El proyecto urbanístico Zorrotzaurre, consistente en la regeneración urbana de esta isla de Bilbao, está recuperando un antiguo espacio industrial degradado para convertirlo en un barrio nuevo conectado con el resto de la ciudad, dotado de vivienda accesible y sostenible, áreas de implantación empresarial no contaminante, y numerosos equipamientos sociales y culturales. Un plan de transformación urbana de gran envergadura que contempla hasta 5.474 viviendas, y que comenzará a tomar forma con la construcción de los tres primeros nuevos edificios de viviendas en Punta Norte.
El proyecto contempla tres promociones de viviendas de nueva construcción. En la parcela RZ13, en la llamada Punta Norte, comenzarán a construirse próximamente los 3 edificios correspondientes a la primera de las promociones. Una segunda parcela albergará otros 2 nuevos bloques de 13 y 12 alturas, con 233 viviendas de protección tasada (VPT) que se construirán en régimen de cooperativa, mientras que un tercer solar se utilizará para construir la tercera promoción de 260 pisos libres.
Diseño y desarrollo del proyecto de Punta Norte
En Punta Norte de Zorrotzaurre se han proyectado 3 edificios de diez, ocho y siete plantas, que albergarán 172 viviendas de protección oficial (VPO) con la máxima calificación energética A, cumpliendo con las necesidades de confort de los usuarios.
En el diseño y desarrollo del proyecto, llevado a cabo por el estudio de arquitectura Agvar en colaboración con la promotora de viviendas Jaureguizar, se han aplicado los requisitos del sistema de Gestión del Ecodiseño (ISO 14006). Para ello, se ha integrado una metodología para identificar, controlar y mejorar de manera continua los aspectos ambientales, teniendo en cuenta la Guía de Edificación y Rehabilitación Sostenible en la Comunidad Autónoma del País Vasco.
La propuesta arquitectónica trata de diseñar una edificación con el menor impacto ambiental posible en todo su ciclo de vida, y que satisfaga las necesidades de confort de los usuarios. El cumplimiento de los requisitos del sistema de Gestión del Ecodiseño certificado según la norma ISO 14006 implica que la organización ha integrado una sistemática para identificar, controlar y mejorar de manera continua los aspectos ambientales del proyecto.
Según la metodología de esta norma, se han identificado los aspectos más significativos sobre los que se tiene control o influencia, considerando todo el ciclo de vida del edificio: extracción/fabricación de materiales, ejecución, y uso/mantenimiento desecho/deconstrucción, y teniendo en cuenta las áreas de energía, materiales, recursos, movilidad y salud.
Entre las principales soluciones adoptadas para el diseño de los edificios se encuentra la envolvente térmica, que está compuesta por fachada ventilada, altos niveles de aislamiento térmico, y carpinterías mejoradas con vidrios bajo emisivos y cámara de gas argón. El sistema centralizado de calefacción y ACS se realiza mediante un sistema de producción renovable, basado 100% en aerotermia, y contará con una instalación fotovoltaica complementaria. El suelo radiante proporcionará calor estable y homogéneo y reducirá el consumo energético.
Medidas pasivas adoptadas para aumentar la eficiencia energética
La calificación energética A implica que las viviendas disponen de un mayor confort con una mayor eficiencia energética, con la consiguiente reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera y el ahorro económico para los usuarios. Este ahorro energético se ha conseguido a través de medidas pasivas que disminuyen la demanda energética y de medidas activas que reducen los consumos.
Entre las medidas pasivas se encuentran el diseño bioclimático del edificio y la mejora de la envolvente con el objetivo de reducir la demanda energética.
En el caso de la eficiencia energética los datos del clima son fundamentales para poder desarrollar unas estrategias correctas, prestando especial atención a la orientación, aprovechamiento de las condiciones naturales y la radiación solar.
Actuar sobre la envolvente es la forma más eficaz de reducir la demanda energética y por tanto el consumo energético de un edificio. Por eso se procedió a colocar fachada ventilada, obteniendo mayores niveles de aislamiento mediante la colocación de 10 cm de lana mineral. Los forjados interiores entre viviendas llevarán 3 cm de EPS (poliestireno expandido), la cubierta estará compuesta por 14 cm de XPS (poliestireno extruido), mientras que el forjado sobre locales, portales o garajes contendrá 5cm de XPS y 3 cm de EPS.
