Las emisiones de CO2 provenientes del funcionamiento de los edificios alcanzaron su nivel más alto en 2019, alejando al sector de cumplir su enorme potencial para frenar el cambio climático y contribuir significativamente en los objetivos del Acuerdo de París, según indica el nuevo informe publicado por la Alianza Global para los Edificios y la Construcción (GlobalABC), liderada por ONU Medio Ambiente.
Sin embargo, los planes de recuperación de la pandemia brindan la oportunidad de impulsar la rehabilitación integral de edificios y los estándares de eficiencia energética de las nuevas construcciones, y reducir rápidamente las emisiones. La próxima actualización de los compromisos climáticos en virtud del Acuerdo de París, conocidas como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), también ofrece una oportunidad para mejorar las medidas existentes e incluir nuevos compromisos en el sector de la edificación y la construcción.
Aumento de las emisiones derivadas de los edificios en 2019
El Informe sobre el estado global de los edificios y la construcción de 2020, publicado por GlobalABC, señala que, si bien el consumo global de energía de los edificios se mantuvo estable año tras año, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía aumentaron a 9,95 Gt CO2 en 2019, debido al uso directo de carbón, petróleo y biomasa. En total, el sector ha representado en 2019 el 38% de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala la necesidad de llevar el sector de la construcción hacia una vía baja en carbono para ralentizar el cambio climático, que generará importantes beneficios para la recuperación económica, por lo que debería ser una prioridad clara para todos los gobiernos. “El aumento de las emisiones en el sector de los edificios y la construcción enfatiza la necesidad urgente de una estrategia triple para reducir drásticamente la demanda de energía en el entorno construido, descarbonizar el sector energético e implementar estrategias de materiales que reduzcan las emisiones de carbono del ciclo de vida”, explica Inger Andersen, directora ejecutiva de PNUMA.
Para encaminarse hacia la existencia de edificios de cero emisiones para 2050, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que las emisiones directas de CO2 de los edificios deben, para 2030, disminuir en un 50%, y las emisiones indirectas del sector de la construcción en un 60%. Esto equivale a una reducción de las emisiones del sector de la construcción de alrededor del 6% anual hasta 2030, cercano a la reducción del 7% de emisiones de CO2 del sector energético mundial de 2020 debido a la pandemia.
Para que el sector de la construcción logre este reto para 2050, todos los actores de la cadena de valor del sector de la construcción deben multiplicar por cinco las acciones de descarbonización y su impacto.
Medidas de descarbonización en los programas de recuperación
El informe revela que una recuperación sostenible de la pandemia podría reducir hasta un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Los gobiernos pueden ayudar a lograrlo si incluyen sistemáticamente medidas de descarbonización en los programas de recuperación, aumentando las tasas de rehabilitación, canalizando la inversión hacia edificios con bajas emisiones de carbono, creando empleo y aumentando el valor de los bienes inmuebles.
Si bien las actividades de construcción se han reducido entre un 20 y un 30% en 2020 en comparación con 2019 como resultado de la pandemia, y alrededor del 10% de los empleos se han perdido o están en riesgo, los programas para fomentar la construcción pueden crear empleo, impulsar la actividad económica y activar cadenas de valor locales. Según su Plan de Recuperación Sostenible, la IEA estima que se crearían hasta 30 puestos de trabajo en manufactura y construcción por cada millón de dólares invertidos en rehabilitaciones o medidas de eficiencia en nuevas construcciones.
Intensificar los compromisos en las NDC
El informe revela que la mayoría de los países aún no han presentado sus segundas NDC. Los gobiernos nacionales deben intensificar sus compromisos con las NDC, las estrategias climáticas a largo plazo y el apoyo a la regulación para fomentar la adopción de edificios de cero emisiones. Para ello deben priorizarse normativas de energía de los edificios de obligado cumplimiento, medidas de certificación generalizadas y facilitar su adopción e implementación.
En 2019, el gasto en edificios energéticamente eficientes aumentó por primera vez en tres años, y la eficiencia energética de los edificios en los mercados mundiales aumentó a 152.000 millones de dólares en 2019, un 3% más que el año anterior. Esta es solo una pequeña proporción de los 5,8 billones gastados en total en el sector de la construcción, pero hay señales positivas en el sector de inversiones de que la descarbonización de la construcción y la eficiencia energética se están afianzando en las estrategias de inversión.
Los edificios ecológicos representan una de las mayores oportunidades de inversión global de la próxima década, estimada por CFI en 24,7 billones de dólares para 2030.