El pasado 4 de febrero se celebró la Jornada ‘Cambios Reglamentarios en el CTE‘ en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (CSIC), que organizó el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para informar de las novedades del Real Decreto 732/2019, de 20 de diciembre que modifica el Código Técnico de la Edificación (CTE) incorporando un nuevo Documento Básico de Ahorro de Energía (DB HE), una nueva sección ‘Protección frente a la exposición al radón’ del Documento Básico de Salubridad, y una modificación puntual del Documento Básico de Seguridad en Caso de Incendio en la sección SI2 de ‘Propagación exterior’.
En el encuentro participaron técnicos de la Unidad de Edificación Sostenible de la Subdirección General de Arquitectura y Edificación y técnicos de la Unidad de Calidad de la Edificación del Instituto Eduardo Torroja, para explicar las modificaciones del Código, cuyo objetivo principal es adaptarse a las nuevas exigencias que mejorarán las prestaciones de los edificios tanto en relación a la eficiencia energética de éstos como en relación a la salud, el confort y la seguridad de los usuarios.
El acto comenzó con la presentación de la jornada de la mano de Ángel Castillo Talavera, director del Instituto Eduardo Torroja; Javier Martín, director general de Vivienda y Suelo; Luis Vega Catalán, subdirector general de Arquitectura y Edificación, y Carlos Prieto de Castro, coordinador del Área de MATERIA del Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC.
Proceso colaborativo en el desarrollo del CTE
Ángel Castillo agradeció a todos los participantes del Instituto Eduardo Torroja y del Ministerio su colaboración en la elaboración del CTE, recalcando lo importante que ha sido llevar a cabo este trabajo durante tantos años, fruto de un esfuerzo conjunto realizado para abordar la habitabilidad, la promoción de la calidad y la innovación, y enfocado en las prestaciones para el usuario.
La sostenibilidad, seguridad y salud han sido los tres pilares de este trabajo. «El sector de la construcción debe aprovechar el avance de la ciencia y la tecnología para diseñar sistemas con menor impacto ambiental y un valor añadido, se debe tender hacia un desarrollo y tecnificación del sector, una construcción más industrializada, y por eso es tan importante esta actualización del CTE», recalcaba Castillo. «En definitiva, una construcción enfocada en los ODS y hacia la creación de ciudades más sostenibles y resilientes», añadió.
Carlos Prieto agradeció la labor del Instituto, señalando que «es un ejemplo de cómo la ciencia desarrollada puede ser aplicada para el bienestar de la sociedad, siendo esta su razón de existir».
El director general de Vivienda y Suelo, Javier Martín, agradeció también el esfuerzo de todos los involucrados en el desarrollo del CTE, destacando el rigor científico, y el rigor en la medición del impacto de la regulación en el ciudadano, señalando que «se ha tratado de dar una sincera participación a todo el sector».
Javier Martín recordó que la modificación del CTE era algo necesario, invocada por una parte desde la UE, y asumida de forma indiscutible por todos los profesionales. «El Código Técnico ha dado un salto cualitativo en el sector de la edificación en España, y ahora se deberá introducir cuestiones como economía circular, ciclo de vida, ciclo del agua, etc., que actualmente están insuficientemente introducidas en el CTE. Ese es el camino que se va a seguir los próximos años, y para ello es necesario recibir los inputs del sector para evolucionar un código que permita que los ciudadanos vivan mejor», finalizaba el director general.
Luis Vega Catalán, subdirector general de Arquitectura y Edificación, indicó que la elaboración de la normativa ha sido un proceso muy dilatado debido a las condiciones de contorno, pero ello ha permitido a su vez un mayor intercambio de ideas, de maduración y profundización del documento.
Vega citó la importancia que han tenido ciertas iniciativas como el Congreso Edificios Energía Casi Nula en todo el proceso de desarrollo de la normativa, permitiendo la participación de los agentes del sector protagonista de una forma abierta, para reconducir el contenido del documento.
El contenido del CTE está estructurado en seis requisitos básicos, tres de seguridad y tres de habitabilidad. El subdirector general apuntó que los requisitos de funcionalidad no están recogidos en el CTE ya que vienen regulados por las comunidades autónomas. Por otro lado, se han actualizado referencias que quedaban obsoletas, adaptando el documento a la normativa europea.
