El proyecto europeo Remourban, que buscaba desarrollar y validar un modelo de regeneración urbana sostenible y replicable en otras ciudades europeas, acaba de finalizar obteniendo como resultado soluciones en los ámbitos de la energía, la movilidad y las TIC, permitiendo transformar las ciudades implicadas en entornos más sostenibles e inteligentes.
Remourban surgió en el año 2014, dentro de los proyectos FARO del programa Horizonte 2020, y como iniciativa del Centro Tecnológico Cartif en colaboración con las ciudades de Valladolid, Nottingham (Reino Unido) y Tepebaşi (Turquía).
Con este proyecto, alrededor de 400 viviendas con 60 años de antigüedad de Valladolid han mejorado las condiciones térmicas. Además, cuentan con calefacción de biomasa y paneles fotovoltaicos para la generación de energía eléctrica.
Reducción del consumo energético
Entre las soluciones implementadas se han rehabilitado un total de 920 viviendas entre las tres ciudades (alrededor de 64.000 m2 de área acondicionada) implementando soluciones de aislamiento térmico de la envolvente y sistemas de generación más eficientes y con una gran parte del consumo cubierto por energías renovables.
En este ámbito cabe destacar la renovación completa de la red de calor del distrito de Fasa-Delicias en Valladolid a través de la implementación de un sistema de generación basado en biomasa y complementado con un pequeño aporte de energía solar a través de una fachada fotovoltaica.
Igualmente, en Nottingham se ha desplegado una solución innovadora de red de calor de baja temperatura que permite reducir las pérdidas considerablemente e incrementar así la eficiencia del sistema empleando el retorno de una red de calor pre-existente.
Se ha procedido también a la instalación de aislamiento sólido para las paredes de los edificios de Nottingham involucrados en el proyecto, que tienen más de 100 años. La red urbana de calefacción amplía la red existente, abasteciendo a 4.700 hogares, utilizando instalaciones de calefacción a baja temperatura. Las cubiertas orientadas al sur de los edificios están equipadas con sistemas fotovoltaicos.
En el caso de Tepebaşi, una red de calor y frío alimentada con biomasa y aerotermia ha permitido convertir también un conjunto de edificios en un distrito de consumo de energía casi nulo.
El total de estas acciones ha permitido alcanzar una reducción del consumo energético en edificios de alrededor del 40% con una integración de energías renovables que cubren aproximadamente el 45% del consumo de energía.
Asimismo, se ha reducido la factura energética en aproximadamente un 54% y las emisiones en un 59%. Así, en total en las tres ciudades se han reducido 5,9 GWh al año en consumo de energía y se evitan 2.100 t de CO2 emitidas a la atmósfera anualmente.
Aislamiento térmico en el distrito Fasa de Valladolid
La transformación integral del distrito de Fasa-Delicias ha supuesto que alrededor de 400 viviendas se hayan beneficiado del aislamiento térmico en las fachadas y cubiertas, la instalación de paneles solares para producir energía eléctrica y reducir el consumo, una caldera de biomasa y la renovación de la red de distribución de calefacción y agua caliente sanitaria. Todo ello ha permitido optimizar el consumo, controlar la temperatura y el gasto energético.
El distrito Fasa-Delicias está formado por 19 bloques, una torre de 14 plantas y un edificio que alberga una central térmica que abastece de calefacción al barrio.
Las intervenciones en las fachadas de los bloques de viviendas consistieron en la instalación de un sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE) de 60 mm, para mejorar el comportamiento energético de la fachada y garantizar la eliminación de puentes térmicos.
El aislamiento se instaló tanto en fachadas como en patios interiores. En los balcones se procedió a instalar aislamiento mediante panel sándwich, mientras que en las plantas bajas se procedió a sanear la fachada con agua a presión y pintura. En las cubiertas se añadió aislamiento de 60 mm sobre el forjado de la última planta, con lana de roca o poliuretano proyectado.
Para la torre se optó por una solución fotovoltaica de fachada ventilada con aislamiento térmico y cámara de aire, acabada con paneles de vidrios fotovoltaicos en la cara sur de la torre. Con ello se reduce parte de la demanda de electricidad y el consumo.
El sistema de fachada se compone de unos perfiles metálicos verticales anclados a la fachada y a los forjados existentes mediante ménsulas metálicas distanciadoras, aislante de 60 mm de lana mineral directamente adosado a la fachada existente, y paneles fotovoltaicos anclados a la perfilería. Entre los paneles fotovoltaicos y el aislamiento se dispone de una cámara de aire para facilitar la ventilación de los paneles fotovoltaicos por su parte trasera y para evitar el sobrecalentamiento del edificio en verano. El resto de la fachada de la torre se complementa con aislamiento térmico por el exterior como en el resto de los edificios rehabilitados del distrito.
La fachada ventilada fotovoltaica abarca una superficie vertical de 250 m2 capaces de producir anualmente 27,8 MWh, con una potencia instalada de 27,4 KWp. Esta potencia permite calentar directamente el agua que se vierte a la red de distribución, siendo por tanto beneficiado con este aporte de energía solar todo el conjunto de viviendas del distrito.
