La Junta de Castilla y León ha abierto dos líneas de ayudas para desarrollar los planes de movilidad sostenible y el incremento de la biodiversidad en las áreas urbanas. Las subvenciones por importe global de 900.000 euros procedentes de los Planes de Impulso al Medio Ambiente (PIMA) están dirigidas a proyectos de implantación de bajas emisiones en municipios con una población de entre 50.000 y 100.000 habitantes y a actuaciones piloto de carácter innovador para la adaptación al cambio climático de espacios urbanos y periurbanos en municipios con menos de 100.000 habitantes. El plazo de presentación de las solicitudes está abierto hasta el 28 de febrero de 2022.
Las ayudas permitirán la financiación hasta un 90% de los proyectos seleccionados, con aportación estatal del MITERD mediante los fondos del Plan de Impulso al Medio Ambiente-PIMA Cambio Climático (70,66%), así como con fondos propios de la Junta de Castilla y León (29,34%).
Zonas de bajas emisiones
La primera línea de ayudas, diseño e implantación de zonas de bajas emisiones en municipios de la Comunidad Autónoma de Castilla y León con una población de entre 50.000 y 100.000 habitantes, está dotada con 350.000 euros y cubrirá el 90% de los gastos subvencionables, con un máximo de 15.000 euros en el caso del diseño, y 70.000 euros para diseño e implantación. Podrán optar a esta línea los municipios de Ávila, Ponferrada, Palencia, Segovia y Zamora.
Se considera zona de baja emisión el ámbito delimitado por una administración pública, de carácter continuo, y en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Adaptación al cambio climático
La segunda línea de ayudas, actuaciones piloto de carácter innovador para la adaptación al cambio climático de espacios urbanos y periurbanos en municipios con población inferior a los 100.000 habitantes, está dotada con 550.000 euros, con un importe máximo por actuación de 50.000 euros.
Los contenidos que se recogen en estas ayudas son, en primer lugar, la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza orientadas a la prevención de riesgos asociados al cambio climático en espacios urbanos y periurbanos: riesgos por altas temperaturas, riesgo de incendios en el espacio urbano-forestal, inundaciones, sequías, etc. Además, podrán adoptarse en el ámbito público, ya sea en calles (arbolado en alineación, cunetas verdes, bandas filtrantes de aparcamiento y alcorques vivos) o espacios libres (jardines de lluvia, estanques de retención y cauces naturalizados) y también en el ámbito privado, ya sea en espacios libres (aparcamientos naturalizados, reverdecimientos de parcelas, jardines portátiles) o en edificaciones (cubiertas verdes, paramentos verticales verdes y cerramientos vegetales de parcelas).
En segundo lugar, se podrán realizar intervenciones en espacios públicos orientadas a atenuar el efecto isla de calor urbana (sombreado natural o artificial de calles y plazas, reducción de la impermeabilidad del suelo, captación de aguas pluviales, creación de microclimas con láminas de agua, aplicación de soluciones bioclimáticas, etc.). En tercer lugar, las subvenciones podrán destinarse al incremento de la biodiversidad urbana y a la mejora de los hábitats para la vida silvestre.
Por otro lado, se podrá realizar la mejora de la infraestructura urbana verde y azul, caracterizada por su multifuncionalidad: restauración de tramos urbanos de ríos, zonas inundables para hacer frente a las avenidas extremas, mejora de la conectividad natural entre el medio urbano y periurbano, sistemas de drenaje urbano sostenible, etc. Por último, la línea de ayudas podrá destinarse a promover la renaturalización de los espacios urbanos y periurbanos.
Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)
Estas ayudas han sido aprobadas por la Conferencia Sectorial del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, asumiendo las comunidades autónomas la gestión de los fondos en sus respectivos territorios y la tramitación de las ayudas. Los fondos para todas las comunidades ascienden a 9 millones de euros y la asignación a Castilla y León ha sido de 635.931 euros, a los que se suma la aportación propia de la Junta de Castilla y León, que ha sido de 264.069 euros, hasta completar el presupuesto total de 900.000 euros.
El objeto de estas ayudas es desarrollar actuaciones que apoyen el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para el periodo 2021- 2030. Entre estas actuaciones están fomentar medidas de adaptación efectivas que reduzcan la exposición y la vulnerabilidad de los sistemas sociales, económicos y ambientales frente al cambio del clima y mejoren su resiliencia, promover el urbanismo y la vivienda, coherente con la Agenda Urbana Española publicada en 2019.
Por otro lado, promover acciones dirigidas a la protección de la salud frente a los impactos derivados del cambio climático y la adaptación al cambio climático basada en ecosistemas y fomentar la inclusión en la planificación de ordenación urbana medidas de adaptación y mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad, incluyendo, el establecimiento de zonas de bajas emisiones. Por último, fomentar el incremento de biodiversidad y mejorar los hábitats de vida silvestre en las áreas urbanas como forma de contribuir a mejorar la capacidad de regulación climática y la absorción de CO2 y promover la renaturalización de los espacios urbanos y periurbanos.