La Región de Murcia pone en marcha la ‘Estrategia de la arquitectura y construcción sostenible de la Región de Murcia’. Se trata de una hoja de ruta hacia la ecoeficiencia aplicada para mejorar la salud de las personas y rebajar los consumos energéticos de las viviendas. El uso de cubiertas vegetales y jardines verticales, instalaciones energéticas de máxima eficiencia, y soluciones basadas en la naturaleza son algunas de las medidas concretas de esta estrategia.
La estrategia está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Agenda Urbana Europea, y es fruto de un importante proceso participativo con los colectivos más representativos del ámbito arquitectónico y constructivo, tras celebrar 23 encuentros y 4 mesas de trabajo.
El consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, presentó a los máximos representantes económicos y sociales de la Región de Murcia esta herramienta «práctica y ejecutiva para diseñar las viviendas y las ciudades del futuro», que recoge acciones concretas aplicables ya para «naturalizar los entornos urbanos». «Esta nueva dimensión de la arquitectura tiene un impacto directo en el bienestar de las personas porque estimula hábitos de vida saludable y en la sostenibilidad del planeta, ya que consume en diez años lo que una convencional en solo uno», destacó el consejero, a lo que añadió dos beneficios más: «repercute en la economía porque da una segunda vida a los residuos, y en la seguridad porque minimiza el impacto de las inundaciones».
El Ejecutivo regional ya ha puesto en marcha algunas acciones de esta estrategia como son los cambios normativos en la ley del Mar Menor y Suelo para incentivar la implantación de soluciones basadas en la naturaleza; el trabajo de investigación encargado a la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) para mejorar el comportamiento de los núcleos urbanos frente a las inundaciones, así como la obtención de financiación europea para desarrollar el proyecto europeo denominado ‘Go Green Routes’, entre otros.
Líneas de acción
«Las administraciones públicas han de jugar un rol protagonista en esta transición hacia la circularidad del proceso edificatorio y deben servir de referente para el sector privado”, declaró el consejero, quien indicó que una de las líneas de acción de la estrategia se refiere a la “contratación verde en la que el precio no sea el principal criterio de decisión para un proyecto o construcción de edificios públicos».
En el ámbito edificatorio, la estrategia quiere fomentar las instalaciones energéticas de máxima eficiencia y el uso de cubiertas vegetales y jardines verticales, así como todas aquellas soluciones basadas en la naturaleza que además de mejorar la calidad del aire, minimicen el impacto de las inundaciones.
Además, también promueve la cultura de alargar la vida útil de los edificios impulsando su mantenimiento o rehabilitación, y la valorización de residuos de demolición y construcción que favorecerá una simbiosis industrial con otros sectores productivos.
En el proceso constructivo, esta iniciativa apuesta por materiales y elementos que minimicen la huella hídrica y de carbono, y sistemas de construcción modular que faciliten el desmontaje del edificio de modo que los productos puedan ser reutilizados y reciclados. Plantea el diseño de espacios flexibles que puedan adecuarse a otros usos de una manera sencilla, sin tener que efectuar costosas inversiones que además generan cuantiosos residuos.