Valladolid, Soria, Zaragoza y Vitoria se suman a la iniciativa ‘Ciudades Climáticamente Neutrales en 2030’

Cities 2030

Los ayuntamientos de Valladolid, Soria, Zaragoza y Vitoria-Gasteiz se han sumado al grupo de capitales españolas adscritas a la iniciativa ‘Ciudades Climáticamente Neutrales en 2030-CitiEs 2030‘ con la que se pretende acelerar la transición energética y avanzar hacia modelos urbanos descarbonizados, más sostenibles y habitables para el ciudadano. Con la firma de la declaración institucional, estas cuatro ciudades siguen la estela abierta, el pasado 8 de septiembre, por los ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla.

La iniciativa CitiEs tiene por objeto acelerar el cumplimiento del Acuerdo de París y la Agenda 2030 dentro del Pacto Verde Europeo.

Entre los proyectos de Valladolid destaca el de neutralidad climática en los edificios públicos y en la Universidad. Por su parte, Vitoria-Gasteiz apuesta por generar el 100% de la electricidad para autoconsumo de los edificios e instalaciones municipales, y Zaragoza trabaja en la propuesta de ‘barrios solares’, que incluye proyectos de energía renovable solidaria y de proximidad. Por último, Soria asume compromisos de recuperación de espacios degradados con soluciones basadas en la naturaleza.

Objetivos de CitiEs 2030

Esta iniciativa, respaldada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en el marco del programa CitiEs 2030, busca situar a España en la vanguardia de la acción climática dando un papel protagonista a las urbes como principales agentes de cambio en el proceso de transformación hacia un modelo de desarrollo compatible con los límites ambientales.

Por otro lado, pretende acelerar el cumplimiento del Acuerdo de París y la Agenda 2030, dentro, también, del desarrollo del Pacto Verde Europeo. Hasta la fecha, ocho capitales españolas se han comprometido a avanzar en la neutralidad en las emisiones de aquí a 2030, para lo que cada uno de estos Ayuntamientos ha firmado un precontrato climático con el Miteco a fin de implementar soluciones con impacto social, económico y medioambiental, aglutinando el esfuerzo público y privado para la transformación urbana.

Impulso a la rehabilitación energética

Entre las actuaciones que deben centrar la acción, destacada el impulso a la rehabilitación energética de viviendas, la instalación de techos solares, o la implantación de comunidades energéticas locales que pueden ofrecer soluciones beneficiosas a los municipios que los acojan. Por su parte, los municipios españoles también deben apostar por otros modelos de movilidad no contaminante y por recuperar las calles centrales de las ciudades en beneficio de los vecinos.

Para conseguir sus objetivos, la ocho ciudades adheridas a la declaración de neutralidad climática en 2030 se comprometen además a promover formas innovadoras de colaboración entre ciudades, actores y sectores clave, a través de iniciativas con capacidad para transformar las ciudades y acelerar la transición energética y ecológica. Asimismo, deben aprobar metas e hitos cronológicos y diseñar una hoja de ruta para lograr la descarbonización y la transición ecológica de las ciudades, con una visión de justicia climática.

Por otro lado, se obliga a coordinar a todas las partes interesadas dentro de la ciudad y con la Administración General del Estado hacia objetivos climáticos comunes, consistentes en: alcanzar la neutralidad climática para 2030 en, al menos, algún distrito o zona de especial interés, conforme a la definición de la Misión Europea de Ciudades, y reducir las emisiones en 2030 de la ciudad en apoyo del compromiso de España con la Comisión Europea. Y, en último término, deben desarrollar e implementar proyectos con capacidad transformadora en las ciudades con el compromiso de incorporar a todos los agentes (sector privado, academia y sociedad civil junto con los distintos gobiernos).

Medidas de descarbonización

Pese a cubrir solo el 3% de la superficie terrestre, las ciudades representan el 72% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Muchas urbes son también más vulnerables a los impactos del cambio climático debido a su elevada densidad de población y su ubicación, por lo que reforzar la resiliencia urbana es crucial para evitar pérdidas humanas, sociales y económicas, atribuidas en algunos casos a las desigualdades en las condiciones sociales y de vida.

Las ciudades son, por tanto, un laboratorio donde poner en práctica las estrategias de biodiversidad y protección de la naturaleza y de la salud humana, con medidas de descarbonización del sistema energético, el transporte, los edificios e incluso la industria y la agricultura. Son motores de innovación en los que existe un potencial de integración intersectorial y de infraestructuras complejas como las redes inteligentes. Además, las ciudades tienen acceso a más capital y conocimientos y pueden crear las economías de escala necesarias para la puesta a prueba y la ampliación de nuevas ideas y proyectos.

 
 
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