Los Jefes de Estado de la Unión Europea, a través del Consejo Europeo celebrado la pasada semana, han acordado la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, para alcanzar una UE climáticamente neutra de aquí a 2050 conforme a los objetivos del Acuerdo de París.
Así, el Consejo Europeo insta a los colegisladores a que reflejen este nuevo objetivo en la propuesta de Ley Europea del Clima y a que adopten rápidamente esta ley. Este nuevo objetivo requerirá la acción de todos los sectores de la economía, una transición justa y la preservación de la competitividad de la UE.
La Comisión propuso este nuevo objetivo en septiembre de 2020, para poner a la UE en una senda equilibrada hacia la neutralidad climática para 2050. La presidenta Ursula von der Leyen declaró que el acuerdo alcanzado «nos coloca en un camino claro hacia la neutralidad climática en 2050. Da certeza a los inversores, las empresas, las autoridades públicas y los ciudadanos. Prepara nuestra Unión para el futuro. Todos los países de la UE deberían beneficiarse de la transición, con crecimiento económico, un medio ambiente más limpio y ciudadanos más sanos. El Pacto Verde Europeo será nuestra estrategia de crecimiento».
Europa será el primer continente climáticamente neutro en 2050
Convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro en 2050 es el principal objetivo del Pacto Verde Europeo, la nueva estrategia de crecimiento de la UE adoptada hace un año. El nuevo objetivo al que se han comprometido los líderes de la UE es un paso necesario hacia la neutralidad climática y proporciona la certeza que necesitan la economías de los Estados miembros.
Siguiendo el liderazgo de la UE, los gobiernos de todo el mundo han realizado una serie de anuncios importantes para impulsar la lucha contra el cambio climático en los últimos meses. La presidenta von der Leyen presentó el pasado 12 de diciembre el nuevo objetivo de la UE a otros líderes mundiales, en la Cumbre de Ambición Climática celebrada para conmemorar el quinto aniversario del Acuerdo de París y la cuenta atrás para el COP26 en Glasgow el próximo año.
Las conclusiones del Consejo Europeo celebrado los días 10 y 11 de diciembre reflejan el modo de abordar el nuevo objetivo para 2030: preservando la competitividad de la UE, teniendo en cuenta consideraciones de equidad y solidaridad sin dejar a nadie atrás, y tomando en consideración los diferentes puntos de partida de los Estados miembros y las circunstancias nacionales y el
potencial específico de reducción de las emisiones de cada país.
Transición energética y financiación ecológica
Para ello será necesario garantizar las interconexiones, la seguridad energética para todos los Estados miembros y la energía a un precio que sea asequible para los hogares y las empresas, así como respetar el derecho de los Estados miembros a decidir su combinación de fuentes de energía y elegir las tecnologías más adecuadas para lograr de forma colectiva el objetivo climático de 2030, incluidas las tecnologías de transición, como el gas.
Deberán movilizarse fondos públicos y capital privado para hacer frente a las necesidades de inversión derivadas de este aumento de la ambición, y se deberá hacer el mejor uso posible del conjunto de medidas integradas en el marco financiero plurianual y Next Generation EU, y en particular del Mecanismo para una Transición Justa.
La UE fomentará la elaboración de normas mundiales comunes de financiación ecológica. El Consejo Europeo invita a la Comisión a que presente una propuesta legislativa de norma de la UE sobre bonos verdes a más tardar en junio de 2021. Asimismo, acoge con satisfacción la Hoja de Ruta del Banco Climático del Grupo BEI (Banco Europeo de Inversiones) para el periodo 2021-2025, que contribuirá al cumplimiento del compromiso del Grupo BEI de apoyar inversiones en favor del clima y el medio ambiente por valor de un billón de euros de aquí a 2030.
Propuestas para alcanzar el objetivo de 2030
El Consejo Europeo invita a la Comisión a que evalúe la mejor manera de que todos los sectores económicos puedan contribuir al objetivo de 2030, y a que presente las propuestas necesarias a tal fin, acompañadas de un examen en profundidad del impacto económico, medioambiental y social en los Estados miembros, teniendo en cuenta los planes nacionales de energía y clima y revisando los márgenes de flexibilidad actuales.
Por ello, el Consejo pide a la Comisión que considere una serie de elementos, como reforzar el régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE) teniendo en cuenta los problemas de distribución y pobreza energética; proponer medidas para que industrias de gran consumo puedan implantar tecnologías innovadoras climáticamente neutras sin perder competitividad; y mecanismos de ajuste en frontera por emisiones de carbono, entre otras cuestiones.