Representantes de 175 países, incluida España, han respaldado una propuesta para desarrollar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante de aquí a 2024 que ponga fin a la contaminación por plásticos en todo el planeta. La resolución aborda el ciclo de vida completo del plástico, incluida su producción, diseño y eliminación. El acuerdo se ha alcanzado en Nairobi, en Kenia, donde se ha celebrado la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5).
La resolución, basada en tres proyectos iniciales de varias naciones, establece un Comité Intergubernamental de Negociación (INC), que comenzará su trabajo en 2022.
El objetivo es completar un proyecto de acuerdo global legalmente vinculante que refleje diversas alternativas para abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, el diseño de productos y materiales reutilizables y reciclables, y la necesidad de una mayor colaboración internacional para facilitar el acceso a la tecnología, el desarrollo de capacidades y la cooperación científica y técnica.
El compromiso global más importante desde el Acuerdo de París
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) convocará a finales de 2022 un foro abierto a todas las partes interesadas en conjunto con la primera sesión del INC, para compartir conocimientos y mejores prácticas en diferentes partes del mundo. Además, facilitará debates abiertos y garantizará que estén informados sobre el progreso durante los próximos dos años. Finalmente, una vez terminado el trabajo del INC, el Pnuma convocará una conferencia diplomática para adoptar su resultado y abrirlo a las firmas.
Paralelamente a las negociaciones sobre un acuerdo vinculante internacional, el Pnuma trabajará con cualquier gobierno y empresa que esté dispuesto a lo largo de la cadena de valor para alejarse de los plásticos de un solo uso, así como para movilizar financiamiento privado y eliminar las barreras a las inversiones en investigación y en economía circular. Se trata del acuerdo multilateral ambiental más importante desde el Acuerdo de París, según ha resaltado Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.
Reducir un 25% los gases de efecto invernadero
Desde 1950 la producción de plásticos ha pasado de los 2 millones de toneladas hasta los 348 millones de toneladas en 2017. Las previsiones apuntan a que volverá a duplicarse para 2040 si no se pone coto a la producción de este material que puede dañar la salud humana y afectar potencialmente a la fertilidad, la actividad hormonal, metabólica y neurológica. Además, la quema de plásticos contribuye a la contaminación del aire.
Por su parte, más de 800 especies marinas y costeras se ven afectadas por esta contaminación por ingestión, enredos y otros peligros. Y es que, unos 11 millones de toneladas de desechos plásticos fluyen anualmente a los océanos, una cantidad que puede triplicarse para 2040.
Para 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción, el uso y la eliminación de plástico representarían el 15% de las emisiones permitidas, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
Por último, un cambio a una economía circular podría reducir el volumen de plásticos que ingresan a los océanos en más del 80% para 2040; disminuir la producción de plástico virgen en un 55%; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25%; y crear 700.000 puestos de trabajo adicionales, principalmente en el sur global.
España celebra el acuerdo
Tras la aprobación de la resolución, el secretario de Estado de Medio Ambiente de España, Hugo Morán, ha destacado su relevancia porque “va más allá de abordar únicamente los desechos plásticos marinos, sino que aborda el problema desde una perspectiva global, abordando el ciclo de vida completo del plástico y considerando también las fuentes terrestres”.
Según el secretario de Estado, la iniciativa recoge la mayoría de las cuestiones que debe contener un acuerdo vinculante, como la promoción de planes de acción nacionales, regionales y globales que favorezcan la cooperación y la colaboración nacional e internacional. Morán también ha valorado que la propuesta contemple el ciclo completo del plástico, desde su producción y consumo hasta la gestión del residuo y, dentro de él, que aborde medidas para acabar con los microplásticos.
En cuanto a la contaminación marina, España está comprometida con su eliminación a través de herramientas como las Estrategias Marinas, que buscan alcanzar un buen estado de conservación en las aguas españolas mediante programas de seguimiento de basuras y microplásticos en playas, fondos marinos y aguas superficiales. Por otro lado, también se ha aprobado la propuesta de la Unión Europea sobre soluciones basadas en la naturaleza (SBN), copatrocinada por Colombia y Costa Rica, orientada a favorecer su inclusión en las políticas sectoriales de los países para desarrollar sociedades verdes, inclusivas y resilientes tras el impacto económico y social provocado por el Covid-19.