La modificación del CTE afecta fundamentalmente a los documentos relativos en materia de habitabilidad, en concreto al DB HS (salubridad) en el cual se ha incorporado la sección del radón, el DB HE (ahorro de energía), y el de seguridad en caso de incendio, que ha sido parcialmente modificado debido a nuevas soluciones constructivas como las fachadas ventiladas o el aislamiento térmico por el exterior (SATE).
Luis Vega señaló que aún queda camino por recorrer respecto a las cuestiones energéticas. Hizo alusión al desarrollo de otros marcos normativos, a nivel nacional, como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) o a la Ley del Cambio Climático, subrayando el camino que aún queda por recorrer: «Cabe esperar que el CTE vaya dando cobertura a las nuevas exigencias, de forma progresiva intentando que los cambios vayan respondiendo a las necesidades y posibilidades del sector». La electromovilidad o la generación eléctrica en el ámbito residencial privado son algunas de las cuestiones pendientes que serán tratadas en un futuro próximo.
En cuanto a la directiva referente a la protección del gas radón, en la sección HS6 del CTE, Luis Vega indicó que responde a un problema de sanidad pública que también viene marcado por la UE, limitando la concentración a 300 Bq/m3 para minimizar los riesgos de cáncer de pulmón, enfermedad asociada al mismo.
Luis Vega finalizó informando que la entrada en vigor será dentro de seis meses, periodo en el cual podrá coexistir la utilización de la anterior normativa y la actual. A partir de entonces el nuevo CTE entrará en plena obligatoriedad.
Aspectos más relevantes de los cambios introducidos
Raquel Lara Campos, del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, dio a conocer los cambios más relevantes que ha experimentado la modificación del CTE en el área de habitabilidad. Hizo un breve repaso acerca de las principales cuestiones de la modificación del CTE, actualización que deriva de la directiva 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética de los edificios. Entre los temas tratados se encuentra la actualización de la definición de los edificios de consumo de energía casi nulo, y la adaptación de la metodología del cálculo de evaluación energética de los edificios para permitir la comparación a nivel energético entre los diferentes países.
Entre los objetivos que persigue el Documento Básico de Ahorro de Energía, Raquel destacó la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), fomentar la calidad de la envolvente mediante medidas pasivas, avanzar en el carácter prestacional del edificio, e incrementar el peso de las energías procedentes de fuentes renovables en la edificación.
Lara explicó la introducción de nuevos indicadores para la nueva metodología de evaluación energética. En este aspecto, se mantiene el indicador de Consumo de energía primaria no renovable, y se sustituye la Demanda de Calefacción/Refrigeración por el Consumo de energía primaria total, añadiendo condiciones de la calidad de la envolvente, como son la transmitancia térmica, el control solar y la permeabilidad del aire. Resaltó como parámetros a tener en cuenta para proyectar un EECN, la orientación, el tratamiento de la fachada, la compacidad, la protección de huecos, y la incorporación de energías renovables.
Raquel también explicó los detalles de la normativa referente al gas radón, y su ámbito de aplicación, y mencionó otras actualizaciones dentro de la materia de habitalilidad, como los referentes a la certificación energética, la herramienta unificada HULC, y otros documentos de apoyo.
Rafael Villar Burke y Marta Sorribes Gil, ambos pertenecientes al Instituto Eduardo Torroja, hablaron sobre el DB HE haciendo una panorámica global y distinguieron los aspectos básicos a tener en consideración para su aplicación. En el nuevo documento se ha flexibilizado la descripción de las exigencias y se han unificado distintos indicadores.
El primer apartado del DB HE, el HE0, recoge los aspectos más globales del documento, y determina los consumos totales y de energía primaria no renovable, así como la definición de un EECN.
El objetivo es que los edificios consuman poca energía, y preferiblemente que sean de origen renovable, para evitar la emisión de GEI y minimizar la huella ecológica en los edificios. El objetivo es mitigar el cambio climático, minimizar la energía procedente de fuentes fósiles y la dependencia energética. Está dirigido a edificios nuevos y a intervenciones en edificios ya existentes, y el documento establece los niveles de cada indicador para cada situación.
