El proyecto residencial Flumen se construirá en Zaragoza con altos estándares de eficiencia energética que alcanzan la categoría Plus del estándar Passivhaus mediante la integración de energías renovables. Formado por 4 edificios con 160 viviendas, el residencial será capaz de producir una cantidad importante de energía a través de las placas solares que se instalarán en las cubiertas.
El proyecto se va a desarrollar en régimen de cooperativa, a través de la Sección denominada Construcción y Promoción de Viviendas Flumen Plus. De las 160 viviendas, 124 serán de Régimen General y Tasado, y 36 serán las destinadas a vivienda social.
Las obras, que se iniciarán próximamente ya que cuentan ya con la correspondiente licencia del Ayuntamiento y la calificación Provisional de VPA (Vivienda Protegida de Aragón) de la Diputación General de Aragón, han sido contratadas con la modalidad de gestor-constructor-comercializador con Grupo Lobe, bajo el proyecto de Gonzalo Urbizu Arquitectura SLP, y la gestión de la cooperativa a cargo de Gestihabitat.
Edificios de energía positiva
Se trata de un proyecto, compuesto por cuatro bloques de viviendas, que obtendrá el certificado Passivhaus Plus. El nivel Plus significa que no sólo se trata de un edificio pasivo que consigue altos niveles de confort con un consumo de energía muy limitado, sino que también es capaz de producir una cantidad importante de energía mediante una gran superficie de placas solares que estarán instaladas en las cubiertas.
La climatización de las viviendas se realizará mediante una instalación individual de bomba de calor con distribución de conductos para modo calefacción y refrigeración. La instalación de ACS (agua caliente sanitaria) se realiza mediante un sistema centralizado de aerotermia de altas prestaciones.
Todo el sistema se complementa mediante la instalación de un conjunto de placas mixtas (fotovoltaicas y solar-térmicas) que apoyan al consumo de ACS y a la demanda eléctrica de las zonas comunes y garaje.
El objetivo para el conjunto de soluciones planteadas ha sido eliminar instalaciones que consuman combustibles fósiles y establecer la electricidad como única fuente de energía necesaria para el funcionamiento del edificio.
Esta característica abre la puerta a los futuros propietarios a negociar con las empresas eléctricas comercializadoras un suministro de energía eléctrica proveniente únicamente de fuentes renovables e incluso a comerciar con sus excedentes de energía, al amparo de la nueva Ley de Autoconsumo.
Finalmente, cada vivienda contará con un sistema domótico con una APP específica, para el control de acceso, la iluminación general y la temperatura interior, permitiendo una optimización de consumos energéticos mediante la creación de escenarios de uso.