Con un presupuesto de 6 millones de euros, el histórico colegio mayor de San Bartolomé (datado en el año 1401) ha sufrido una transformación integral, convirtiéndose, además, en la futura sede de Cursos Internacionales de Español de la Universidad de Salamanca. Onduline ha participado en la fase de rehabilitación integral de la cubierta, aportando sus soluciones sostenibles.
El proyecto ha sido promovido por el rectorado de la Universidad de Salamanca y ha contado con el arquitecto Eduardo Dorado en la dirección facultativa y con la empresa Ferrovial como adjudicataria.
Con el proyecto de rehabilitación se ha procedido a la completa demolición del interior del edificio respetando únicamente las fachadas y añadiendo un edificio adyacente totalmente nuevo.
Rehabilitación integral de la cubierta
En lo referente a la cubierta, se ha procedido a la instalación de una estructura portante metálica sobre la que se asientan los paneles sándwich de madera, las placas Onduline Bajo Teja DRS BT-150 Plus y la teja cerámica curva.
La colocación de los paneles sándwich sobre la estructura metálica se ha realizado mecánicamente mediante tornillos autorroscantes. Con su instalación se forma un soporte ligero, y se ha dotado de aislamiento térmico y acabado interior de la cubierta. Se trata de un proceso sencillo y rápido con el que se abaratan costes y se agilizan los trabajos de ejecución.
Una vez instalados los paneles sándwich de cubierta se procedió a su impermeabilización con las placas Onduline Bajo Teja DRS, garantizando la impermeabilización y ventilación de cubierta para 30 años. En este caso se ha optado por el modelo de placa BT-150 PLUS, un modelo muy resistente al pisado, adecuado para la colocación de teja cerámica curva.
Finalmente, se procedió a la instalación de la teja cerámica curva nueva, canal y cobija recuperada, instalándose de la forma tradicional, macizando cada 10 hiladas la cobija y macizando también todo el perímetro de esta.
Por otro lado, a la hora de realizar las obras, se han encontrado en el interior del edificio los restos de la antigua Iglesia de San Bartolomé, desaparecida a principios del siglo XX y que da nombre al conjunto, cuya edificación data del siglo XII. También se han hallado otros elementos interesantes como restos de edificaciones y calles ocultas, que desvelan la antigua organización urbanística de la ciudad, objetos de cerámica romana y monedas antiguas, que se han integrado en el proyecto final y podrán visualizarse en el interior de la edificación.