La Comisión Europea ha adoptado la nueva Estrategia de la UE para la adaptación al cambio climático, que establece el camino para prepararnos ante los efectos inevitables del cambio climático y construir un futuro resiliente.
La Comisión Europea anunció esta nueva Estrategia de adaptación al cambio climático, más ambiciosa, en la Comunicación sobre el Pacto Verde Europeo, tras una evaluación de la Estrategia Europa 2013, realizada en 2018, y una consulta pública abierta entre mayo y agosto de 2020. La propuesta de la Ley Europea del Clima sienta las bases para una mayor ambición y coherencia política en materia de adaptación.
La acción de la CE en materia de adaptación al cambio climático debe implicar todos los sectores de la sociedad y todos los niveles de gobernanza, tanto dentro como fuera de la UE. Por ello, la CE trabaja para construir una sociedad resistente al cambio climático mejorando el conocimiento de los impactos climáticos y las soluciones de adaptación; intensificando la planificación de la adaptación y las evaluaciones de los riesgos climáticos; acelerando las medidas de adaptación; y ayudando a reforzar la resiliencia frente al cambio climático a escala mundial.
Una adaptación más inteligente, rápida y sistémica
Las medidas de adaptación deben basarse en datos sólidos y herramientas de evaluación de riesgos que estén a disposición de todos, desde las familias que compran, construyen y renuevan viviendas hasta las empresas de regiones costeras o los agricultores que consideran qué cosechar. Para lograrlo, la estrategia propone medidas que impulsan las fronteras del conocimiento en materia de adaptación, de modo que puedan recopilarse más y mejores datos sobre los riesgos y las pérdidas relacionados con el clima, poniéndolos a disposición de todos. La Plataforma Europea de Adaptación al Clima (Climate-ADAPT) se mejorará y ampliará, y se le añadirá un observatorio sanitario específico para mejorar el seguimiento, el análisis y la prevención de los efectos del cambio climático en la salud.
El cambio climático tiene repercusiones en todos los niveles de la sociedad y en todos los sectores de la economía, por lo que las medidas de adaptación deben ser sistémicas. La Comisión seguirá incorporando consideraciones de resiliencia frente al cambio climático en todos los ámbitos políticos pertinentes. Apoyará el desarrollo y la aplicación de estrategias y planes de adaptación con tres prioridades transversales: integrar la adaptación en la política macropresupuestaria, soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación y medidas locales de adaptación.
El Acuerdo de París estableció un objetivo mundial en materia de adaptación y destacó que la adaptación era un factor clave para el desarrollo sostenible. La UE promoverá enfoques subnacionales, nacionales y regionales de adaptación, centrándose específicamente en África y los pequeños Estados insulares en desarrollo. Aumentará el apoyo a la resiliencia y preparación internacionales frente al cambio climático mediante el suministro de recursos, dando prioridad a la acción y aumentando la eficacia, reforzando la financiación internacional y a través de compromisos e intercambios mundiales en materia de adaptación. También trabajará con socios internacionales para reducir la brecha en la financiación internacional de la lucha contra el cambio climático.