El grupo de trabajo GBCe Salud ha publicado el informe ‘Salud, espacios, personas’. El objetivo del informe es recopilar cómo se puede intervenir en los diferentes momentos del proceso edificatorio para mejorar la salubridad de las nuevas construcciones o espacios rehabilitados.
Estructurado en seis capítulos, el informe aborda la relación de las personas con el entorno construido y cómo este afecta a funciones vitales como la respiración, alimentación, descanso o movilidad.
Para la elaboración del informe, GBCe ha contado con la colaboración de expertos en medicina, salud en la edificación o pobreza energética y con el apoyo de H.A.U.S Healthy Buildings, compañía especializada en la construcción de proyectos de edificación en los que la salud y la sostenibilidad son los dos factores protagonistas.
Medidas a tomar en los procesos de diseño y construcción
Una vez establecidas las premisas en las que los expertos basan la influencia fisiológica de los edificios, el informe aborda las pautas y medidas que deben tomarse en el proceso de diseño y construcción e, incluso, fin de vida del edificio. “Este trabajo de analizar pormenorizadamente cuáles son las intervenciones más adecuadas sobre un edificio para ver cómo pueden mejorar la salud de sus habitantes es lo más novedoso de este informe. Desde un principio, el grupo de trabajo tenía claro que no quería solo realizar una fotografía de la estrecha relación entre edificios y salud, sino dar herramientas a los agentes del sector para que sus intervenciones redunden en una mejora del bienestar y la salud de la población”, asegura Bruno Sauer, director general de GBCe y miembro del equipo de trabajo.
Otro aspecto novedoso en el enfoque de este informe es que no se limita a realizar recomendaciones en la fase de diseño del edificio o en el momento de su uso, con la posibilidad de realizar rehabilitaciones energéticas que mejoren las prestaciones de salubridad de un edificio. “Además de factores como la elección del emplazamiento o la concepción técnica del proyecto, pasando por su ejecución, hemos querido recoger el conocimiento sobre cómo el uso y mantenimiento de los edificios e, incluso, su demolición y desmantelamiento, influyen en la salud de las personas”, afirma Sauer.
Tomando como referencia que las personas pasamos entre un 80% y un 90% de nuestro tiempo en el interior de los edificios, el informe añade un capítulo para analizar cómo el factor tiempo (un día, un año, una vida) condiciona en gran medida la manera en la que el entorno influye sobre la salud y el confort.