La Agrupación de fabricantes de cemento de España (Oficemen) ha presentado la ‘Hoja de ruta de la industria cementera española para alcanzar la neutralidad climática en 2050′. La industria cementera española se ha fijado como objetivo para 2030 reducir en un 43% las emisiones a lo largo de toda su cadena de valor.
Este objetivo, que se compara con el año base 1990, se marca como paso intermedio para alcanzar la neutralidad climática en 2050. En la actualidad, la reducción alcanza un 27%, que se incrementará paulatinamente en 16 puntos porcentuales durante la próxima década. Esto será posible gracias a la estrategia sectorial diseñada por Oficemen, en línea con el Pacto Verde Europeo, que propone la colaboración de toda la cadena de valor y que está basada en el ‘Enfoque de las 5C’.
Tomando como punto de partida las áreas de mejora en Clínker, Cemento, Hormigón, Construcción y (re)Carbonatación (las ‘5C’), Oficemen ha identificado aquellas actividades del proceso integral de fabricación, distribución y vida útil del cemento y sus derivados en las que se pueden reducir significativamente las emisiones. La hoja de ruta también analiza las tecnologías clave que permitirán hacerlo, así como los apoyos necesarios por parte de las administraciones públicas para impulsar esta transformación, durante los próximos 30 años.
Inversión en I+D+i
El vicepresidente de la patronal europea del sector, Cembureau, Isidoro Miranda, ha destacado el liderazgo europeo en innovación enfocada a la reducción de emisiones de la industria cementera, un continente que alberga “la gran mayoría de proyectos que utilizan tecnologías innovadoras, como las CAUC -captura, transporte, almacenamiento y usos del CO2-, así como los principales centros de I+D+i focalizados en el cemento a escala mundial”.
Estos proyectos de investigación persiguen mejoras como la sustitución de los hornos de clínker de combustión por otros eléctricos, nuevas adiciones para los cementos que reduzcan sus emisiones de carbono, o la aceleración en los procesos de recarbonatación del hormigón, entre otros.
“La implementación de todas estas tecnologías va a suponer, evidentemente, una inversión sin precedentes en las más de 200 fábricas de cemento de Europa de aquí a 2050. El objetivo es claro. La innovación, digitalización y modernización de los procesos seguirán siendo palancas clave para nuestra industria a la hora de alcanzar la neutralidad climática”, añade Miranda.
Desarrollo de las tecnologías CAUC
El elemento clave para alcanzar la neutralidad climática en 2050 será el desarrollo de las tecnologías CAUC (captura, almacenamiento y usos del carbono). En esa línea, Oficemen está colaborando con la Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2) en la identificación de posibles usos y formaciones geológicas adecuadas para el almacenamiento de carbono en relación con la ubicación de las fábricas de cemento de España. Su implantación requerirá el apoyo de las administraciones a la hora de desarrollar las necesarias infraestructuras para el transporte, almacenamiento y reutilización del CO2 generado.
Materias primas descarbonatadas, combustibles con biomasa, clínker bajo en carbono, reutilización de residuos como materia prima, fuentes de energía alternativas basadas en el hidrógeno y las energías renovables, son otras de las medidas que completan un circuito que acaba en la (re)carbonatación, un proceso natural que permite al hormigón reabsorber parte del CO2 emitido durante su fabricación de manera gradual.
“El 20% de las emisiones de CO2 que se producen durante el proceso de fabricación del cemento utilizado son posteriormente absorbidas por el hormigón durante su vida útil. La recarbonatación permitirá un 9% de reducción a 2050, que, sumada a los ahorros alcanzados por el resto de medidas, permitirá lograr la neutralidad carbónica a 2050”, explica el presidente de la Comisión de Cambio Climático de Oficemen, José Manuel Cascajero.