El organismo europeo sin ánimo de lucro Buildings Performance Institute Europe (BPIE) ha publicado el documento ‘Roadmap to Climate-Proof Buildings and Construction: how to embed whole- life carbon in the EPBD‘ que establece una hoja de ruta con los pasos necesarios para introducir consideraciones de carbono de por vida y alinear las disposiciones de la Directiva de Rendimiento Energético de los Edificios (EPBD) para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
La EPBD requiere que los Estados miembros establezcan niveles de rendimiento para sus edificios, planifiquen estratégicamente la descarbonización del parque de edificios e implementen medidas adicionales, tanto herramientas financieras como de asesoramiento.
Emisiones de carbono de los edificios
Según el informe de BPIE, a pesar de la variedad de iniciativas nacionales, esquemas y regulaciones, la legislación de la Unión Europea no está diseñada para abordar todas las fuentes de emisiones de carbono de los edificios y de la construcción. La mayoría de las políticas existentes se centran en reducir las emisiones de carbono mediante la gestión y reducción de las emisiones operativas (consumo de energía en la fase de uso de los edificios), dejando de lado el importante potencial de mitigación de las emisiones incorporadas (aquellas que resultan de la producción, instalación, mantenimiento y eliminación de materiales de construcción).
Por ello, es necesario abordar las emisiones incorporadas en los edificios para que no socaven las reducciones de carbono logradas con las medidas de ahorro de energía en el sector de la construcción y es que, solo en la Unión Europea, el carbono incorporado contribuye a alrededor del 10-20% de la huella total de emisiones de CO2 de los edificios.
Objetivos de neutralidad climática
La hoja de ruta establece el nivel de ambición para medidas adicionales, centrándose en cómo integrar el carbono de por vida en el marco de la política. El primer paso para regular el carbono de por vida es medirlo y establecer metas voluntarias basadas en estándares comunes, metodologías acordadas y fuentes de datos de carbono consistentes. Para ello, se debe exigir a las nuevas construcciones que evalúen y divulguen información sobre las emisiones de carbono incorporadas.
Por otro lado, hacer que los informes de carbono de por vida sean obligatorios facilitará la recopilación de datos y la evaluación comparativa y permitirá que el sector de la construcción desarrolle las habilidades y capacidades necesarias. Estos estándares mínimos obligatorios de carbono de por vida deberán introducirse y fortalecerse con el tiempo.
Según el informe, la falta de sincronización en el cronograma de las políticas de la Unión Europea conlleva el riesgo de que no se coordinen las políticas que abordan y afecten a las diferentes etapas de la cadena de valor de la construcción. La refundición de la EPBD, por ejemplo, tiene lugar antes de los puntos de referencia de carbono y antes de que esté disponible una trayectoria de carbono de por vida en toda la Unión Europea para guiar cómo se pueden y deben reducir todas las emisiones relacionadas con los edificios.
Por último, la EPBD debe establecer una visión sólida para el carbono del ciclo de vida completo de los edificios y la construcción, que garantice un enfoque coherente y gradual y la implementación oportuna de las secuencias de acciones recomendadas.