La compañía AGC calcula su huella de carbono para obtener una visión holística de las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero relacionadas con sus centros de producción, actividades y productos, así como las emisiones evitadas debido a productos que ahorran energía y evitan las emisiones de CO2 durante su vida útil (vidrio aislante unidades, vidrios de control solar, vidrios fotovoltaicos, etc.). Se utiliza como marco de seguimiento para elaborar planes de acción específicos para superar el impacto en el cambio climático a corto y medio plazo.
La compañía AGC Automotive Europe ha publicado recientemente sus objetivos de reducción con el compromiso de reducir sus emisiones de CO2 en un 30% en 2030 (frente a 2019) y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Cuatro áreas de actuación
Para lograr este compromiso, la compañía ha fijado cuatro áreas de actuación. En primer lugar, se comprometen a proseguir e incrementar los planes de acciones de reducción de consumo a nivel de las plantas y, en segundo lugar, desarrollar la producción de electricidad in situ (paneles solares y otros medios) y una estrategia de compra de electricidad verde.
En tercer lugar, van a integrar las emisiones de sus proveedores, en particular de Float y de los proveedores de PVB, que contribuyen en gran medida a su huella de carbono. Por último, la compañía tendrá en cuenta el reciclaje y/o el downcycling de sus productos hasta el final de la vida útil de los vehículos.
Limitar el calentamiento global
Según los últimos informes del GIEC, se ha alcanzado un aumento de la temperatura superior a 1°C de media que está directamente relacionado con las actividades humanas en el planeta. La Unión Europea, los estados, las regiones y las ciudades están tomando medidas estrictas para hacer frente a este problema, como la prohibición de los coches con motor de combustión a nivel europeo para cada nuevo coche que salga al mercado a partir de 2030.
Además, los clientes de AGC se están comprometiendo con objetivos cada vez más estrictos de reducción de las emisiones de CO2, no solo contemplando las emisiones del coche mientras está en la carretera, sino también contemplando las emisiones relacionadas con la producción del coche, incluidas las emisiones procedentes de sus proveedores.
Esto ya está repercutiendo en el negocio de AGC de muchas maneras, hasta en sus procesos internos. Por ejemplo, la mayoría de sus fabricantes de equipos originales ya exigen que se tenga en cuenta el aspecto medioambiental en las nuevas solicitudes de presupuesto.