Ahorro de energía del 30%
Por su parte, la caldera de biomasa incorporada al sistema en el distrito Fasa-Delicias, con una potencia de 1 MW, permite calentar el agua y verterla a la red de distribución para a través de las subestaciones existentes en cada edificio distribuirla hasta cada una de las viviendas. La intervención ha supuesto también la sustitución de toda la red de distribución que va desde la sala central de calderas a cada uno de los edificios, renovándose también cada una de las subestaciones de los veinte edificios que conforman el distrito. Además, todas las viviendas tienen la oportunidad de unirse al sistema centralizado de Agua Caliente Sanitaria (ACS), actuación a la que ya se han unido más del 43% de las viviendas.
Las viviendas rehabilitadas aportan un ahorro de energía de un 30% y la incorporación de energías renovables cubren el 74% del consumo energético. Esto resulta en la reducción de la factura energética de los vecinos en un 60%, lo que les permite cubrir la parte co-financiada a través de un contrato de servicios energéticos.
Esto, unido a las subvenciones recibidas por parte de la Comisión Europea y del Ayuntamiento de Valladolid ha permitido a los vecinos no tener que realizar un desembolso inicial para cubrir la inversión, sino que ésta se financia manteniendo su factura energética como antes de la intervención.
Movilidad urbana y digitalización
Otro pilar relevante del proyecto ha sido la movilidad urbana sostenible. Se han desplegado un total de 95 vehículos eléctricos tanto para el transporte colectivo (autobuses) como para sistemas de vehículo compartido o para distribución de bienes y servicios dentro de la ciudad. Todo ello acompañado de la correspondiente infraestructura de recarga para fomentar el uso de la electro-movilidad como solución alternativa y buscando reducir la emisión de CO2 y otros contaminantes.
En Valladolid se ha implantado un total de 45 vehículos eléctricos para el transporte, pantógrafos para la carga de los autobuses eléctricos, e infraestructura de recarga, que contribuyen a que la calidad del aire de la ciudad mejore continuamente. El consumo energético se ha visto reducido en un 24% y las emisiones de CO2 en un 34%, gracias a las nuevas versiones híbridas.
Por su parte, en Nottingham y Tepebasi se han instaurado autobuses completamente eléctricos que consiguen unos ahorros de en torno al 60%, eliminando en su totalidad las emisiones a la atmósfera.
Por último, el sector TIC ha sido clave en Remourban, donde las tres ciudades demostradoras cuentan ahora con una plataforma urbana que les permite gestionar, de una manera más eficiente, información acerca de infraestructuras energéticas y de movilidad, así como monitorización medioambiental u otros ámbitos que facilitan la identificación de estrategias de mejora.
Cabe destacar en estos desarrollos el despliegue de un servicio de evaluación de la inteligencia y sostenibilidad de la ciudad, lo que permite dar soporte a los procesos de planificación e identificación del impacto de soluciones en materia de energía, movilidad o tecnologías de información. Esta herramienta, llamada STILE, integra un sistema de indicadores y automatiza la recogida de datos para facilitar la evaluación del comportamiento de la ciudad.
Modelo de regeneración urbana de Remourban
El modelo de regeneración urbana desarrollado en el proyecto Remourban se basa en varios ejes que buscan integrar la implementación de los objetivos temporales del proceso de transformación de la ciudad, las soluciones tecnológicas que dan respuesta a los retos urbanos en el ámbito de la energía, la movilidad o las TIC y, por último, los habilitadores del proceso entre los que se han identificado tres: la gestión avanzada, la evaluación continua y la articulación de financiación y modelos de negocio.
La utilización de metodologías como Integrated Project Delivery (IPD) complementadas con el uso de herramientas BIM es un elemento esencial en los proyectos relacionados con los edificios y las infraestructuras urbanas. El proyecto Remourban investigó sobre el uso de metodologías y herramientas BIM y los beneficios que aportan al proceso en términos de coste, productividad, calidad y ahorro de tiempo.
Por otro lado, cabe mencionar la participación y la comunicación como ejes principales durante todo el desarrollo del proyecto. Para asegurar la participación de todos los agentes involucrados, con especial énfasis en los ciudadanos, se implementaron diversas acciones. A nivel informativo se buscó divulgar, concienciar y explicar los beneficios de las acciones implementadas. Por otro lado se implementaron acciones colaborativas y de co-creación con los ciudadanos. Para ello se crearon oficinas de información al ciudadano, se organizaron talleres y se generaron comités de seguimiento y co-creación para adaptar las soluciones de rehabilitación energética a sus demandas.
Para finalizar, uno de los principales objetivos de estos proyectos FARO es poder replicar los logros conseguidos en otras ciudades del mundo. Por ello, el consorcio de Remourban ha reunido en un libro de ‘Buenas Prácticas’ los mejores consejos, soluciones, recomendaciones y evaluaciones sobre todo el trabajo conseguido y desarrollado durante los más de 5 años de trabajo, con el fin de seguir creando ciudades sostenibles e integradas.