recursos a los países más vulnerables para implementar proyectos que permitieran acelerar la disminución de emisiones.
El balance que hace la Presidencia de Chile es positivo en cuanto a los temas acordados, sin embargo no se pudo cerrar el Artículo 6, que busca regular el mercado de carbono para incentivar la implementación de acciones por parte del sector privado. La presidenta de la COP 25, Carolina Schmidt, dijo en su discurso de cierre: “Hoy, los países hemos quedado en deuda con el planeta”, y también señaló que “el mundo nos está mirando y espera soluciones concretas de nuestra parte. Por lo mismo, hoy no estamos satisfechos. Los acuerdos alcanzados por las partes no son suficientes para enfrentar con sentido de urgencia la crisis del cambio climático. Aún no están los consensos para aumentar la ambición a los niveles que necesitamos”.
Chile-Madrid Tiempo de Actuar
Mediante el acuerdo denominado ‘Chile-Madrid Tiempo de Actuar’, se sientan las bases para que los países presenten sus compromisos de reducción de emisiones en 2020, para responder a la emergencia climática, de modo que presenten contribuciones nacionales más ambiciosas. De esta forma, los países deberán presentar compromisos climáticos antes de la próxima cumbre del clima de Glasgow, de modo que Naciones Unidas pueda elaborar un Informe de Síntesis previo a la COP26 que indique dónde estamos respecto al objetivo del Acuerdo de París de mantener la temperatura del planeta por debajo de 1,5 ºC.
La decisión fue tomada tras una intensa jornada de negociaciones durante la Cumbre, en la que la presidencia chilena de la COP nombró a Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica en funciones, facilitadora de tres puntos clave de la negociación: mayor ambición, Mecanismo de Pérdidas y Daños frente a los impactos del cambio climático y financiación.
La Decisión final adoptada por los casi 200 países que forman parte de la Convención de clima de la ONU reconoce la importancia de la acción climática de los actores no gubernamentales, invitándoles a que incrementen su acción en la lucha contra el cambio climático y generalicen estrategias compatibles con el clima.
Como respuesta a los informes especiales del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, IPCC, publicados durante 2019, la Convención del Clima celebrará un diálogo de océanos y otro sobre usos del suelo una sesión de junio de 2020. El texto subraya también el papel de las soluciones basadas en la naturaleza para ayudar a cumplir el objetivo del 1,5 ºC y la necesidad de abordar la pérdida de biodiversidad y la lucha contra el cambio climático con un enfoque integral.
Medidas financieras: Pacto Verde
La Unión Europea ha logrado durante la COP25 activar un paquete de medidas para afrontar la emergencia climática, a través de su Nuevo Pacto Verde (Green New Deal); comprometerse con la neutralidad climática en 2050 y convertir al Banco Europeo de Inversiones (BEI) en un “Banco Climático”, lo que permitirá desbloquear un billón de euros de inversión durante la próxima década. Además, el BEI ha anunciado que dejará de financiar proyectos relacionados con las energías fósiles en 2021. En este acuerdo entran a formar parte una veintena de bancos españoles.
Los países han acordado dar directrices al Fondo Verde para que amplíe su ámbito de financiación, y que, además de dirigirse a mitigación y adaptación, por primera vez destine recursos para las pérdidas y daños que sufren los países más vulnerables y afectados por los impactos de los fenómenos climáticos extremos. España firmó durante la Cumbre el acuerdo de contribución al Fondo Verde para el Clima aumentando su aportación hasta 150 millones de euros en el periodo 2019-2023.
En línea con esto, se creará una plataforma internacional para lograr un sistema financiero verde a nivel global: la Red de Bancos Centrales y Supervisores, que se llevará a cabo por el Banco Interamericano de Desarrollo.
Por otro lado, se han alcanzado un total de 4 billones de dólares pertenecientes a fondos de inversión que se han comprometido a que sus carteras sean neutras en emisiones a corto plazo.
Ciudades más resilientes y sostenibles
Una de las sesiones celebradas en el Pabellón España de la Zona Azul de la COP25, con motivo del día dedicado a ciudades y regiones, fue la mesa redonda ‘El camino hacia una ciudad sostenible y resiliente al cambio climático’. Inaugurado por Luis Alberto Moreno, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y la secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, participaron los alcaldes de Madrid, José Luis Martínez Almeida; de Sevilla, Juan Espadas; de Medellín (Colombia), Federico Gutiérrez, y la alcaldesa de Montevideo (Uruguay), Sandra Nedov; y María Uribe, de la Red de Ciudades del BID.
