El Ayuntamiento de Pamplona recibirá alrededor de 5 millones de euros de fondos procedentes del programa de la Comisión Europea ‘Horizon2020 – Green Deal Call – Edificios eficientes en energía y recursos’, para convertir el barrio de Rochapea en un distrito positivo de energía verde, mediante la rehabilitación energética de un grupo de edificios y la incorporación de energías renovables.
Pamplona es uno de los tres socios internacionales y la destinataria de la parte española del proyecto europeo Open Lab (Open innovation living labs for Positive Energy Neighbourhoods). El proyecto Open Lab comenzará este otoño y se extenderá durante cuatro años y medio. Las actuaciones se centrarán en el entorno del edificio IWER (antiguo complejo industrial de Matesa) y en 12 viviendas de alquiler social de San Pedro.
El objetivo es aplicar técnicas innovadoras de rehabilitación energética en estos edificios y realizar una gran instalación de energía fotovoltaica que suministre electricidad, tanto a esos edificios, como al conjunto del barrio, mediante la creación de una comunidad energética.
Proyecto europeo Open Lab
El proyecto europeo Open Lab busca identificar paquetes de soluciones replicables y comercialmente viables que permitan crear barrios que produzcan más energía de la que consumen. Deben ser vecindarios en contextos urbanos que estén integrados en un sistema energético local como un centro activo de micro-energía.
España se ha presentado junto a otros dos países con demostradores: Bélgica y Estonia. Los presupuestos ascienden a unos 20 millones de euros, de los cuales cerca de 5 millones de euros son para España y se destinarán directamente a actuaciones en Pamplona. En concreto, Pamplona contará con una aportación de 1.217.205 euros, subvencionados al 100% por la Comisión Europea.
El Ayuntamiento de Pamplona trabajará con el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER) y los equipos de investigación de la UPV/EHU, con la coordinación local de Alonso Hernández & Asociados Arquitectura S.L., empresa de arquitectura e ingeniería que, junto con Obras Especiales Edificación e Infraestructuras (Obenasa), respaldan el proyecto de rehabilitación de IWER.
El futuro distrito positivo de energía verde de Rochapea engloba iniciativa pública y privada. La rehabilitación de un edificio no residencial (IWER) y la de los bloques de viviendas del Grupo San Pedro supondrán el germen de un barrio de energía positiva gracias a las energías renovables distribuidas y su gestión inteligente. Será la plataforma de ensayo de tecnologías de rehabilitación innovadoras, más allá de las exigencias del marco legal, ofreciendo una reducción en la demanda energética, además de una generación de energía local, limpia y asequible.
Creación del distrito positivo de energía verde
El presupuesto se destinará principalmente a actuaciones de rehabilitación energética innovadora en 12 viviendas sociales de alquiler del grupo de viviendas de San Pedro. Por un lado, se colocarán paneles fotovoltaicos para generar energía renovable, cambiando la cubierta del edificio, así como el aislamiento interior, nuevas instalaciones de climatización y se instalarán dispositivos de acumulación de energía. Por otro, se implantarán técnicas innovadoras de seguimiento y monitorización del balance energético y otros parámetros como el ruido. La propuesta prevé disponer de puntos de recarga para vehículos eléctricos en las inmediaciones de los edificios rehabilitados.
Los edificios del Grupo San Pedro que participen en el proyecto se conectarán física o virtualmente con el complejo de IWER para constituir el germen del distrito positivo de energía verde, posibilitando los intercambios energéticos y el balance de la red. Con la finalidad de incrementar el potencial de adopción de las soluciones desarrolladas a lo largo del proyecto, los usuarios finales intervendrán activamente en el desarrollo de éstas, específicamente a través de talleres de trabajo organizados por el Ayuntamiento de Pamplona.
Además, el Ayuntamiento pondrá en marcha una oficina energética de barrio que dinamice la creación de una comunidad energética y realizará acciones de sensibilización de la ciudadanía para la participación activa del proceso de transición energética, entre otras acciones.
Por su parte, en el complejo IWER se integrará una planta energética de 900 kWp, iniciando la senda hacia un barrio con superávit energético, en un contexto nuevo de economía post-industrial. Sus casi 46.000 m² de superficie construida (no todos contemplados en el horizonte temporal del proyecto Open Lab) estarían también al servicio de la dinamización del barrio, albergando en su interior una zona comercial, un centro de mayores, un centro fitness, un espacio loft y zonas y oficinas destinadas al trabajo profesional. Además, el edificio dispondría de una zona de 10.437 m² de aparcamiento.