La Comisión Europea ha publicado una guía técnica con la que aspira a conseguir que los proyectos de infraestructuras sean resilientes al cambio climático. La guía está enfocada en el periodo 2021-2027, y ayudará a incorporar criterios climáticos en las futuras inversiones y desarrollo de proyectos de infraestructuras y edificios. De este modo los inversores podrán conocer qué proyectos se consideran compatibles con el Acuerdo de París y los objetivos climáticos de la Unión Europea de cara a la toma de decisiones.
Estos criterios, adoptados el pasado 29 de julio por la CE, ayudarán a la UE a cumplir con el Pacto Verde Europeo, aplicar los requisitos de la Ley Europea del Clima y a ecologizar el gasto de la UE.
Las consideraciones de la guía están alineadas con el objetivo de reducir un 55% las emisiones netas de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 y el objetivo de neutralidad climática para 2050. Asimismo, se ajustan a los principios de eficiencia energética y cumplen los requisitos establecidos en la legislación correspondiente a varios fondos de la UE, como InvestEU, el Mecanismo ‘Conectar Europa’ (MCE), el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Fondo de Cohesión (FC) y el Fondo de Transición Justa (FTJ).
Adaptación de las infraestructuras al cambio climático
Los efectos del cambio climático están repercutiendo ya en activos e infraestructuras de larga vida útil, como ferrocarriles, puentes o centrales eléctricas, y se prevé que estos impactos se intensifiquen en el futuro. Por ejemplo, debe prestarse atención a la construcción en zonas que puedan verse afectadas por el aumento del nivel del mar; o deberán proyectarse vías ferroviarias con mayor resistencia térmica que antes. Por tanto, es esencial determinar claramente las infraestructuras que están preparadas para la resiliencia y neutralidad climática, y en consecuencia adoptar las decisiones de inversión.
La resiliencia climática es un proceso que integra medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en el desarrollo de los proyectos de infraestructura. Las orientaciones técnicas adoptadas en esta guía establecen principios y prácticas comunes para identificar, clasificar y gestionar riesgos climáticos físicos a la hora de planificar, desarrollar, ejecutar y supervisar proyectos y programas de infraestructuras. El proceso se divide en dos pilares (mitigación y adaptación) y dos fases (investigación y análisis detallado), y la documentación y verificación de los formularios de resiliencia al cambio climático se consideran una parte esencial del conjunto de criterios para la adopción de decisiones de inversión.
En concreto, en el caso de las infraestructuras cuya vida útil se prolongue más allá de 2050, la guía establece que la explotación, el mantenimiento y el desmantelamiento de cualquier proyecto deben llevarse a cabo de manera climáticamente neutra, solución que puede incluir criterios de economía circular, como el reciclaje o la reutilización de los materiales. La resiliencia frente al cambio climático de los nuevos proyectos de infraestructura debe garantizarse mediante medidas de adaptación adecuadas, basadas en una evaluación del riesgo climático.
En la Comunicación de la Comisión (2021/C 280-01) se ofrece una guía técnica adicional sobre la forma de conseguir que las inversiones distintas de las destinadas a infraestructuras sean resilientes al cambio climático.