Avanzan las obras de la nueva Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, que será un Edificio de Consumo de Energía Casi Nulo (ECCN). Está previsto que los trabajos, que comenzaron a finales de 2018, terminen a finales del próximo verano. Tras la entrega de la obra, por parte de la constructora, se procederá al equipamiento del inmueble para que se pueda desarrollar la actividad docente e investigadora en el segundo cuatrimestre del curso académico 2022-2023. El proyecto ha recibido la certificación BREEAM con la calificación de Muy Bueno.
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, visitaron la semana pasada las obras. Los trabajos se centran en la reforma integral de un edificio protegido de noble factura y la construcción de otro de nueva planta que contará con tecnología avanzada. Además, el nuevo edificio gana en casi 5.600 m2 la superficie disponible con anterioridad donde se impartirán diez titulaciones de grado, once másteres y dos estudios propios.
Desde que comenzaron los trabajos, el proyecto ha tenido que adaptarse a las nuevas directivas de eficiencia energética, nuevas exigencias emanadas de los compromisos de la Cumbre de París para paliar las consecuencias del cambio climático, a las medidas sanitarias impuestas para hacer frente a la pandemia y, en estos momentos, al alza de los precios de algunos materiales y de la energía.
Certificación BREEAM
La nueva Facultad de Filosofía y Letras es un edificio de mínimo impacto ambiental, tanto en su construcción como en su utilización. Además, es accesible, inclusivo, digital, abierto e integrado en la ciudad, confortable y saludable. El proyecto constructivo contiene el carácter integrado que reclama el Acta Única Europea y los tres objetivos esenciales que impulsa la Nueva Bauhaus Europea: sostenibilidad, inclusión y calidad estética.
Un efectivo tratamiento de la envolvente permitirá consumos de energía extremadamente bajos para cubrir las necesidades de calidad ambiental y confort térmico. La utilización de tecnologías bajas en carbono, el aprovechamiento de fuentes renovables y un efectivo tratamiento para la envolvente del edificio garantizarán un comportamiento medioambientalmente responsable.
Este esfuerzo por cumplir con las exigencias medioambientales se ha visto recompensado por la Agencia de Certificación Europea BREEAM, que reconoce la sostenibilidad en la construcción, al distinguir al proyecto con la calificación de Muy Bueno cercano a Excelente para el conjunto edificado, una mención notable si se considera que el 60% es una actuación de rehabilitación.
Energía geotérmica
El proyecto constructivo tiene muy presentes dos aspectos. El primero es representar la esencia universitaria y el segundo es que el propio edificio sirva de banco de pruebas, de laboratorio de investigación en la edificación.
En este segundo aspecto, el proyecto presenta unas instalaciones de aprovechamiento geotérmico para atemperar la entrada del aire para una ventilación eficaz en el actual y nuevo contexto sanitario. En concreto, consiste en hacer pasar un caudal de aire del exterior a través de unos tubos enterrados en los que el aire de entrada intercambia calor con el terreno antes de introducirlo en el edificio. A partir de dos metros de profundidad la temperatura del terreno empieza a ser muy estable a lo largo del año. La finalidad es atemperar el aire de entrada enfriándose en verano y calentándose en invierno de forma natural.