El Ayuntamiento de Pamplona presenta su Estrategia de Transición Energética y Cambio Climático 2030

Pamplona

El Ayuntamiento de Pamplona ha presentado su Estrategia de Transición Energética y Cambio Climático 2030, tras haber sido completada en su totalidad. El objetivo de la estrategia es conseguir un modelo de ciudad adaptada, innovadora, moderna y descarbonizada en las próximas décadas. Reducir las emisiones de gases efecto invernadero un 64% respecto a 2005, que el 37% de la energía sea de origen renovable, la renaturalización del entorno y la rehabilitación energética de edificios son las líneas principales del plan de acción.

Objetivos principales de la Estrategia de Transición Energética y Cambio Climático 2030 del Ayuntamiento de Pamplona.

La Estrategia de Transición Energética y Cambio Climático 2030 (ETyCC2030), enmarcada en el Plan GoGreen de la ciudad de Pamplona, pretende ser una propuesta transformadora hacía una ciudad mucho más saludable y comprometida con el cambio climático. La Junta de Gobierno Local aprobó el documento la pasada semana y ahora será abordado en el Pleno para su ratificación final.

Mitigación y adaptación al cambio climático

Los objetivos definidos en la ETyCC2030 abarcan la mitigación del cambio climático y la adaptación a él. En cuanto a la mitigación, y junto a la reducción de emisiones del 64% y que el 37% del consumo final de energía provenga de fuentes renovables, la estrategia plantea una mejora del 39% en la eficiencia energética respecto a las proyecciones actuales de futuro.

Sobre la adaptación al cambio climático, los objetivos son la reducción del impacto del incremento de las temperaturas sobre la salud de las personas, y del impacto de las lluvias intensas sobre el medio construido, así como las sequías. Dentro de esta línea también se ha incluido el objetivo de conseguir cero pobreza energética en 2030.

El plan de acción se estructura en 5 objetivos estratégicos, 24 líneas de acción y 74 acciones concretas, todo ello relacionado con los 10 objetivos estratégicos de la Agenda Urbana Española y con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). El plan movilizará, hasta 2030, 860 millones de euros.

Los 5 objetivos estratégicos son rehabilitar y renaturalizar el entorno urbano; descarbonizar el modelo energético local; implementar un modelo de movilidad saludable, eficiente y sostenible; disponer de unos servicios municipales sostenibles, preparados, activos y responsables e instaurar una cultura climática en la sociedad de Pamplona. Las 24 líneas de acción se organizan en torno a los 5 objetivos.

Renaturalización del espacio y rehabilitación energética de edificios

Para rehabilitar y renaturalizar el entorno urbano se pondrán en marcha actuaciones para hacer más naturales los espacios, la gestión sostenible de la flora y fauna y la optimización del ciclo del agua. También se quiere dar un importante impulso a la rehabilitación energética de edificios en la que tener en cuenta, además de altos niveles de ahorro energético, la integración de las energías renovables y la electrificación de la demanda en los mismos.

Con el fin de descarbonizar el modelo energético local se va a impulsar la generación de energía renovable, la eficiencia energética y la figura de la Oficina de la Energía y el Clima en Pamplona. Para implementar un modelo de movilidad saludable, eficiente y sostenible se apuesta por una movilidad sostenible, inclusiva y segura.

Entre las 8 líneas de acción marcadas para disponer de unos servicios municipales sostenibles, destacan la lucha contra la pobreza energética, el emprendimiento e innovación sostenible, un marco normativo que fomente la mitigación y la adaptación al cambio climático, el turismo sostenible y la economía circular con reducción de residuos mediante el reciclaje y la reutilización.

Reducción del consumo energético y adaptación climática

Previamente a la elaboración de los objetivos y las líneas de acción, el Ayuntamiento de Pamplona elaboró un estudio con el balance energético de la ciudad. Pamplona, en 2018, consumió 4.551.325 MWh, un 8,7% menos que en 2005, y solo el 9,5% del consumo energético procedía de fuentes renovables. Si se aplican las actuaciones propuestas en la nueva estrategia, el consumo podría reducirse a 2.570.348 MWh (un descenso del 39%), un 37% del consumo final de energía procedería de fuentes renovables y las emisiones se quedarían en 859.605 t CO2eq/año.

La estrategia también ha conllevado un análisis de los riesgos y vulnerabilidades climáticas, y apunta a la necesidad de revisar las características de las viviendas de nueva construcción. También se tendrán en cuenta los barrios más expuestos al riesgo de afectación por lluvias intensas sobre el medio construido, y los barrios más vulnerables y con más potencial de adaptación al impacto del incremento de las temperaturas.

Las conclusiones de este análisis son que para mejorar los efectos negativos en la salud hay que apostar por naturalizar los espacios públicos y por la rehabilitación de los edificios. También, por gestionar los ecosistemas, optimizar el ciclo del agua, impulsar la economía circular, tener planes ante emergencias por efectos del cambio climático y trabajar por una cultura climática que conlleve a un modelo de ciudad más sostenible en todos los niveles.

 
 
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