La Comisión Europea ha aprobado el Plan de Recuperación y Resiliencia de España, un paso importante para que la Unión Europea destine una subvención de 69.500 millones de euros en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (FRR) para el período 2021-2026, que servirá para llevar a cabo las inversiones y medidas descritas en el plan.
La Comisión ha adoptado una propuesta de decisión por la que se concede a España una subvención de 69.500 millones de euros. La aprobación del plan por parte del Consejo Europeo permitiría el desembolso de 9.000 millones de euros a España en concepto de prefinanciación. Esto representa el 13% del importe total asignado a España.
La Comisión autorizará nuevos desembolsos en función del cumplimiento satisfactorio de los hitos y objetivos indicados en la Decisión de Ejecución del Consejo, reflejando los avances en la ejecución de las inversiones y las reformas. El Consejo Europeo dispone ahora, por regla general, de cuatro semanas para adoptar la propuesta de la Comisión Europea.
La Comisión ha evaluado el plan de España sobre la base de los criterios establecidos en el Reglamento del MRR (elemento central de NextGenerationEU), que aportará hasta 672.500 millones de euros para sostener las inversiones y las reformas en toda la UE.
Medidas para la transición ecológica y digital
El análisis de la Comisión ha considerado principalmente si las inversiones y reformas establecidas en el plan español contribuirán a abordar eficazmente los retos señalados en el marco del Semestre Europeo, si abarcan medidas para hacer frente a la transición ecológica y digital, y si contribuirán a reforzar el potencial de crecimiento, la creación de empleo y la resiliencia económica, institucional y social de España.
La evaluación de la Comisión ha concluido que el plan español dedica el 40% de su asignación total a medidas que apoyan los objetivos climáticos. Destacan las medidas para aumentar la eficiencia energética de los edificios, descarbonizar la industria y reducir la dependencia energética, desplegar nuevas tecnologías para el hidrógeno verde y las energías renovables, así como para fomentar la movilidad sostenible.
El plan también comprende medidas para contribuir a paliar los efectos adversos del cambio climático mediante la conservación de los espacios costeros, los ecosistemas y la biodiversidad, y para promover la economía circular mediante la mejora de la gestión del agua y los residuos.
Por otro lado, la Comisión constata que el plan español dedica el 28% de su asignación total a medidas destinadas a la transición digital, como son las medidas para la digitalización de la Administración pública, la industria y las empresas, así como un programa específico para la digitalización de las pymes entre otros.
Fomento de las renovables y la eficiencia energética
España propone proyectos en los siete ámbitos emblemáticos europeos. Se trata de proyectos de inversión concretos que abordan cuestiones comunes a todos los Estados miembros en ámbitos que generan empleo y crecimiento y que son necesarios para la doble transición.
Por ejemplo, el plan de España prevé 6.100 millones de euros para invertir en tecnologías limpias y acelerar el desarrollo y el uso de las energías renovables, así como 7.800 millones de euros para mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos y privados. Otras medidas sostienen la iniciativa emblemática europea ‘Recarga y repostaje’, mediante inversiones en la recarga, el fomento de la infraestructura de vehículos eléctricos y la promoción de la movilidad sostenible.
La evaluación también constata que ninguna de las medidas incluidas en el plan entraña perjuicios graves contra el medio ambiente.
Retos económicos y sociales
La evaluación de la Comisión considera que el plan español incluye un amplio conjunto de reformas e inversiones que se refuerzan mutuamente y que contribuyen a abordar los retos económicos y sociales indicados en las recomendaciones específicas por país (REP) formuladas a España por el Consejo en el Semestre Europeo en 2019 y en 2020.
Entre otros, el plan da respuesta en gran medida a las REP en los ámbitos de la inversión en la transición ecológica y digital, la investigación, el desarrollo y la innovación, la producción y el uso de la energía renovable, las infraestructuras energéticas, la gestión hídrica y de los residuos y el transporte sostenible.
El plan también recoge medidas para mejorar el clima empresarial y abordar las REP en el ámbito de las finanzas públicas. El plan español de recuperación y resiliencia contribuye de manera global y adecuadamente equilibrada a los seis pilares del Reglamento.
La CE considera que los sistemas de control establecidos por España son adecuados para proteger los intereses financieros de la Unión Europea. Además, el plan aporta datos suficientes sobre la forma en que las autoridades nacionales prevendrán, detectarán y corregirán los casos de conflictos de intereses, corrupción y fraude relacionados con el uso de los fondos.