El proyecto Biofuego inicia su camino en la investigación de nuevos aditivos ignífugos a partir de recursos renovables. Llevado a cabo por Aimplas junto con varias empresas valencianas, el proyecto está financiado por Ivace y cofinanciado con los fondos FEDER de la UE.
Los polímeros tienen diversas funcionalidades en múltiples sectores, pero debido a su inflamabilidad en muchas de sus aplicaciones es necesario incorporar aditivos ignífugos. Gracias a ellos es posible cumplir la exigente normativa relativa a la retardancia a la llama que requieren sectores como los de la construcción, la electrónica o el transporte.
Estabilidad térmica
El proyecto pretende encapsular los aditivos mejorando la estabilidad térmica, estudiando diferentes metodologías de encapsulación para sistemas intumescentes naturales para aumentar su estabilidad térmica, pudiendo soportar una amplia gama de condiciones de procesado. Esto significará que estos aditivos serán adecuados para una gran cantidad de polímeros.
Se emplearán estructuras porosas con una superficie específica alta para obtener un sistema de encapsulación altamente efectivo para aditivos retardantes de llama naturales, permitiendo la protección del aditivo contra el corte y la temperatura durante el proceso de extrusión.
Deben garantizar una alta protección contra incendios, una disminución de la dependencia de materias primas fósiles, que tengan bajo impacto ambiental, baja toxicidad y buena procesabilidad.
Principalmente se obtendrá el aditivo ignífugo BIO, pero además se obtendrán cuatro demostradores para diferentes sectores: construcción, eléctrico-electrónico y automoción.