La Comisión Europea ha presentado esta semana una serie de propuestas que servirán de instrumentos legislativos para cumplir los objetivos de la Ley del Clima Europea. El objetivo de las propuestas es adaptar las políticas de la Unión Europea en materia de clima, energía, uso del suelo, transporte y fiscalidad a fin de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% de aquí a 2030. Entre estas medidas se encuentra la propuesta de una nueva Directiva de Eficiencia Energética.
Las propuestas presentadas el pasado 14 de julio facilitarán la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la próxima década. Estas propuestas combinan la aplicación del comercio de derechos de emisión a nuevos sectores y refuerzo del actual régimen de comercio de derechos de emisión de la UE; mayor uso de las energías renovables; mayor eficiencia energética; despliegue más rápido de los modos de transporte de bajas emisiones y de la infraestructura y los combustibles para sostenerlos; ajuste de las políticas fiscales a los objetivos del Pacto Verde Europeo; medidas para evitar la fuga de carbono; e instrumentos para preservar y potenciar los sumideros naturales de carbono.
Reducción del consumo energético
La propuesta de la Comisión Europea para refundir la Directiva de la UE sobre Eficiencia Energética pretende estimular aún más los esfuerzos de la UE para fomentar la eficiencia energética y lograr ahorros energéticos en la lucha contra el cambio climático.
Esta iniciativa forma parte del paquete de propuestas de la Comisión ‘Cumplir con el Pacto Verde Europeo‘, con el fin de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030 y el objetivo final de convertirse en un continente climáticamente neutro para 2050. Esta directiva está vinculada a la revisión de la Directiva de Energías Renovables, el Régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) y el nuevo Fondo Social para el Clima.
La propuesta busca aumentar los objetivos para reducir el consumo de energía primaria al 39% y energía final al 36% para 2030, ahora vinculante a nivel de la UE, en línea con el Plan de Objetivos Climáticos, superando el objetivo actual del 32,5%. La propuesta requiere que cada Estado miembro determine su contribución nacional indicativa sobre la base de una fórmula de criterios objetivos y puntos de referencia, que reflejen las circunstancias nacionales. A continuación, la Comisión los evaluaría y propondría soluciones para abordar cualquier deficiencia en el objetivo de la UE.
Además de elevar el objetivo de la UE para 2030, la propuesta aumenta uno de los elementos clave para impulsar las mejoras de la eficiencia energética: la obligación de los Estados miembros de lograr ahorros anuales de energía en el consumo final. En la actualidad, la obligación está fijada en 0,8% anual, pero la propuesta busca elevar esta cifra al 1,5% a partir de 2024, hasta 2030. Dado que esto apunta al uso final de la energía, se espera incentivar mayores esfuerzos en sectores clave como la construcción, la industria y el transporte a través de los regímenes de obligación de eficiencia energética y las medidas políticas alternativas.
Objetivos de ahorro energético
La nueva directiva también propone casi duplicar las obligaciones anuales de ahorro energético de los Estados miembros en el uso final, centrándose en los sectores con un alto potencial de ahorro energético, en particular los servicios de calefacción y refrigeración (que supone el 80% de la energía en los edificios), la industria y la energía.
Los requisitos existentes para garantizar una mayor eficiencia en la generación de calor deben extenderse a las instalaciones de suministro de energía más pequeñas y a las instalaciones de servicio y centros de datos con un consumo de energía significativo. Es probable que estos requisitos estimulen el uso de calor residual y energía renovable en este sector, necesarios para descarbonizar la calefacción y la refrigeración.
En calefacción y refrigeración de distrito (district heating), la definición de sistemas «eficientes» se ajustará gradualmente para alejarse de los sistemas basados en combustibles fósiles. En cogeneración, el objetivo es introducir criterios adicionales de emisiones específicas en cogeneración de alta eficiencia (270 gCO2/kWh). Estas medidas propuestas en la Directiva de Eficiencia Energética deben considerarse junto con los nuevos objetivos propuestos en la revisión de la Directiva de Energías Renovables para incluir las renovables en calefacción y refrigeración (1,1%) y para district heating (1,4%), lo que garantizará un uso más amplio de las energías renovables.
Asimismo se pone especial énfasis en el sector público para que sirva como ejemplo y lidere esta transición. El sector público tendrá que renovar el 3% de sus edificios cada año para impulsar la ola de rehabilitación, crear puestos de trabajo y reducir el consumo de energía y los costes para el contribuyente.
Tomando una serie de elementos de la estrategia Renovation Wave, la propuesta de la Directiva de Eficiencia Energética incluye medidas para impulsar la rehabilitación de forma que aborde la pobreza energética y fortalezca el empoderamiento del consumidor. Una serie de elementos adicionales relacionados con la rehabilitación de edificios y la descarbonización del sector de la construcción serán cubiertos por una propuesta de revisión de la Directiva de eficiencia energética de los edificios (EPBD), que se publicará antes de finalizar el año.
Todo el paquete de propuestas de la Comisión Europea pasará ahora al Consejo y al Parlamento Europeo para poner en marcha el proceso de toma de decisiones de la UE.