Onduline, empresa fabricante de sistemas ligeros de aislamiento e impermeabilización para cubiertas inclinadas, ha realizado una importante inversión medioambiental en su centro productivo nacional consistente en la instalación de un nuevo oxidador térmico regenerativo que, sumado a la renovación total del ya instalado en agosto de 2005, consigue minimizar exponencialmente el impacto medioambiental en la zona.
La instalación del nuevo equipo se ha realizado en las instalaciones que Onduline tiene en el término municipal de Abanto-Zierbena (Vizcaya), y ha supuesto la mayor inversión medioambiental desde la instalación de la fábrica en 1999. El proyecto ha sido ejecutado con una inversión propia de más 1,5 millones de euros y se han utilizado los servicios de la empresa Tecam, experta en proyectos de gestión medioambiental.
El proyecto se enmarca dentro de la política medioambiental de la empresa y en su estrategia de mejora continua. Con este nuevo equipo se minimizan los impactos medioambientales del centro productivo, logrando hacer realidad que esta instalación cuente con los más altos estándares de seguridad, calidad y respeto por el medioambiente.
Funcionamiento del oxidador térmico regenerativo
La capacidad del nuevo oxidador térmico regenerativo, dimensionado para el tratamiento de una corriente de 37.000 Nm3/h, se suma al instalado en agosto de 2005, y renovado en este proyecto, para una corriente de 17.000 Nm3/h.
El proceso del que se encarga el oxidador térmico regenerativo (RTO en sus siglas en inglés), consiste básicamente en realizar un precalentamiento de los gases de entrada a la combustión, que suele necesitar una temperatura de unos 800 ºC. Este precalentamiento se realiza mediante unas masas cerámicas que almacenan el calor que ceden los gases ya depurados mediante oxidación.
Estos gases precalentados pueden llegar hasta los 450 ºC, aportándose el resto de la energía por un combustible auxiliar. Al elevarse suficientemente la temperatura de los gases, los compuestos orgánicos se combinan con el oxígeno produciéndose la oxidación térmica y forman dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O). Mediante un sistema de ciclos, la corriente de gases a depurar pasa por las torres del equipo garantizando la pureza del aire a la salida del equipo.