La actualización del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) aprobada esta semana por el Consejo de Ministros, y que fija las exigencias de eficiencia energética y seguridad que deben cumplir las instalaciones térmicas en los edificios, incorpora nuevas medidas para mejorar la eficiencia energética, impulsar la digitalización y fomentar el uso de las energías renovables en los edificios.
El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), ha aprobado la actualización del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) mediante la modificación del Real Decreto 1027/2007, del 20 de julio.
La actualización del RITE contribuirá a alcanzar los objetivos climáticos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC). En concreto, ayudará a alcanzar el objetivo de mejora de la eficiencia energética a través de la reducción del consumo de energía primaria en un 39,5% en 2030 y de energía final en 36.809,3 toneladas equivalentes de petróleo (Ktep).
Actualización de la normativa en materia de eficiencia energética
Por un lado, el reglamento seguirá recogiendo los requisitos que deben cumplir las instalaciones térmicas bajo el principio de neutralidad tecnológica, sin obligar al uso de una determinada técnica o material ni evitar la introducción de nuevas tecnologías y conceptos. Por otro lado, el RITE se adaptará al contenido de la Directiva (UE) 2018/2001, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables en el sector de la calefacción y la refrigeración, y al de varios reglamentos europeos de diseño ecológico y etiquetado de productos relacionados con la energía.
La actualización pretende alinear el RITE con las últimas actualizaciones de las directivas europeas relacionadas con la eficiencia energética, así como regular las exigencias de eficiencia y seguridad que deben cumplir las instalaciones térmicas en edificios para atender la demanda de bienestar e higiene de las personas. En este sentido, el RITE traspone parcialmente las directivas comunitarias en materia de eficiencia energética e introduce varias modificaciones en la normativa para la instalación de sistemas térmicos en edificios, que deberán diseñarse bajo la utilización de sistemas eficientes que permitan la recuperación energética y la utilización de las energías renovables y de las energías residuales.
La adaptación del RITE a estas directivas europeas introduce nuevas definiciones en el Reglamento y modifica alguna de las ya existentes en la normativa, con el fin de homogeneizar los términos en materia de edificación y eficiencia energética.
Instalaciones eficientes y uso de renovables en los edificios
La actualización del RITE obliga a justificar la instalación de sistemas térmicos convencionales en lugar de otros sistemas más eficientes y sostenibles en edificaciones, tales como la bomba de calor geotérmica con suelo radiante o la hibridación de energía solar térmica con caldera de gas natural. Esta justificación deberá ir acompañada de una comparativa entre el sistema de producción de energía elegido y otros alternativos, teniendo en cuenta aquellos sistemas que sean viables técnica, medioambiental y económicamente.
La reforma de la normativa impulsa la incorporación de energías renovables en los edificios. En todas aquellas edificaciones sujetas a reforma, se deberán proponer instalaciones alternativas de alta eficiencia y plantear un reemplazo de equipos fósiles por otros renovables, y deberá evaluarse la eficiencia energética de todas las instalaciones técnicas cuando vayan a ser instaladas.
Digitalización y consumo energético
La nueva norma introduce la digitalización en los edificios no residenciales con grandes consumos (potencia útil nominal de climatización superior a 290 kW), con la finalidad de convertirse en edificios inteligentes que contribuyan a la disminución del consumo y a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Por otro lado, todos los edificios de más de 1.000 m2 destinados a usos administrativos, comerciales, etc., deberán hacer público su consumo de energía durante los últimos años y el origen de la misma. De este modo, la actualización del RITE mejora la información disponible para que usuarios y propietarios puedan optar por soluciones más eficientes.
Asimismo, la actualización del RITE modifica el régimen de inspecciones de instalaciones térmicas en edificios, y recoge también obligaciones relativas a los contadores de agua caliente para redes urbanas, reparto de los costes de agua caliente e información sobre la facturación de estos consumos.