El Museo de Ciencias Naturales de Barcelona ha instalado una cubierta verde, llamada Terrado Vivo. Se trata de un gran espacio experimental de 7.100 m2 con tres grandes prados mediterráneos de plantas anuales, y tres tipos de lagunas de agua dulce con vegetación autóctona. Los ciudadanos podrán visitar este espacio, que también servirá para conocer qué especies son más adecuadas para las cubiertas verdes y las azoteas sostenibles de Barcelona.
Es la primera cubierta verde de este tipo que se instala en la ciudad, y las personas que la visiten podrán conocer qué tipo de vegetación autóctona es adecuado para la ciudad y qué especies crecían en Barcelona antes de la industrialización y la ampliación urbanística del municipio.
En una parte de la cubierta también se han instalado placas fotovoltaicas para alimentar el museo de energía renovable.
Cubiertas verdes en Barcelona
La implementación de cubiertas verdes es una de las medidas incluidas en el plan Clima, el Plan del Verde y la Biodiversidad de Barcelona 2020 y el Programa de impulso a la infraestructura verde urbana para conseguir una ciudad más verde, sostenible, saludable y habitable, que mejore la calidad de vida de los ciudadanos.
El incremento de cubiertas verdes en la ciudad complementa otras medidas de fomento del verde, también recogidas en la Declaración de emergencia climática, como impulsar corredores verdes, naturalizar los espacios o crear más parques y jardines públicos.
Cubierta Terrado Vivo
La cubierta Terrado Vivo cuenta con una exposición introductoria en su acceso y una gran jardinera con las plantas más frecuentes del litoral barcelonés, hierbas subtropicales y plantas trepadoras, como el jazmín estrellado (Trachelospermum jasminoides).
El espacio alberga tres tipos de prados. Los prados de plantas anuales contienen hierbas que germinan, florecen y mueren cada año y que sobreviven al verano en forma de semillas, como la caléndula silvestre (Calendula arvensis). Los prados con plantas bulbosas, que sobreviven a los veranos calurosos del Mediterráneo gracias a gemas en forma de bulbo enterradas a pocos centímetros, como el azafrán (Crocus sativus). Y por último, los prados con plantas anuales resistentes a la salinidad del mar, por ejemplo, el alhelí de Mahón (Malcomia maritima).
Las lagunas instaladas en la cubierta contienen las plantas más típicas de los lugares húmedos, como los estanques y orillas de los ríos, donde crecen hierbas como el llantén acuático (Alisma plantago-aquatica), el nenúfar amarillo (Nuphar lutea) o la lisimaquia (Lysimachia vulgaris).