En cuanto a los huecos de ventana, contendrán un acristalamiento y un marco de altas prestaciones apropiados para minimizar las pérdidas de calor del edificio. La carpintería exterior será de PVC con doble acristalamiento bajo emisivo y con cámara de gas argón.
Por otro lado, se ha optimizado la orientación de las diferentes zonas del edificio en razón de los perfiles de temperatura de éstas, así como el uso de la luz natural mediante una adecuada distribución de la luz dentro del edificio. El diseño ha tenido en cuenta la mejora de la transmitancia térmica de los huecos y se han incorporado soluciones para minimizar las pérdidas de calor del edificio.
Instalaciones de bajo consumo energético
En cuanto a medidas activas, se han empleado instalaciones térmicas, de ventilación y de iluminación de alta eficiencia energética. Los edificios cuentan con un sistema centralizado de calefacción y agua caliente sanitaria mediante bomba de calor aerotérmica de alta eficiencia. Así, la demanda energética del edificio se cubre mediante energía extraída del aire exterior, y cedida al interior a través de una bomba de calor.
Además, se añadirá una instalación fotovoltaica que dará cobertura a una parte del consumo eléctrico de la bomba de calor aerotérmica, incrementando la eficiencia del sistema, lo que conllevará a ahorros económicos por parte del usuario.
Las viviendas dispondrán de calefacción por suelo radiante. Cada vivienda podrá programar el uso, los horarios de encendido y la temperatura deseada de la calefacción de forma individual, mediante termostatos programables digitales. El consumo de calefacción y de agua caliente se contabilizará también de forma individualizada para cada vivienda.
Para asegurar una correcta ventilación de cada vivienda se instalará un sistema de ventilación mecánica individual. Dependiendo de la promoción en concreto, el sistema será con control higrorregulable, o con recuperadores de calor.
La iluminación artificial de las diferentes estancias del edificio debe proporcionar un confort lumínico suficiente para los usuarios con el mínimo consumo asociado al edificio. Por ello se dispondrá de iluminación tipo LED para las zonas comunes y plantas sótano, que requieren menos mantenimiento. Todo ello bajo una instalación de control por medio de sensores de presencia/movimiento sectorizados y regulables.
Rehabilitación del barrio existente
Muchas de las viviendas existentes en el antiguo barrio de Zorrotzaurre tienen más de 100 años. Para mantener algunas de las señas de identidad más representativas del barrio y minimizar los riesgos de desarraigo que pudieran producirse en el nuevo Zorrotzaurre, el proyecto apostó por la rehabilitación de los edificios existentes. Con este objetivo, el Ayuntamiento de Bilbao y la Comisión Gestora establecieron ayudas para que los vecinos pudieran acometer la adecuada rehabilitación de sus viviendas.
El pasado mes de octubre, y tras más de una década de obras, la sociedad municipal Surbisa dio por finalizada la gestión de la rehabilitación urbana. Las rehabilitaciones que se han desarrollado han sido en su mayoría de carácter integral y siguiendo criterios de eficiencia energética y accesibilidad. El proyecto ha supuesto una inversión total de casi 14 millones de euros, de los que las personas propietarias han aportado aproximadamente la mitad.
El objetivo del programa de rehabilitación era conservar un parque de viviendas histórico, que convivirá en el futuro con los nuevos bloques residenciales de Zorrotzaurre.
De los inmuebles reformados, la mitad ha incorporado un ascensor (75% de los edificios de más de dos plantas) y el 65% de ellos ha implementado medidas de eficiencia energética, en su mayoría incorporando aislamiento térmico en la envolvente del edificio, fachadas y cubiertas, con lo que se estima una reducción en emisiones de CO2 de 317.311 kg al año.
Según el Ayuntamiento de Bilbao, se ha completado la rehabilitación integral de 38 edificios. Con estas actuaciones han sido beneficiadas 195 viviendas y 53 locales, sumando un total de 423 personas.
La rehabilitación del Edificio Papelera para uso cultural, del edificio de Agemasa para el Club de Remo Deusto y del edificio Beta 1 para la empresa DigiPen, junto a las nuevas construcciones de la sede de IDOM y de la clínica IMW, completan este proyecto urbanístico de Bilbao, que recuperará el antiguo barrio de Zorrotzaurre transformándolo en un lugar para vivir, trabajar y disfrutar.