El Ayuntamiento de Barcelona ha declarado la emergencia climática con la finalidad de mitigar los efectos de la crisis climática en la ciudad. Entre las medidas establecidas en el plan de acción climática que han presentado, se hallan cambios en el modelo urbano, como el aumento de la sostenibilidad y la eficiencia energética en edificios, cubiertas y fachadas verdes, o el incremento de espacios verdes.
El plan de acción está compuesto por 100 medidas, que bajo un presupuesto de 563,3 millones de euros, se pondrán en marcha para conseguir una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 50% en 2030, con respecto a los valores de 1992, y la disminución de emisiones de CO2 en 2 millones de toneladas.
La Declaración de Emergencia Climática, presentada el pasado 15 de enero, se ha estructurado en siete ejes temáticos: Movilidad, Urbanismo, Energía, Economía, Consumo y Residuos, Alimentación, Cultura y Educación. Se trata de realizar un cambio de modelo en todas estas áreas. El documento completo se puede descargar desde la página web del Ayuntamiento, donde vienen detallados los objetivos de cambio de modelo de cada eje temático.
Cambio en el modelo urbano
Barcelona cuenta con una elevada densidad residencial y un parque de viviendas envejecido y con déficit de espacios verdes. Todo ello afecta a las condiciones ambientales. Para revertir estas condiciones se busca que para 2050 la ciudad disponga de barrios que fomenten hábitos de distancias cortas, movilidad saludable, parque edificatorio más eficiente y sostenible, e incrementar los espacios verdes.
Entre las medidas se contempla el desarrollo de 10 cubiertas y fachadas verdes en edificios municipales para impulsar, mediante acuerdos con el sector privado, el desarrollo de 50 cubiertas productivas en edificios que incluyan cubiertas verdes, energéticas, aljibes o reflectores, mediante convocatoria de ayudas.
Se dará impulso a la generación de energía renovable y local en los bloques de viviendas y en los equipamientos municipales, un incremento de las ayudas a la rehabilitación energética de edificios y la creación de una ordenanza energética para los edificios de nueva construcción.
Asimismo, se contemplan medidas para transformar 15 km de calles en ejes verdes en los próximos 5 años, incrementar en 40 hectáreas el verde urbano público y realizar actuaciones en los entornos escolares de 200 centros educativos para transformarlos en espacios más verdes, accesibles y de encuentro, de cara a 2024. También se intervendrá en 10 espacios soleados para proveerlos de sombra y confort térmico a través de la incorporación de vegetación y pérgolas fotovoltaicas, y se crearán 10 nudos de biodiversidad y reservas naturales como parte de la infraestructura verde urbana. Se procederá a la despavimentación y permeabilización de 3 hectáreas y a la recuperación de suelo orgánico.
Más de 200 expertos, entidades y administraciones han participado en la elaboración del texto de la declaración y estructura de las acciones, desarrollado a través de la Mesa por la Emergencia Climática.