Nace el fondo ‘City Climate Finance Gap Fund’ para crear ciudades con bajas emisiones

El fondo ‘City Climate Finance Gap Fund’ (Gap Fund) ha sido lanzado conjuntamente por los gobiernos de Alemania y Luxemburgo, y el Pacto Mundial de Alcaldes, e implementado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) junto con el Banco Mundial. Esta financiación allana el camino para crear ciudades con bajas emisiones de carbono, resilientes y habitables en economías en desarrollo y emergentes al desbloquear la inversión en infraestructura a escala.

El Gap Fund ayudará a las ciudades de los países en desarrollo a implementar sus proyectos climáticos transformadores.

El ‘Gap Fund‘ apoyará a los gobiernos municipales y locales a hacer frente a las barreras para la financiación de proyectos climáticos. Gap Fund ofrece servicios técnicos y de asesoría para ayudar a los líderes locales a priorizar y preparar inversiones y programas climáticos en una etapa temprana, con el objetivo de acelerar la preparación, mejorar la calidad y garantizar que sean financiables.

Con una capitalización de al menos 100 millones de euros, el Gap Fund acelerará las inversiones que apoyan a las ciudades en economías en desarrollo y emergentes, ya que determinan metas y objetivos para una urbanización baja en carbono y bien planificada. La inversión del Gap Fund tiene como objetivo desbloquear al menos 4.000 millones de euros de inversión final en proyectos climáticamente inteligentes e innovación climática urbana.

Necesidad de ciudades con bajas emisiones

Las ciudades están en primera línea de la emergencia climática y actualmente representan alrededor del 70% de las emisiones globales de CO2. Se espera que para 2050 la participación de los centros urbanos en las emisiones aumente a medida que 2.500 millones de personas migren de las zonas rurales a las urbanas. Antes de que golpeara la pandemia de COVID-19, se estimaba que se necesitaban más de 93 billones de dólares en inversión en infraestructura sostenible para 2030 para satisfacer las necesidades climáticas.

A medida que las ciudades se esfuerzan por recuperarse de los impactos económicos del COVID-19, las inversiones en energía limpia, agua y saneamiento resistentes al clima, y proyectos de regeneración urbana, desempeñarán un papel importante en la eliminación de la contaminación, la mejora de los sistemas alimentarios locales y la creación de empleos verdes. También conducirán a comunidades más limpias, saludables y equitativas, condiciones que pueden ayudar a prevenir futuras pandemias.

 
 
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