Los participantes expusieron durante la mesa redonda algunas de las iniciativas que están en marcha en sus ciudades en materia de transporte público sostenible, regeneración de zonas verdes, tratamiento de aguas, contaminación ambiental, entre otras cuestiones.
España tiene el mayor porcentaje de población urbana de la UE, un 80%, y el 70% del PIB nacional se genera en las ciudades, por lo que es muy importante implementar la Agenda 2030, especialmente el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11, para lograr que las ciudades sean lugares más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Eficiencia energética para alcanzar el Acuerdo de París
Otra de las mesas redondas que acogió el Pabellón España estuvo enfocado en la eficiencia energética y en cómo usarla para cumplir con los objetivos que se marcaron en el Acuerdo de París. El director ejecutivo del IPEEC, Benoit Lebot, moderó esta mesa, recordando a los asistentes que «un mayor ahorro en energía también implica una reducción de las emisiones». El director de Políticas y Programas de SEforALL, Glenn Pearce-Oroz aseguró que «los consumidores se decanten por soluciones más baratas y menos contaminantes».
La conferencia contó con la participación de Bella Tonkonogy, directora asociada de la Climate Finance Initiative, quien apuntó que cumplir con la eficiencia energética requiere un liderazgo efectivo y la colaboración entre negocios, gobiernos y organizaciones ciudadanas. Cristina Gamboa, CEO del World Green Building Council, señaló que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) español es un buen ejemplo de transición hacia la eficiencia energética y un proyecto «ambicioso y realizable».
Por su parte, el director general de proyectos del EIB añadió que «podemos encontrar problemas de organización para alcanzar la eficiencia en la energía, pero tenemos los conocimientos técnicos suficientes para lograrla».
Ciudades comprometidas con la acción climática
Un total de 398 grandes ciudades se han comprometido también con la neutralidad climática en 2050. Asimismo, 73 países ya han fijado medidas de compromiso para alcanzar la neutralidad en carbono en 2050, entre ellos, España, que se ha fijado reducir una de cada tres toneladas de CO2 en la próxima década, duplicando el consumo final de energía renovable en 2030.
Más de 80 países, por otra parte, han anunciado ya que presentarán compromisos de lucha contra el cambio climático más ambiciosos que los actuales al Acuerdo de París en 2020.
La Coalición de Ministros de Finanzas por la Acción Climática formada por 51 países, entre ellos España, ha firmado el Plan de Acción de Santiago, por el que se comprometen a introducir el cambio climático en sus políticas económicas y financieras hacia un crecimiento bajo o nulo en emisiones. Este acuerdo permitirá catalizar asistencia técnica de organizaciones y expertos a países vulnerables, mejorando su capacidad de respuesta a los efectos del calentamiento.
El compromiso de los jóvenes desde la Zona Verde
La Zona verde, abierta a los ciudadanos, ha recibido a más de 30.000 personas durante los 11 días de actividad de este espacio. En total, más de 600 actividades organizadas por jóvenes, ONG, sociedad civil, instituciones o empresas han mostrado su compromiso por un futuro más sostenible y compatible con el desarrollo económico, con la participación de más de 1.500 ponentes, más de 700 pases de grupo solicitados y 36 grupos musicales han actuado durante la cumbre en este espacio.
Este espacio se ha planteado como un altavoz de los fines perseguidos por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y como un espacio de diálogo para que la sociedad civil pudiera mostrar sus compromisos frente al cambio climático y nuevas propuestas innovadoras de la mano de la ciencia.
“Es tiempo de actuar” ha sido el lema de esta COP25, y desde la Zona Verde se ha llamado a la acción para avanzar en la adaptación al cambio climático. Los jóvenes comprometidos han sido los protagonistas en esta zona, que han organizado diversos eventos con el objetivo de liderar la ambición para vencer la emergencia climática, compartiendo sus ideas, lanzando sus mensajes y alzando su voz pidiendo un mundo mejor para las generaciones futuras.
Uno de los encuentros que tuvo lugar fue ‘Ciudades innovadoras. El urbanismo en el corazón del reto de la sostenibilidad’, organizado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y cuyo objetivo fue destacar el papel de las administraciones públicas locales ante el cambio climático. En el encuentro se destacó la importancia de las alianzas y la labor de Red Innpulso, Red de Ciudades de la Ciencia y la Innovación, para integrar la innovación en la agenda urbana. Además, se invitó a autoridades locales a sumarse a esta iniciativa donde están representados 72 municipios españoles, que van desde grandes urbes hasta pequeños municipios de menos de 200 habitantes.