La compañía LafargeHolcim está ultimando las obras de restauración ambiental de la cantera Santa María, ubicada en el municipio de Ocaña (Toledo), con la siembra de cerca de 19.000 plantas y la creación de zonas inundables para anfibios. Una vez más la compañía apuesta por un modelo de rehabilitación basado en la potenciación de la biodiversidad y en la creación de biotopos que favorezcan el asentamiento de nuevas especies de flora y fauna.
La cantera Santa María, junto a la de Yepes-Ciruelos, constituyen un claro ejemplo del modelo de restauración por el que apuesta LafargeHolcim, basado en la contribución a la conservación y el refuerzo del capital natural. Los proyectos de rehabilitación desarrollados por la compañía incentivan el asentamiento de especies amenazadas en el entorno de sus explotaciones mineras con el objetivo de aumentar el valor de la biodiversidad que había antes de la apertura de la cantera y de recuperar hábitats hoy necesarios para la conservación.
Revegetación y recreación de hábitats
LafargeHolcim ha reforzado la revegetación con la plantación de 500 ejemplares de 37 especies autóctonas representativas de la Mesa de Ocaña, como encinas, lavanda o espartales, que se suman a los más de 18.400 sembrados al inicio del proceso de restauración y al material vegetal procedente de viveros forestales de especies nativas. La compañía ha recreado hasta cinco hábitats diferenciados: espartal, coscojar, encinar, charcas y zonas rupícolas con capacidad para albergar diferentes especies de flora y fauna.
Los trabajos realizados para encauzar el agua de lluvia han dado como resultado la creación de varias charcas intermitentes y zonas inundables temporales que pueden ser empleadas por algunas especies de anfibios e incluso servir de áreas de descanso eventuales para algunas aves de paso y para el asentamiento de comunidades vegetales higrófilas.
Recuperación de la fauna
Además, para la recuperación de este espacio minero, LafargeHolcim optó por mantener un espacio del frente principal con la finalidad de crear un biotopo propicio para la ocupación y nidificación de aves rupícolas como el gorrión chillón, la chova piquirroja o rapaces como el búho real o el cernícalo vulgar. Para fomentar el refugio y la nidificación de pequeños pájaros insectívoros, también se colocaron cajas nido en las zonas con arbolado joven, una medida que compensa la escasez en la zona de árboles viejos de gran porte con oquedades para la construcción de nidos.
Con el objetivo de mejorar las poblaciones de conejos se construyeron un total de 8 majanos de piedra, unas infraestructuras que sirven como zonas de refugio y reproducción para estos animales y otras especies como micromamíferos, reptiles o anfibios, cuya presencia se ha constatado en la zona. De esta forma, se consigue fortalecer las poblaciones de conejos que constituyen la base de la cadena alimentaria de muchas otras especies de depredadores, como las aves rapaces.
Parte del espacio que ocupa la cantera ha sido habilitado por la compañía para su futuro uso público. Para ello, se ha creado un mirador y se ha procedido a la instalación de una serie de paneles interpretativos en los que se informa de las labores de restauración ambiental y las distintas actuaciones ejecutadas, a la vez que se da a conocer la fauna y flora más destacada del entorno.