El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto nuevas ayudas a la rehabilitación para reactivar la economía y hacer frente al cambio climático. Este año las ayudas están condicionadas a la reducción de la demanda energética del edificio, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero.
La nueva convocatoria de subvenciones, además de dignificar y mejorar las condiciones habitacionales del parque residencial de la ciudad, está concebida para hacer frente a la crisis climática y reactivar la economía local.
En conjunto, la convocatoria de ayudas a la rehabilitación de 2020 prevé generar 4.600 puestos de trabajo y movilizará una inversión total, pública y privada, de 82 millones de euros, en un contexto de crisis sanitaria por la COVID-19. Además, con la mejora del parque residencial se contribuye a reducir las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero y se fomenta el uso de energías renovables como la solar o la geotérmica.
Líneas de actuación de la convocatoria
La convocatoria de 2020 de ayudas a la rehabilitación presenta cinco líneas de actuación y una inversión de 20,5 millones de euros, y se prevé que llegue a 6.573 pisos y más de 16.000 personas.
La primera línea corresponde a subvenciones de entre un 25 % y un 50 % del coste de las actuaciones de rehabilitación para los elementos comunes de la finca: escaleras, vestíbulos, ascensores, cubiertas, paredes medianeras, fachadas, patios de luces, patios y elementos estructurales, y también mejoras en la accesibilidad, el saneamiento, las instalaciones de agua, gas y luz, la eliminación de fibrocemento y la instalación de energía solar.
Las ayudas están condicionadas a la mejora de la eficiencia energética de los edificios. Se estima que se reducirá el 20% de la demanda energética de los edificios.
En lo que respecta al interior de las viviendas, habrá ayudas de hasta 4.000 euros para obras de mejora del confort y la habitabilidad en el interior de las viviendas. Se incluyen: pintura, mejoras en la accesibilidad, reparación de carpinterías, humedades y pavimentos, y mejoras de aislamiento, ventilación y renovación de aire. Se prevé que esta ayuda llegue a unos 750 pisos.
Por otro lado, el Ayuntamiento ha lanzado el Programa de fincas de alta complejidad, un programa del Plan de barrios de ayudas a la rehabilitación de fincas que, por distintas razones socioeconómicas, tienen dificultades para acceder a las ayudas a la rehabilitación ordinarias.
En la línea de ‘Rehabilitación de pisos para la Bolsa de Alquiler’, Barcelona ofrece ayudas de hasta 20.000 euros para mejorar las condiciones de viviendas privadas, renovar las carpinterías, adecuar las instalaciones, reparar humedades, mejorar la accesibilidad, etc., a cambio de que la propiedad los incorpore a la Bolsa de Alquiler Social de Barcelona a un precio inferior al del mercado. El objetivo es captar en torno a 125 pisos para la Bolsa de Alquiler.
En la zona del suroeste del Besòs y en el barrio de Canyelles, en el distrito de Nou Barris, las subvenciones serán de hasta el 85% para que las comunidades puedan reparar patologías estructurales de los edificios, principalmente la aluminosis.
Por último, entre las propuestas del Decálogo de Barcelona por el derecho a la vivienda, impulsado por unas treinta entidades sociales, se plantean cambios estructurales para facilitar y hacer más asequible la rehabilitación energética de las viviendas; en concreto, se pide una rebaja del IVA a un tipo impositivo del 4%.