El Ayuntamiento de Madrid ha dado los primeros pasos en la tramitación de su nueva Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos de la Ciudad de Madrid 2030. La Junta de Gobierno ha dado luz verde al envío del borrador inicial de esta nueva estrategia a la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid para ser sometido a un procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica. A partir de ahora, se inician los trámites preceptivos para el análisis de los impactos ambientales del documento, así como de participación e información pública.
En la capital, se recogen anualmente de forma selectiva fracciones como los biorresiduos generados en los hogares y comercios, envases, papel-cartón, vidrio, textil o aceite usado, además de llevar a cabo recogidas separadas específicas como muebles y enseres, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. En total, el 41,5% de los residuos municipales (568.449,65 toneladas) se recogen de forma selectiva frente al 58,5% (801.473,71 toneladas) que suponen los residuos no separados en origen.
Dentro de la recogida selectiva o separada, la materia orgánica representa la categoría con mayor porcentaje en términos cuantitativos, el 38% del total, que junto con las fracciones de siega, poda y hojas que también se recogen de forma separada (5,2%), aumenta hasta un 43,2%. También son notables las fracciones de envases, papel-cartón y vidrio que componen un 18,1%, 13,3% y 10,6% de la recogida selectiva, respectivamente. En conjunto, estas cinco fracciones forman un 85,3% de la recogida separada del municipio.
Economía circular y jerarquía de residuos
La anterior estrategia de residuos, aprobada el 16 de mayo de 2019, fue declarada nula de pleno de derecho por los tribunales al no haberse llevado a cabo el procedimiento que ahora se inicia. Mediante este nuevo instrumento estratégico, el Ayuntamiento, a través del Área de Medio Ambiente y Movilidad, procede a la tramitación de un nuevo documento que se ajuste a todos los requisitos legales.
Para dar cumplimiento a las diferentes normativas y objetivos europeos, estatales y autonómicos, la nueva Estrategia de Residuos Madrid 2030 persigue el reto de gestionarlos mediante la aplicación de los principios propios de la economía circular y la jerarquía de residuos, maximizando el tiempo que los recursos que contienen los residuos se mantienen en el proceso productivo. Así, se propone incrementar la eficiencia de las infraestructuras, utilizando las mejores técnicas disponibles y actuando sobre todos los flujos de residuos.
El modelo de gestión que se adoptará en la estrategia municipal tras la evaluación ambiental de la Comunidad de Madrid será más eficiente para reducir los residuos generados en la capital, aprovechar al máximo los que se continúen produciendo y generar el menor impacto sobre el medio ambiente.
Medidas de prevención y concienciación ciudadana
En 2021, se generaron en Madrid 1.369.923 toneladas de residuos domésticos; 1.243.194 toneladas se trataron en el Parque Tecnológico de Valdemingómez (PTV), mientras que 114.964 se gestionaron en otras instalaciones. Respecto a este escenario de generación de residuos y con la finalidad de cumplir con la normativa y objetivos propuestos, la estrategia avanza hacia un modelo que desvincule el crecimiento económico del incremento en la generación de residuos a través de la aplicación de medidas de prevención y la progresiva concienciación ciudadana.
La Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos del Municipio de Madrid hasta el año 2030, que se enmarca en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, incorporará el marco normativo a nivel municipal de la gestión de los residuos domésticos generados en los hogares madrileños, así como aquellos que se producen en comercios, servicios e industrias.
Los objetivos que persigue son, en primer lugar, maximizar la transformación de residuos en nuevos recursos, contribuyendo a la economía circular en el municipio, según las prioridades de gestión de la jerarquía de recursos. En segundo lugar, lograr el cumplimiento de los objetivos planteados en la normativa vigente: en cuanto a la prevención, reducir un 13% los residuos generados en 2025 y un 15% en 2030 respecto a los que se producían en 2010. En lo que se refiere a la preparación para la reutilización y el reciclado, se persigue alcanzar el 55% en 2025, el 60% en 2030 y el 65% en 2035 de los residuos municipales producidos en 2010. En el vertido, se marca un máximo de residuos municipales depositados en vertedero del 40% en 2025, del 20% en 2030 y del 10% en 2035 frente a los de 2010.
Por último, busca disminuir el impacto sobre la salud humana y el medio ambiente asociado a la generación y gestión de los residuos municipales, con especial énfasis en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y sustancias odoríferas.