Rafael Villar hizo un repaso de todos los indicadores. El indicador de Consumo de energía primaria no renovable, que ya existía en la anterior normativa, es el indicador principal e incluye ahora los consumos de ventilación. El indicador de Consumo de Energía primaria total, que es un nuevo indicador, limita la cantidad total de energía del edificio, y se trata de un indicador nuevo que recoge toda la energía independientemente de la procedencia, sustituyendo al indicador de Demanda. Determina, en resumen, cuánta energía hay que introducir al edificio para su funcionamiento.
Otros aspectos relevantes del documento son la exigencia de definición de la envolvente térmica en los proyectos (Anejo C); la definición de la zonificación térmica con la posibilidad de integrar zonas para definir y modelar el edificio; la posibilidad de utilizar sistemas de referencia en uso residencial privado, que permite considerar ciertos equipos tipo para evaluar edificios que no tienen sistemas; y la definición de espacios habitables.
La sección HE1 se centra ahora en los aspectos pasivos del diseño y la envolvente térmica, para asegurar unas condiciones que faciliten un buen comportamiento pasivo del edificio para que sea eficiente incluso sin la participación de los sistemas, y por otro lado intentar facilitar el predimensionamiento para comprobar la eficiencia del edificio sin necesidad de modelizarlo.
Se elevan las exigencias de la transmitancia térmica de la envolvente, y se introduce la transmitancia térmica global modulada según la compacidad, y evaluable sin simulación. Otro indicador que se contempla es el control solar, esto es la capacidad del edificio de evitar o controlar las ganancias solares mediante dispositivos de sombra activados. La permeabilidad del aire de los huecos o la limitación de condensaciones en la envolvente completarían los indicadores de la envolvente térmica.
La exposición dio a conocer asimismo los detalles de los apartados HE2 y HE3, referidos a las instalaciones térmicas y de iluminación interior, respectivamente, así como a las secciones HE4 y HE5 que han sufrido un cambio más cualitativo, y que hacen referencia a las energías renovables. En este ámbito, se determina una contribución mínima de energía renovable para cubrir la demanda de agua caliente sanitaria (ACS) y una generación mínima de energía eléctrica. Se amplían los casos a los que afecta y se aumentan las exigencias. También se contempla la posibilidad del uso de energías residuales. Se reduce la superficie mínima a partir de la cual se exige esta generación de energía eléctrica y se aumenta la potencia mínima obligatoria a instalar (entre 30-100 kW).
Herramientas y documentos de apoyo
Marta Sorribes enfocó su presentación en los cambios realizados en las herramientas y documentos de apoyo para aplicar el nuevo DB HE, así como las herramientas informáticas HULC y VisorEPDB, haciendo referencia a la versión recientemente actualizada de la herramienta unificada Lider-Calener.
Una de las novedades que se destacaron sobre los documentos de apoyo es la incorporación de dispositivos de sombras móviles para el cálculo del control solar y la transmitancia solar. Esto ayuda a calcular el indicador del control solar sin necesidad de hacer los cálculos particularizados.
Entre las novedades de HULC, aparece la incorporación de la transmitancia térmica, y se ha mejorado la parte de verificación, identificando el tipo de edificio. Entre otras cosas, permite también ofrecer una mejora en la permeabilidad del edificio, algo que a su vez refleja la importancia que esto tiene en la eficiencia energética. Se ha incorporado la producción de energía eléctrica (contempla fotovoltaica, eólica y cogeneración) y la energía térmica (mediante solar térmica).
Sorribes explicó el funcionamiento de la nueva herramienta VisorEPDB, una aplicación web que ayuda a la evaluación de la eficiencia energética de los edificios calculando los consumos de energía primaria a partir de los consumos y producciones de energía finales. Desglosa los consumos finales mensuales de los diferentes servicios del edificio, y tras un proceso interno de cálculo ofrece una relación de los consumos de energía final, energía primaria y emisiones de CO2. Con esta herramienta puede conocerse qué partidas están consumiendo más energía.